PROMESA

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lunes, 31 de agosto de 2015

EL CAMBIO ESTÁ EN EL AIRE


Por Lana Vawser

Cantares 2:11-13 dice: “¡Mira, el invierno se ha ido, y con él han cesado y se han ido las lluvias! Ya brotan flores en los campos; ¡el tiempo de la canción ha llegado! Ya se escucha por toda nuestra tierra el arrullo de las tórtolas. La higuera ofrece ya sus primeros frutos, y las viñas en ciernes esparcen su fragancia. ¡Levántate, amada mía; ven conmigo, mujer hermosa!”.

Traducción de la pasión

Recientemente estas palabras estuvieron incubando en mi corazón: “El cambio está en el aire”. Esto desarrolló en mí un sentido de expectativa. En una mañana reciente, estas palabras llenaron tanto mi corazón y mi mente que las sentí como la “primavera”. Lo nuevo nos está rodeando. Mientras meditaba y pensaba acerca de cuánto sentía como la “primavera” en mi espíritu, pude oír al Señor que decía:“Nuevas cosas están comenzando a manifestarse, son cambios que serán trampolines hacia nuevas puertas”. 

Hubo una sensación que me rodeaba, como que la estación había cambiado. La encrucijada para muchos está ocurriendo. La esclavitud, las luchas y las dificultades para tratar de “mantener su cabeza fuera del agua” en el día a día, y la pesadez y la debilidad del conflicto, en este momento comenzó a transformarse en un nuevo nivel. 

Una puerta con el cartel de “cambios”

Pude ver al Señor llevando a su pueblo a través de una puerta llamada “cambios”, y mientras se movían a través de estas puertas, estos cambios producían tremendas aperturas y provisión que en realidad los establecían en un trampolín para creer y pelear por mucho más que antes. Esto no era desde un lugar de “dolor y tribulación”, sino desde un lugar de expectativa excitante por ver ocurriendo mayores imposibilidades y milagros. Estos cambios que el Señor está provocando en su pueblo no solo traerán tremendas aperturas, manifestación de promesas, provisión radical, visiones del futuro y esperanza como nunca antes (Jeremías 29:11); implantarán en el pueblo de Dios una semilla mucho mayor por lo imposible.

Se están produciendo cambios sobre el pueblo de Dios que serán unos de los mayores cambios que hayan visto. Hubo demasiada poda para preparar al pueblo de Dios para moverse hacia estos cambios. Pero la poda era demasiado necesaria porque nos posicionó para su aumento, su promoción y su apertura. Fuimos perfectamente establecidos ahora para movernos hacia dimensiones mayores de fe, para creer por cosas mayores y ver su manifestación.

La vida cambiará rápidamente para muchos de ustedes, se sentirán como si fueran a dormir por la noche con un estado de cosas y se despertaran a la mañana siguiente sintiendo que todo cambió y están viviendo en sus sueños. Sentí que el Señor decía que muchos en su pueblo, mientras los guiaba, mientras se mantenían fieles y obedientes, continuamente profundizaban en su corazón y seguían su voz hermosa; ¡literalmente verán que sus sueños se hacen realidad de la noche a la mañana! 

¡Él ya ha visto todo!

Hubo una presión tan intensa, una intensidad tan grande en este tiempo, pero como no bajaron los brazos, están parados en el umbral de los cambios. ¡Cambios gloriosos! ¡El cambio está en el aire! Lo que el Señor les dice y mucho más, los espera al otro lado de su perseverancia y su fe. Cada vez que dijeron sí, cada vez que se negaron a bajar los brazos, cada oración que hicieron, cada vez que pusieron un pie delante del otro, cada vez que se deleitaron en Él, alabándolo y adorándolo; ¡Él lo ha visto todo! Él ha visto todo lo que sembraron y no les dio vuelta la cara, guardando cada semilla en su corazón para hacerlas germinar y ahora producirá más abundancia de la que pudieron soñar. 

¡Efesios 3:20 es el estandarte sobre sus vidas!: “Al que puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir, por el poder que obra eficazmente en nosotros”. Estos cambios no solo serán mayores y más maravillosos de lo que imaginamos, no solo volverán a manifestar el amor, la fidelidad y la provisión de nuestro maravilloso Papá Dios como dador abundante; nos alineará con nuestro destino. 

Algunos de estos cambios sobre ustedes los impulsará hacia el siguiente paso de su destino. Caminar a través de esta puerta llamada “cambios” con Él en el espíritu, cambiará todas las cosas. Prepárese para un cambio radical, glorioso, celestial y transformador en su vida que lo llevará hacia una dimensión de encuentros gloriosos con nuestro Padre Bueno.

Lana Vawser

jueves, 27 de agosto de 2015

UN CAMBIO MASIVO DE ASIGNACIONES DIVINAS PARA UNA COSECHA INDESCRIPTIBLE


Por Munday Martin 

Estamos en una intersección estratégica

Llegamos a un tiempo estratégico de intersección en el Cuerpo de Cristo. Es un tiempo donde muchos de nosotros estamos por ver que se cruzan las promesas con el cumplimiento. Las oportunidades para las asignaciones divinas están aumentando mucho más mientras entramos en tiempos de gran oscuridad y sacudones en la tierra. Los tiempos en los que nos encontramos están provocando a muchos con oportunidades para dar el salto de salida para quienes vivieron en escapismo y esperaron al costado del camino demasiado tiempo. Ahora serán trasladados hacia la acción para la gran cosecha de almas en esta década. Este también es un tiempo para que se derrame una unción fresca sobre nuestra imaginación. ¿Sabía que nuestro Padre Dios es capaz de hacer más de lo que podemos imaginar? 

Efesios 3:20 dice: “Al que puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir, por el poder que obra eficazmente en nosotros”.

¡No bajen los brazos, no se retiren! ¡Somos embajadores y tenemos una asignación que no queremos perder!

Muchos de los que están leyendo esto ahora, estuvieron en un modo de preparación en medio de las pruebas y los desafíos para llegar a ser un ejército de resistencia en la tierra. Como resultado, Dios nos permitió a muchos de nosotros edificar una espalda más fuerte y usar nuestra imaginación para las ventajas del Cielo. Ahora se están soltando asignaciones divinas. Este es un tiempo para contemplar la gloria de Dios cubriendo a su Esposa y esto sorprenderá a los cínicos en el mundo actual.

Este remanente en la Iglesia del cual estoy hablando será el catalizador para el mayor derramar que la tierra haya conocido alguna vez. Comprenderemos corporativamente quienes somos en realidad como Iglesia. En griego Iglesia se dice ecclesia y significa “los llamados o apartados”. También significa embajadores, senadores y jueces. Ahora somos embajadores del mayor Reino que haya existido y existirá alguna vez si creemos en Jesús.

Recordemos una parábola dinámica que enseñó Jesús e investiguemos un poco sobre ella:

Mateo 13:44 dice: “El reino de los cielos es como un tesoro escondido en un campo. Cuando un hombre lo descubrió, lo volvió a esconder, y lleno de alegría fue y vendió todo lo que tenía y compró ese campo”.

Escuche, no solo lo compramos y nos detuvimos allí para retirarnos. El Señor está por destrozar en su pueblo lo que llamo una “tendencia espiritual suicida”. Para aclarar, no significa necesariamente que quieran cometer suicidio, sino que creen que sería mejor ir al Cielo que tratar con los sufrimientos presentes en este mundo.

La ciencia aún prueba que la gente que dice que está “retirada”, puede abrir puertas de fatiga y aún enfermedades sobre sí mismos, sin darse cuenta que sus cuerpos comienzan a cerrarse por escuchar la palabra retirado, una y otra vez. En lugar de desear arrojarnos la toalla, Dios nos está por meter en una nueva pelea de fe. Es el tiempo para alinearnos con este misterio y enfrentar esta realidad asombrosa. Muchos cristianos hoy siguen pensando que vendieron todo lo que tenían y compraron este campo invaluable mencionado en Mateo 13:44, luego se retiraron esperando algo mejor luego de su muerte.

Aun muchos de los que están leyendo esto quieren abandonar, porque estuvieron enfermos, en dolores o con afecciones mentales. Mientras está leyendo esto, quiero que comience a pedirle al Señor para que su poder sanador venga sobre su vida. Algunos de ustedes están comenzando a sentir un calor, un fuego o una electricidad que viene sobre sus cuerpos ahora mismo. ¡Como un hijo de Dios, le ordeno al que está leyendo esto que sea lleno! Ahora, comience a chequear esa parte de su cuerpo y corrobore que se siente mejor. Póngase de pie y haga lo que no podía hacer antes, luego envíe su testimonio sobre cómo experimentó el toque creativo de Dios por este artículo.

Es asombroso ver cuántas personas vemos con mi esposa Jennifer que se sanaron a través de las redes sociales y aún con llamadas telefónicas mientras ministramos. ¡Creo que ocurrirá aún en esta palabra! Recientemente en una transmisión en vivo por Periscope, una nueva aplicación que muchos ministerios usan para predicar el Evangelio, pude ver un milagro. Llamé a una mujer por su nombre que padecía las consecuencias de un accidente de tránsito que había ocurrido en 1980 y le produjo un aplastamiento en su cuello. En ese mismo momento le estaba doliendo, todo por medio de una palabra de conocimiento. 

Solté el poder de Dios sobre ella por medio de la transmisión. Ella estaba viendo el servicio y dijo que sintió un fuego que la tocaba, entonces fue completamente sana de un dolor que la aquejó durante 30 años. Una vez estaba ministrando en Brasil y simplemente apoyé mi mano sobre la foto de un hombre que llevaba 8 meses en coma y se despertó en ese mismo momento. ¡Imagínese eso!

Cuando imaginamos con Dios, nos puede catapultar hacia un lugar donde ya no buscamos su presencia, nos convertimos en una morada de su presencia. Encontramos una dimensión donde nada es imposible. Por eso en las reuniones vemos a Dios haciendo milagros creativos en la gloria sin siquiera tocar a la gente.

La gente recibió nuevos ojos, nuevos tímpanos, dientes nuevos sin que nadie los tocara, mientras estaban bajo una atmósfera de alabanza, adoración y decretos. Vimos a Dios disolviendo metal del cuerpo de la gente, algunos los tuvieron allí por 25 años. Fuimos testigos de piernas que crecían, cicatrices que se desvanecían, tumores que desaparecían, etc. Todos estos milagros fueron corroborados por doctores donde aparecían partes nuevas del cuerpo que faltaban y fueron creadas. Cuando estas cosas ocurren en medio nuestro, vemos a muchas personas recibir a Cristo como su Salvador, incluyendo gente de otras religiones y cultos. La sanidad es mi asignación. ¡Usted puede operar también en esta cosecha de gloria con su asignación para las salvaciones! 

Elija lo mejor

Es su tiempo para las asignaciones divinas y Dios le está dando un nuevo deseo para vivir. Pablo dijo en Filipenses 1:23-24: “Me siento presionado por dos posibilidades: deseo partir y estar con Cristo, que es muchísimo mejor, pero por el bien de ustedes es preferible que yo permanezca en este mundo”. Debemos escoger lo mejor como hizo Pablo. Es mucho mejor quedarse, porque hemos hecho un intercambio inminente y poderoso en el terreno de los negocios del Reino. Intercambiamos lo temporal por lo eterno. Intercambiamos la mortalidad por la inmortalidad. 

Negociamos la depresión por el gozo ilimitado y el odio por el amor ilimitado, mientras nos rendimos a la Palabra de Dios y a su Espíritu. Ahora compartamos esto con otros. Es mejor estar aquí en la tierra como el apóstol Pablo, levantarse y ver la mayor cosecha que viene sobre la faz de la tierra en medio de tiempos de tinieblas. Usted es parte de esto. 

2º Pedro 1:4 proclama: “Así Dios nos ha entregado sus preciosas y magníficas promesas para que ustedes, luego de escapar de la corrupción que hay en el mundo debido a los malos deseos, lleguen a tener parte en la naturaleza divina”. 

¿Quiere más buenas noticias? Todos tenemos que llegar a compartirlas y participar de ellas. Participar significa ser socios. Ahora somos socios con Dios y podemos operar en plenitud y abundancia… peleando la buena batalla de la fe, ¡no la batalla depresiva de la fe!

Vivir la vida eterna y aceptar sus asignaciones divinas

Por demasiado tiempo, los conceptos errados de la escatología cristiana tentaron a muchos a creer que debíamos ser rescatados porque las cosas se ponían demasiado mal. Sin embargo, la Biblia dice: “Él nos libró del dominio de la oscuridad y nos trasladó al Reino de su amado Hijo” (Colosenses 1:13). Eso no significa que ocurrirá cuando lleguemos al Cielo, ¡quiere decir ahora! Ahora rescatemos a otros. 

Mateo 6:10 dice: “… venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo”. 

Es tiempo de extendernos más allá de esta realidad limitada hacia la dimensión eterna, donde el espacio y el tiempo no tienen lugar. La vida eterna no es un endoso maravilloso solo para regocijarnos alguna vez; debemos regocijarnos furiosamente en este tiempo. Jesús estableció exactamente con claridad en los Evangelios qué es la vida eterna: “Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado” (Juan 17:3). 

¡Ahora somos seres eternos! Somos amados y anhelados por un Dios eterno que es Amor en sí mismo. Fuera del tiempo existe una dimensión donde todas las cosas son posibles. Fluye desde el Cielo, fluye desde nuestro interior y nos rodea en nuestra alabanza. El hombre no puede constituir esta dimensión, las tinieblas no pueden ganar en contra de ella y la luz siempre prevalecerá en esta dimensión, cuando la probamos y practicamos en nuestra vida diaria. 

Muchos están por volver a recibir una marca en sus corazones de la voz ardiente del amor de Jesús. La Biblia dice: “Mis huesos no te fueron desconocidos cuando en lo más recóndito era yo formado, cuando en lo más profundo de la tierra era yo entretejido. Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación: todo estaba ya escrito en tu libro; todos mis días se estaban diseñando, aunque no existía uno solo de ellos. ¡Cuán preciosos, oh Dios, me son tus pensamientos! ¡Cuán inmensa es la suma de ellos! Si me propusiera contarlos, sumarían más que los granos de arena. Y si terminara de hacerlo, aún estaría a tu lado” (Salmo 139:15-18). 

Este amor no tiene límites. Quebrará los sistemas falsos de creencias que nos retienen en el ayer y nos hacen ver pasados de moda. Es tiempo de tomar un nuevo guardarropa y esta es la dimensión de nuestra nueva creación. Cuando nos encontramos en un tiempo de reflexión, todo lo que vemos se magnificará mucho más, entonces debemos ser cuidadosos con lo que oímos y con lo que vemos. Debemos mirar en la Palabra y manifestar nuestra luz en la tierra como hijos de luz. Jesús está diciendo: “Ésta es la obra de Dios: que crean en aquel a quien él envió, les respondió Jesús” (Juan 6:29). 

Solo debemos creer y veremos la gloria de Dios (ver Juan 11:40). Permítame terminar alentándolo con este pensamiento: La gente en el Cuerpo de Cristo necesita dejar de estar tan frustrada por no concretar un destino y disfrutar del camino de conocer a Dios y caminar con Él como hizo Enoc. 

Mientras caminamos con Él, comencemos a pedirle que se manifiesten sus asignaciones divinas en nuestra vida hoy. ¡Amén! 

Munday Martin

martes, 25 de agosto de 2015

LA ESPOSA DEL CORDERO

 "Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella" (Ef. 5:25).
 Pablo utiliza como símbolo el amor nupcial. Juan Bautista y los evangelios presentan a Cristo como Esposo. Esposo del nuevo pueblo de Dios, que es la Iglesia. La analogía recibida de la Antigua Alianza servía para anunciar que había llegado el tiempo de su realización. Los acontecimientos sucedidos en la Pascua le confirieron su pleno significado.  Se encuentra en ellas, al menos de forma implícita, una referencia a la aplicación que Jesús había hecho a sí mismo, presentándose como Esposo, tal como lo debieron decir los Apóstoles a las primeras comunidades, en las que nacieron los evangelios.
 Esto resulta aún más evidente si se considera que la carta a los Efesios coloca el amor nupcial de Cristo hacia la Iglesia en relación directa con el sacramento que une como esposos a un hombre y una mujer, consagrando su amor. En efecto, leemos: "Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, purificándola mediante el baño del agua, en virtud de la palabra (alusión al bautismo), y presentándola resplandeciente a sí mismo; sin que tenga mancha ni arruga, ni cosa parecida, sino que sea santa e inmaculada" (Ef. 5: 25-27). 
Un poco más adelante, el Apóstol mismo subraya el gran misterio de la unión nupcial, porque la pone en relación con Cristo y la Iglesia (Ef. 5:32). Sus palabras, en su esencia quieren significar que en el matrimonio y en el amor nupcial cristiano se refleja el amor  del Redentor hacia la Iglesia: amor redentor, salvador y  purificador operante en el misterio de la gracia con la que Cristo hace a los miembros de su Cuerpo partícipes de la vida nueva.
 Por este motivo, al desarrollar su idea, el Apóstol recurre al pasaje del Génesis que, hablando de la unión del hombre y la mujer, dice: "los dos se harán una sola carne" (Ef. 5:31; Gen 2: 24). Inspirándose en esta afirmación, además escribe:
"Así deben amar los maridos a sus mujeres como a sus propios cuerpos. El que ama a su mujer se ama a sí mismo. Porque nadie aborreció jamás su propia carne; antes bien, la alimenta y la cuida con cariño, lo mismo que Cristo a la Iglesia" (Ef. 5:28-29).
Se puede decir que en el pensamiento de Pablo el amor nupcial entra en una ley de igualdad, que el hombre y la mujer realizan en Jesucristo (1º Co 7:4). Con todo, cuando el Apóstol constata: "El marido es cabeza de la mujer, como Cristo es Cabeza de la Iglesia, el salvador del Cuerpo" (Ef. 5:23), queda superada la igualdad, la paridad interhumana, porque en el amor hay un orden. El amor del marido hacia la mujer es participación del amor de Cristo hacia la Iglesia. Ahora bien, Cristo, Esposo de la Iglesia, ha sido el primero en el amor, porque ha realizado la salvación (Ro 5: 6; 1º Jn. 4:19). Así, pues, él es al mismo tiempo "Cabeza" de la Iglesia, su "Cuerpo", que él salva, alimenta y cuida con amor inefable.
Esta relación entre Cabeza y Cuerpo no anula la reciprocidad nupcial, sino que la refuerza. Precisamente esta autoridad redentora con respecto a los redimidos (y, por tanto, con respecto a la Iglesia) es lo que hace posible esa reciprocidad nupcial, en virtud de la gracia que Cristo mismo concede. Esta es la esencia del misterio de la Iglesia como Esposa de Cristo. Redentor, verdad repetidamente testimoniada y enseñada por  Pablo.
Pablo no es un testigo lejano o desinteresado, como si hablase o escribiese de forma académica o notarial. En sus cartas se muestra profundamente comprometido en la tarea de inculcar esta verdad. Como escribe a los Corintios: "Celoso estoy de vosotros con celos de Dios. Pues os tengo desposados con un solo esposo para presentaros cual casta virgen a Cristo" (2º Co. 11: 2). En este texto, Pablo se presenta a sí mismo como el amigo del Esposo, cuya gran preocupación consiste en favorecer la fidelidad perfecta de la esposa a la unión conyugal. En efecto, prosigue: "Temo que, al igual que la serpiente engañó a Eva con su astucia, se perviertan vuestras mentes apartándose de la sinceridad con Cristo" (2º Co. 11:3). Ese es el celo del Apóstol.
  También en la primera carta a los Corintios leemos la misma verdad de la carta a los Efesios y de la segunda carta a los mismos Corintios, que hemos citado más arriba. Escribe el Apóstol: "¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? Y "¿había que tomar yo los miembros de Cristo para hacerlos miembros de prostituta?”¡De ningún modo!" (1º Co 6:15). También aquí es fácil advertir casi un eco de los profetas de la Antigua Alianza, que acusaban al pueblo de prostitución, especialmente por sus caídas en la idolatría. Los profetas hablaban de "prostitución" en sentido metafórico, para echar en cara cualquier culpa grave de infidelidad a la ley de Dios. San Pablo, en cambio, habla efectivamente de relaciones sexuales con prostitutas y las declara totalmente incompatibles con un auténtico cristiano. No es posible tomar los miembros de Cristo y hacerlos (miembros de una prostituta. Pablo precisa, luego, un punto importante: mientras la relación de un hombre con una prostituta se realiza sólo a nivel de la carne y, por ello, provoca un divorcio entre carne y espíritu, la unión con Cristo se lleva a cabo al nivel del espíritu y corresponde, por consiguiente a todas las exigencias del amor auténtico: "¿O no sabéis que quien se une a la prostituta se hace un solo cuerpo con ella? Pues está dicho: Los dos se harán una sola carne. Mas el que se une al Señor, se hace un solo espíritu con él" (1º Co 6:16-17). Como se ve, la analogía usada por los profetas para condenar con tanta pasión la profanación, la traición y el amor nupcial de Israel con su Dios, sirve aquí al Apóstol para poner de relieve la unión con Cristo, que es la esencia de la Nueva Alianza, y para precisar las exigencias que implica para la conducta cristiana: "Quien se une al Señor forma con él un solo espíritu".
  Era necesaria la "experiencia" de la Pascua de Cristo; era necesaria la "experiencia" de Pentecostés, para atribuir ese significado a la analogía del amor nupcial, heredada de los profetas. Pablo conocía esa doble experiencia de la comunidad primitiva, que había recibido de los discípulos no sólo la instrucción, sino también la comunicación viva de ese misterio. Él había recibido y profundizado esa experiencia, y ahora, a su vez, se hacía apóstol de la misma con los fieles de Corinto, de Éfeso y de todas las Iglesias a las que escribía. Era una traducción sublime de su experiencia del carácter esponsal de la relación entre Cristo y la Iglesia: "¿O no sabéis que vuestro cuerpo es santuario del Espíritu Santo, que está en vosotros y habéis recibido de Dios, y que no os pertenecéis?" (1º Co 6,19).
 Concluyamos también nosotros con esta evidencia de fe, que nos hace desear esa hermosa experiencia: la Iglesia es la Esposa de Cristo.
 Como Esposa, pertenece a él en virtud del Espíritu Santo que, sacando "de los manantiales de la salvación" (Is. 12:3), santifica la Iglesia y le permite responder con amor al amor.

DESEABLE -MARCOS BRUNET

No sé lo que viste en mí
Para amarme tanto así
Tanta paciencia
Tanta misericordia
Me hiciste deseable para ti
Me elegiste antes que dijera sí
Tanta gracia yo no puedo resistir
Me llamaste por mi nombre
Me compraste con tu sangre
Me hiciste. Deseable para ti
Y llévame Señor a tus cámara de amor
Dónde me enamoró más de ti
Y llévame Señor dentro de tu corazón
Yo encuentro mi lugar en ti
Lailaa lada lailaa laaaa

viernes, 21 de agosto de 2015

SALMO 42

Así como un venado sediento
desea el agua de un arroyo,
así también yo, Dios mío,
busco estar cerca de ti.
Tú eres el Dios de la vida,
y anhelo estar contigo.
Quiero ir a tu templo
y cara a cara adorarte sólo a ti.
Día y noche
me he bebido mis lágrimas;
mis enemigos no dejan de decirme:
«¡Ahora sí, tu Dios te abandonó!»
Cuando me acuerdo de esto,
me invade el sufrimiento;
recuerdo cuando iba
camino hacia tu templo
guiando multitudes;
recuerdo las grandes fiestas,
y los gritos de alegría
cuando tu pueblo te alababa.
¡Pero no hay razón
para que me inquiete!
¡No hay razón
para que me preocupe!
¡Pondré mi confianza
en Dios mi salvador!
¡Sólo a él alabaré!
6-7 Me siento muy angustiado,
y por eso pienso en ti.
Las olas de tristeza
que has mandado sobre mí,
son como un mar agitado;
son como violentas cascadas
que descienden de los cerros,
de los montes Hermón y Mizar,
y se estrellan en el río Jordán.
Te ruego, Dios de mi vida,
que de día me muestres tu amor,
y que por la noche
tu canto me acompañe.
Tú eres mi protector,
¿por qué te olvidaste de mí?
¿Por qué debo andar triste
y perseguido por mis enemigos?
10 Sus burlas me hieren profundamente,
pues no dejan de decirme:
«¡Ahora sí, tu Dios te abandonó!»
11 ¡Pero no hay razón
para que me inquiete!
¡No hay razón
para que me preocupe!
¡Pondré mi confianza
en Dios mi salvador!
¡Sólo a él alabaré!

- EL MENSAJE DE LOS VIERNES - EXCELENTES EXCUSAS Y JUSTIFICACIONES CUANDO LAS SITUACIONES CRISTIANOIDES NOS PONEN EN APRIETOS

Paco palajustificadofox
Cuantas veces de repente nos enfrentamos a situaciones difíciles en nuestra vida cristianoide, en las cuales, si no tenemos una respuesta rápida y sencilla, la gente podría dudar de nuestro testimonio, el Paco Palafox para ti que vives una vida cristianoide llena de muletillas justificadoras una pequeña serie que te ayudará a salir de ese embarazoso momento….
1.-CUANDO LLEGAS TARDE A ALGUNA CITA
"Disculpen, es que encontré aun viejo amigo y le estaba compartiendo del Señor, gracias a Dios, lo aceptó".

2.- CUANDO AL OIR LA PREDICACIÒN ESTÀ CONFRONTANDO TU VIDA
"¿Ya ves?, escucha que ese mensaje es para ti..."

3.-CUANDO TU NOVIA TE VE MIRANDO A OTRA CHICA
"No pienses mal, es que es igualita a una amiga que iba conmigo en la escuelita dorminical y nunca supe por qué dejó de ir a la iglesia".

4.-CUANDO REPRUEBAS UNA MATERIA EN LA ESCUELA
"No importa, yo soy como Pablo y tengo por basura todo el conocimiento, porque prefiero estar con Cristo".

5.-CUANDO TE ESTA BUSCANDO TODA LA GENTE A LA QUE LE DEBES DINERO
"La misma Biblia dice que seremos perseguidos, esto sólo confirma que Su palabra se cumple en mi".

6.-CUANDO ACABAS DE PECAR
"Maldito diablo..."

7.- CUANDO VES A UN DEPORTISTA EXITOSO
"Yo podría estar ahí, pero dejé todo eso por el Señor".

8.-CUANDO ESTÀS DIRIGIENDO LA ADORACIÒN LA ADORACIÒN Y SE TE OLVIDA LA LETRA DE LA CANCIÒN 
“OH….Aleluuuya, Gloria al Padre…Gracias Cristo”

9.-CUANDO TUS HIJOS SE DAN CUENTA QUE NOS DAS DIEZMO
“¿Se acuerdan de la abuelita que nos fue a pedir cartón viejo y cosas usadas? Bueno, pues Dios la bendijo con lo que le di y eso también es diezmar”

10.-CUANDO ALGUIEN DE LA IGLESIA SE DA CUENTA QUE TU COLECCIÒN DE MÙSICA NO CRISTIANA ES MAS GRANDE QUE LA DE TUS CDS CRISTIANOS
“Bueno, es que estoy haciendo un estudio sobre la música mundana y la manera de influir entre los jóvenes hoy en día”

11.-CUANDO TU BIBLIA TRAE MÀS POLVO QUE CUALQUIERA
“Mira nada mas, y yo que se la había dado al vecino para que se alimentara espiritualmente, pero mejor se la volví a quitar porque no la aprovecha”

12.-CUANDO TE INVITAN A UNA IGLESIA Y REPITES LA MISMA PREDICACIÒN Y ALGUIEN LO NOTÒ
“Sí, pero, es que sentí en mi corazón que esta palabra era necesaria para esta iglesia”

13.-CUANDO LLEGAN A TU CASA DE PRONTO Y VEN QUE ESTÀ TODA EN DESORDEN
“Disculpen que esté esto así, pero una vez más vencimos al diablo, hubieran visto lo que nos costó poder hacer esa liberación, fue una lucha tremenda...”

14.-CUANDO TU NOVIA SE DA CUENTA QUE NO TIENES NADA DINERO
“Si mi amor, he decidido darle todo al Señor y nada de este mundo, mucho menos lo económico me va a hacer que desista de servirlo”.

15.-CUANDO SE DAN CUENTA QUE NO SABES MUCHOS VERSÌCULOS BÌBLICOS
“Es que en realidad, yo creo que la Biblia más que aprenderla, debemos vivirla yo eso hago”.

16.-CUANDO TE EQUIVOCAS EN LAS “HERMOSAS” COREOGRAFIAS DE LOS PANDEROS
“Bueno, en realidad me sentí como David y que el espíritu me tomaba para improvisar pasos”

17.-CUANDO NO TE GUSTA LA COMIDA DEL CAMPAMENTO
“Sí gracias, pero recordé que estoy ayunando y no quiero romper mi disciplina”

18.-CUANDO DESCUBRES QUE LA PERSONA CON LA QUE COQUETEABAS EN EL CELULAR ES TU LIDER DE JOVENES
“Je je, ¿a poco pensabas que era verdad? Si desde un principio supe que eras tú, nomás te estaba bromeando

19.-CUANDO TU PAPÀ O TU HERMANO DESCUBRE TUS CONVERSACIONES DEL CELULAR O TU HISTORIAL DE INTERNET
“¡No inventes!, ¡otra vez me hackearon!”

20.-CUANDO ALGUIEN VE QUE PASAS MUCHO TIEMPO EN LA PAGINA DE PACO PALAFOX 
“Bueno, sí, en realidad sólo estoy viéndola porque me preocupa que la juventud se llene de cosas vanas en vez de aprender de la palabra”.

Ya no sé si es Mensaje de los viernes por "Tedan Gerber", ya que mi Dante no los publica... 
Emoticono frown
Este escrito es de hace algunos años que publicaba en mi página.
twitter@pacopalafox

jueves, 20 de agosto de 2015

DIEZ MANDAMIENTOS PARA LAS ESPOSAS



I- Honra tu propia condición de mujer 
Para que tus días puedan ser largos y felices en el hogar que tu esposo te proveyó.

II- No esperes que tu marido te de  lujos

 Él no es  tu padre que  te ha dado todo los caprichos que querías.

III- No olvides el buen humor es una virtud 
Ciertamente  el hombre  lo dará todo lo que tiene por la sonrisa de su mujer.

IV- No debes retarlo o regañarlo.

Recuerda es tu esposo, no tu hijo.

V- Debes mimar a tu esposo

Ciertamente, todo hombre ama a una mujer que le consiente y se preocupa por sus necesidades.

VI- Busca agradarle primero a tu esposo.

Recuerda que la sincera aprobación de tu esposo significa mas para tu felicidad que las miradas de aprobación de extraños.

VII- No olvides la gracia de la limpieza y el buen vestir.

Llegar a una casa en orden y encontrar una esposa esperándolo, es la mejor motivación para que tu esposo cuente los minutos para volver al hogar.


VIII- No critiques a tu esposo con nadie.

 No permitas que nadie te diga que resulta difícil vivir con tu esposo, ni aun tu madre, ni tu hermana, ni tu tía soltera, ni a ningún pariente , pues en el juicio no serás hallada inocente por dejar a otros menospreciar a tu esposo.

IX- Hogar dulce hogar

 Cuida de tu hogar diligentemente, pues de el saldrá el gozo en los días de tu vejez.

X- El Señor sea el que reina en tu casa

Encomienda tus pasos al señor tu Dios y tus hijos crecerán y te bendecirán.

10 MANDAMIENTOS PARA LOS ESPOSOS

I. Ama a tu esposa como Cristo amó a la iglesia.
Este mandato quizás pueda resumir como debe ser el amor de un esposo hacia su esposa. Mandamiento que describe la mayor responsabilidad del esposo dentro del matrimonio. Esto incluye la fidelidad que el esposo debe tener hacia su esposa (Efesios 5:25).

II. Expresa tu amor con palabras de cariño y afecto.

Tomando como ejemplo que Dios nos demuestra y “expresa” su amor a través de palabras, el amor de un esposo también debe componerse de expresiones de cariño y afecto (Cantar de Cantares 4).

III. Pregúntale como se siente.

Nunca asumas que todo está bien. El simple hecho de ser cristianos no siempre debe interpretarse como que todo está en orden. Siempre hay algo que arreglar o mejorar. Y para eso, la confianza debe ser provista por el hombre para que la esposa tenga la libertad de expresarse y de hablar lo que siente, y desde allí buscar soluciones si es necesario.

IV. Tu esposa será prioridad antes que tus hijos.

Tus hijos son un regalo de Dios y son una bendición. Pero ellos no deben ocupar el lugar de tu esposa, porque eres “una sola carne”(Génesis 2:24) con ella y no con tus hijos. No descuides tu matrimonio por estar enfocado en tus hijos. Ambas responsabilidades tienen su lugar y pueden cumplirse sin conflictos. Un buen matrimonio engendra buenos hijos y familias saludables.
V. No le gritarás.
No podemos tratarlas ásperamente. Recuerda que tu esposa es un “vaso más frágil’ que debe ser tratada con respeto(1 Pedro 3:7).

VI. No le pegarás.

El abuso a una mujer es un acto digno de la condenación divina. Dios nunca llamó al hombre a abusar de los suyos, sino a protegerlos. (Colosenses 3:19).

VII. Si tienes diferencias con ella, invítala a conversar.

Las diferencias y discrepancias son parte de las relaciones. Pero nunca debemos esperar las crisis o los momentos de tensión para abordarlas. Mejor, provoca una conversación, con respeto, con responsabilidad y ajena de discusiones.

VIII. Ora con ella.

Matrimonio que ora unido, permanece unido.

IX. Sal periódicamente a pasear o a una cita romántica solo con ella.

Para que el amor siga vigente, deben salir solos y compartir tiempos juntos. Esto no necesariamente debe representar un gasto mayor, pues tomarte un café solo con tu esposa, traerá el mismo beneficio. No obstante, si puedes hacer el esfuerzo de invitarla a algún restaurante, recuerda que no es un gasto, es más bien una inversión. (Proverbios 5:18)

X. Hazle un regalo de vez en cuando.

Es importante, expresar el afecto a través de regalos o detalles porque estos comunican interés, afecto y amor. Las rosas, los chocolates están entre los más comunes. Quizás algo que ella siempre a deseado. No obstante puedes ser creativo y sorprenderla. El valor de un regalo no siempre está en el precio, sino en el interés que ese regalo transmite.

SUMISIÓN O SUJECIÓN



Quizás usted también se haya cuestionado si estas instrucciones bíblicas en cuanto al matrimonio son aún válidas en la actualidad. Para ser más específicos, ¿son las palabras del apóstol Pablo anticuadas, o pueden ser usadas como fundamento para nuestros matrimonios cristianos?
Primero, debemos entender que el punto de vista bíblico respecto a los roles maritales no derivan de nuestra antigua cultura patriarcal, sino del orden establecido por Dios al momento de crear al hombre y a la mujer (Génesis 2:21-24). Cuando las parejas se someten al modelo matrimonial de Dios, el resultado es paz y felicidad.


Lamentablemente, nuestra sociedad occidental enseña a las mujeres a rechazar la perspectiva bíblica de que el hombre es la cabeza del hogar, y también sus principios sobre la sumisión de la mujer. El ignorar esta distinción de roles dentro del matrimonio es una de las principales causas de muchas separaciones en la actualidad.
Tanto los hombres como las mujeres pueden malentender lo que Dios realmente quiso para la relación entre marido y mujer. El rol de líder del esposo no significa tener dominio sobre su esposa, sino que es más bien la responsabilidad divina de proveer un liderazgo amoroso para satisfacer las necesidades físicas, emocionales y espirituales de su esposa e hijos.
La sumisión de la mujer a su marido no significa que ella debe servirle como alguien “inferior”, sino que debe estar dispuesta a aceptar su liderazgo amoroso.
Pero, ¿significa esto que todas las decisiones familiares deben ser tomadas por el esposo? De ninguna manera, ya que existen muchas instancias en las que el esposo debe ceder sabiamente a los deseos de su esposa (lea Efesios 5:21, y compare el principio de los cristianos que se someten los unos a los otros). Esto es especialmente cierto cuando se trata de áreas en que la esposa sabe más que el esposo. Ambos deben discutir siempre las decisiones y metas más importantes, sin embargo, Dios ha instruido que si sus opiniones difieren, el esposo debe tomar la decisión final y todos los miembros de la familia deben acatarla y respetarla (Colosenses 3:18).
¿Son las mujeres inferiores a los hombres?
Una de las razones que dificulta a las mujeres el someterse a sus maridos es que en nuestra sociedad el concepto de “sumisión” suena como una relación imperfecta entre subordinados y superiores. ¿Dicen acaso la Palabra que las mujeres son inferiores a los hombres? ¿Son los hombres los favoritos de Dios? ¿Fueron creadas las mujeres solo para servir a los hombres? Estas preguntas son muy relevantes para determinar el crucial papel de una esposa cristiana.
Tomemos como ejemplo Génesis 2:18: “Y dijo el Eterno Dios: ‘No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él’”. Al leer este versículo, algunos pueden asumir que el rol de la esposa se limita a ayudar a su esposo a alcanzar sus metas. Pero un análisis más cuidadoso del texto revela que el rol divino de la mujer implica mucho más que desempeñarse como la asistente de su marido.
La palabra hebrea traducida como ayuda en Génesis 2:18 es ezer. Curiosamente, esta palabra se usa frecuentemente para describir a Dios mismo y significa dar fuerzas. Note el Salmo 115:11: “Los que teméis al Eterno, confiad en el Eterno; él es vuestra ayuda [ezer] y vuestro escudo”. Otros versículos, como Deuteronomio 33:26, Salmos 33:20, 70:5 y Oseas 13:9, también usan el mismo término hebreo para referirse a Dios como nuestra ayuda o ayudante.
Es indudable que si la palabra hebrea ezer tuviera una connotación de rango o posición inferior, no sería usada para describir a Dios. Dios es nuestra ayuda ¡y él ciertamente no es inferior a los seres humanos! Por lo tanto , una esposa no es inferior a su marido simplemente porque el Creador le dio el rol de ser su ayudante. Tanto hombres como mujeres son iguales ante Dios, ya que ambos fueron hechos a su imagen (Génesis 1:27). De la misma manera, las mujeres y los hombres cristianos son iguales ante Dios porque son “uno en Cristo” (Gálatas 3:28).
En el caso del matrimonio, ambos esposos son iguales ante Dios, pero sus roles y responsabilidades son diferentes.
Muchas escrituras revelan que la esposa está bajo la autoridad de su esposo. Considere, por ejemplo, 1ª Corintios 11:3: “Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo”.
Esta escritura claramente explica que el hombre es la cabeza de la mujer. Pero algunas esposas sienten que no están bajo la autoridad de sus esposos porque ellos no se someten completamente a Cristo. Además, ellas pueden considerar que sus esposos tampoco cumplen con el mandamiento de amarlas como Cristo amó a la Iglesia (Efesios 5:25-29).
Como acabamos de leer en 1º Corintios 11:3, un esposo debe someterse al liderazgo de Jesucristo para poder liderar como corresponde a su esposa. Además, el marido debe amar a su mujer tal como Cristo amó a la Iglesia (Efesios 5:25; Colosenses 3:19).
Jesús nos dio un maravilloso ejemplo de amor y sacrificio. Cuando el marido le muestra a su esposa el mismo amor y compromiso que Jesucristo le mostró a la Iglesia, a ella se le hace mucho más fácil aceptar su liderazgo, porque sabe que él quiere lo mejor para ella. De igual manera, si un esposo no se somete a Cristo, o no ama a su esposa como Cristo amó a la Iglesia, a su esposa le puede resultar muy difícil someterse a él.
Por supuesto, ningún esposo puede someterse a Jesucristo y amar a su esposa de manera perfecta. Pero, ¿les da esto derecho a las esposas de ignorar los mandamientos bíblicos de someterse? Algunas esposas incluso llegan al punto de tener dificultad para amar y aceptar a sus esposos.
¿Cómo puede una esposa someterse a un esposo que es humanamente imperfecto? ¿Qué pasa si ella está convencida de que las decisiones que él toma no son las más convenientes para ella o sus hijos? ¿Y qué acerca de sus derechos como persona? ¿Y qué puede hacer si él quiere que ella haga algo inmoral o éticamente censurable?
La Biblia revela que siempre debemos obedecer a Dios por encima de los hombres (Hechos 5:29). Él no pone a ningún ser humano bajo la autoridad incondicional de otro, y solo la obediencia a Dios es absoluta. No se debe esperar que una esposa desobedezca a Dios para someterse a la mala guía de su esposo. Por ejemplo, si un esposo le pide a su esposa que firme un documento de impuestos fraudulento, o que no informe a las autoridades policiales acerca del abuso que él inflige a sus hijos, ella no está obligada a obedecerle.
Las Escrituras son claras en cuanto a que las esposas deben someterse a sus maridos y obedecerles, siempre y cuando esta obediencia no implique quebrantar las leyes y principios bíblicos de Dios. Pero, lamentablemente, puede que haya situaciones en las cuales la esposa deba oponerse a la voluntad de su marido (1º Samuel 25:3-38).
Una esposa que no está segura de si debe someterse a su esposo o no en determinadas circunstancias debe buscar la ayuda de Dios mediante el estudio y la oración y, si es necesario, el consejo de un líder. En algunos casos, solo el exponerle humildemente sus sentimientos y preocupaciones a su esposo puede hacer que éste reconsidere su decisión (1º Pedro 3:1).
La clave para comprender la sumisión reside en darse cuenta de que, en última instancia, la esposa sirve a Dios, no al hombre. Note lo que Pablo escribió en Colosenses 3: “Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor . . . Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís” (vv. 18, 23-24).
Jesús mismo fue el modelo perfecto, tanto de un líder amoroso como de una sumisión correcta. Pablo habla acerca de la actitud de Cristo en Filipenses 2:5-9, y enfatiza que Cristo fue obediente a su Padre hasta la muerte.
De igual forma, la esposa debe tratar de someterse al liderazgo de su esposo con la misma actitud de Cristo hacia su Padre. Aunque a los ojos de Dios ambos cónyuges son iguales, ella no debe cuestionar el derecho a liderar que Dios les dio a los esposos, tal como hizo Jesús, quien compartió la divinidad con Dios el Padre y nunca cuestionó su autoridad (Juan 6:38).
Si bien la sumisión de Cristo al Padre es un maravilloso ejemplo para ayudarnos a comprender cómo debe someterse una esposa a su marido según la voluntad de Dios, a muchas mujeres les cuesta muchísimo hacerlo. Esto es particularmente difícil cuando la esposa está convencida de que ciertas decisiones de su esposo son poco sabias. La respuesta a este dilema se encuentra en 1º Pedro 3:5: “Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos”. La frase clave aquí es “esperaban en Dios”.
Al seguir el liderazgo de su esposo, la esposa está confiando en que Dios la protegerá y librará. Esto es una analogía de la sumisión de Cristo a Dios, incluso hasta en su muerte (Lucas 22:42). Si el esposo realmente está perjudicando a su esposa con sus decisiones, a la larga ella será bendecida, siempre que confíe en Dios y obedezca la exhortación bíblica de someterse a su esposo.
La sumisión exige tener fe en Dios (1º Pedro 1:21) y creer que la obediencia a los mandamientos bíblicos en cuanto al matrimonio, inspirados por Dios, producirán finalmente resultados exitosos. Satanás el diablo quiere que las esposas piensen que el camino de Dios no siempre funciona, y que deben rehusar someterse a menos que estén en completo acuerdo con las decisiones de su marido.
Dios requiere el tipo de sumisión que necesita tener fe en su eterno poder y bondad. ¡El camino de Dios no siempre es el nuestro! Una esposa puede sentir, con toda razón, que la única manera de alcanzar la seguridad que desea es controlando su propia vida, e incluso la de su marido, hasta donde él lo permita. Sin embargo, lo cierto es que ella puede alcanzar mejor la verdadera felicidad y seguridad si confía en Dios y se somete, incluso cuando en el momento ello no parezca ser lo mejor.
Dios ha llamado a sus seguidores a caminar por un sendero distinto al que recorre la sociedad que los rodea (Mateo 7:13-14). A los cristianos se les exhorta a hacer el bien a sus enemigos, poner la otra mejilla y perdonar siempre (Mateo 5:44).
¿Debe sorprendernos, entonces, que nuestro gran Dios nos haya entregado un modelo de felicidad matrimonial que exige fe en su omnisciente sabiduría? De hecho, una esposa puede someterse verdaderamente a su esposo en toda situación solo si confía en Dios (1º Pedro 3:5).
Si usted desea un mejor matrimonio, pídale a Dios que le conceda la fe para creer y confiar en él. La obediencia a la Palabra de Dios no solo bendecirá su matrimonio, sino que también lo preparará a usted para llegar a ser más como Jesucristo, quien vivió una vida de constante sumisión a la voluntad de su Padre.
Jesús explicó que podemos hallar nuestra vida solo cuando la perdemos (Marcos 8:35). El esposo debe tener un genuino espíritu de amor y sacrificio, y la esposa debe esforzarse por cumplir voluntaria y sumisamente con las responsabilidades ordenadas por Dios, en vez de dejarse llevar por sus antojos. ¡Esto se puede lograr confiando en Dios y permitiendo que sus leyes vivientes para un matrimonio feliz produzcan frutos!