PROMESA

PROMESA

lunes, 28 de julio de 2014

MES DE AV


Iniciamos el Mes quinto, según la escritura que inicia con la salida del pueblo de Dios de Egipto.
La palabra Av (Ab) en hebreo puede significar "padre"; y se deriva de la raíz que significa "voluntad, tener voluntad" o "desear".  Y está compuesta por dos letras "alef" y "beth", que unidas pueden comunicar "el principal en casa", de allí deriva su significado de "padre", quien es la cabeza y el principal en toda casa, y quien tiene la gran responsabilidad de las mayores decisiones en una familia. 

La declaración de fe del pueblo de Israel, la Shemá (Dt. 6:4), expresa la fuerza interior de creer, que comienza con "escucha Israel" ¡Shemá Yisrael!  Y corrobora lo dicho por  Pablo en Romanos 10:6

 "Pero no todos obedecieron al evangelio, pues Isaías dice: «Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio?»  Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios."
También los judíos asocian el mes de Av con una maldición, porque en Av fue cuando Satanás intimidó a Israel a rebelarse en incredulidad en vez de entrar a la tierra prometida (Num. 13).  Y por eso, en el año 1312 a.C., Dios decretó juicio sobre el pueblo de Israel al prohibirles entrar a la tierra prometida por manifestar tan flagrante rebelión e incredulidad a la orden del Señor de tomar y poseer la tierra que Él había jurado a Abraham y a su descendencia como herencia.
En Cades-Bernea Dios le abrió a Israel una puerta hacia su futuro, pero el pueblo escogió paralizarse en temor e incredulidad...  Y esa puerta que los llevaría a la bendición que Dios había preparado para ellos, se convirtió en una puerta de maldición, que ciclo tras ciclo, se abre para atraer el juicio de Dios sobre Su pueblo.
¡Dios había planeado y diseñado que el mes de Av fuera un tiempo de celebración, conquista y victoria!  Iba a ser el mes cuando Israel finalmente entraría a la tierra prometida.   Pero lamentablemente, con su temor e incredulidad, con su murmuración y queja, optaron por rechazar la bendición que Dios les había preparado (Heb. 3:16-19).   Y desde ese día, ese 9 de Av, se pusieron bajo maldición, cuando Dios lo que quería darles era bendición...
Bíblicamente hablando no tiene sentido, ya que como discípulos de Jesucristo  no estamos bajo la maldición de la Ley (Ga. 3:7-14).  La declaración apostólica es rotunda y muy clara:  "¡Cristo nos rescató (nos hizo libres) de la maldición de la Ley!."  Y recibimos la bendición dada a nuestro padre Abraham por medio de Él.  Así que, los creyentes del Nuevo Pacto en la sangre de Cristo ya no estamos bajo maldición sino bajo bendición.
Por lo tanto, no tenemos por qué guardar ese día, ni practicar ese ayuno, ni duelo o aflicción. 

Pero, como sacerdocio real sí podemos hacer intercesión a favor del pueblo de Israel.  Como sacerdotes sí podemos identificarnos con el dolor, la pena y el sufrimiento del pueblo judío y podemos interceder delante del Padre, y Su Santo Espíritu pueda volver el corazón del pueblo judío al Padre (Jer. 31; Heb. 8:7-13; 10:10-17; Ro. 10:1-4; 11:25-27); que Él abra los oídos espirituales y el pueblo judío pueda escuchar la voz de su Pastor, del buen Pastor y se acerquen a Él (Jn. 10;:1-18; Heb. 3:7-19; 4:6-16); que el velo que cubre sus ojos pueda ser removido, para que vean a Aquel que fue traspasado y que con su sacrificio puedan alcanzar la paz y el reposo que sus almas necesitan (Mt. 11:25-30; Jn. 19:31-37; Zac. 12:10-14; Ro. 11:25-36; Heb. 10:19-21); que el fuego del Espíritu de Dios pueda remover la grosura de sus corazones, de manera que puedan abandonar toda amargura, rebelión e incredulidad, y Dios pueda darles un nuevo y limpio corazón para creer en Su Palabra y en Sus promesas (Jer. 31; Ez. 11:18-20; 36:25-27).

Así que, si el Espíritu Santo nos guía a orar por el pueblo judío, podemos hacerlo en humildad, en amor y misericordia.  Y si así lo deseamos, podríamos ayunar, para intensificar nuestra oración delante del trono de la Gracia, pero no con una actitud religiosa ni como un acto religioso, sino con un corazón sincero y entregado al deseo de Dios de amar, perdonar y bendecir a Su pueblo Israel.
Así que, para los creyentes y discípulos del Nuevo Pacto en Cristo, el mes de Av tiene otros significados y promesas, tales como:

  • Este es un tiempo para persistir y deslizarte por un lugar estrecho y angosto, para avanzar y proseguir hacia tu futuro.
  • Este mes es un buen tiempo para escuchar y mantenerse alerta (atento) a la dirección que Dios nos da por medio de Su Espíritu y Su Palabra.
  • Es un tiempo oportuno para hacer decisiones basadas en la revelación que Dios te ha dado.  No dejes que el temor ni la incredulidad te paralicen.  ¡Persevera y arrebata lo que Dios te ha dado!
  • Es un buen tiempo para observar y vigilar por conexiones divinas, predestinadas por Dios.
  • ¡No temas asociarte con conexiones divinas que Dios pone delante de ti!
  • Podrás sentir cómo tu futuro, tu propósito y destino en Cristo, va desarrollándose en tu ser interior.  Así que, declara la palabra o visión que Dios te haya dado.
  • Es un buen tiempo para que viejas estructuras de pensamiento o conducta sean destruidas.  Lleva toda fortaleza mental o espiritual a la obediencia a Cristo y experimenta el favor y bendición de Dios sobre tu vida.
  • Vigila y está atento, pues entras al tiempo de "la puerta estrecha", no te quejes ni murmures delante de Dios ni Su ejército celestial.  ¡Confía en el amor, la bondad y la fidelidad de Dios!  Él es El-Shaddai (el Todopoderoso) y cuidará de ti dondequiera que estés o vayas.
  • Llénate de fe, de confianza y valor, para posicionarte en este nuevo tiempo en las promesas de Dios para tu vida, de manera que sigas desarrollando y ampliando cada vez más tus ciclos de bendición en el reino de nuestro Señor Jesucristo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario