PROMESA

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martes, 27 de octubre de 2015

DÍA 16 - DIOS NO RECHAZA LA ORACIÓN

“En aquellos días yo Daniel estuve afligido por espacio de tres semanas. No comí manjar delicado, ni entró en mi boca carne ni vino, ni me ungí con ungüento, hasta que se cumplieron las tres semanas… Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido. Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia. He venido para hacerte saber lo que ha de venir a tu pueblo en los postreros días; porque la visión es para esos días.” (Daniel 10: 2-3;12-14 RVR60)
La oposición a la voluntad de Dios para nuestras vidas es una realidad. El enemigo es espiritual y por lo tanto debe ser confrontado espiritualmente. Al recibir la victoria, Dios nos da visión para aprender a vivir en su voluntad en el nuevo tiempo y en el nuevo territorio al que accedemos. Esto vale tanto para lo personal como para lo familiar, para la vida de la Iglesia como para nuestra ciudad y nación. “Así que todos ayunamos ese día, y le pedimos al Señor que nos bendijera, y él nos bendijo.” (Esdras 8:23 RVC).¡Cuánto poder se desata cuando nos unimos en oración y ayuno!
Al orar y ayunar suceden cosas en el mundo espiritual que desatan bendición de Dios. Aunque físicamente nos debilitamos por un tiempo (de la misma manera en la que lo experimentó el profeta Daniel cuando estuvo afligido en ayuno durante 21 días), el resultado son nuevos territorios, sanidad y poder renovado para todos. “La bendición del Señor es un tesoro; nunca viene acompañada de tristeza.” (Proverbios 10:22 RVC)
Levantemos nuestro clamor a Dios por un Avivamiento Continuo y a la vez hagamos guerra contra los enemigos de la voluntad de Dios para nuestra vida.
¿Quiénes son esos enemigos? No son las personas que nos rodean, porque es un error depender de ellos para nuestra felicidad y progreso. Tampoco son nuestras circunstancias, porque varían constantemente y siempre buscarán dominar nuestro estado de ánimo. “La batalla que libramos no es contra gente de carne y hueso, sino contra principados y potestades, contra los que gobiernan las tinieblas de este mundo, ¡contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes!”(Efesios 6:12 RVC)
Hacer guerra contra los enemigos espirituales que buscan obstaculizar las respuestas y la voluntad de Dios para nosotros nos trae la revelación de la visión para nuestros días. La visión de un Avivamiento Continuo. Hijos de Dios que viven la vida de Jesús en la tierra. Personas que viven la vida del Reino de los Cielos. Familias llenas del poder del Espíritu Santo. Salvación y milagros de Dios en todo lugar y para toda la gente. ¡Queremos vivir cada día más esa vida que el Padre diseñó para nosotros! Un avivamiento continuo para cada uno de nosotros y para Argentina.
¿Te animás a pedir que este avivamiento comience en tu corazón?
“Señor, he sabido de tu fama; tus obras, Señor, me dejan pasmado. Realizarlas de nuevo en nuestros días, dalas a conocer en nuestro tiempo; en tu ira, ten presente tu misericordia.” (Habacuc 3:2 NVI)

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