Una
hoja en blanco
Recientemente
estuve enseñando en una escuela de entrenamiento para líderes emergentes en
California. Durante una sesión de preguntas y respuestas, alguien me preguntó:
“¿Qué ve para el año 2015?”. Respondí diciendo que al final de cada año,
normalmente pido y espero una palabra del
Señor para el año siguiente. Sin embargo, no tenía una palabra específica para
ese tiempo. Mientras respondía la pregunta, el Señor me entregó una imagen.
Pude
ver una gran hoja de papel que cubría un gran escritorio. La hoja era tan
grande que se extendía más allá de los límites visibles de la línea del
horizonte hasta que desaparecía. El papel era blanco y brillante. No había nada
escrito en ese papel, era una hoja en blanco.
Al
siguiente día, cuando regresé a casa luego de mi viaje, la imagen volvió otra
vez. Esta vez pude ver una pluma enorme, como esas que se usaban en la antigüedad,
descendiendo en la imagen para descansar sobre la superficie del papel en
blanco. Cuando la pluma quedó suspendida sobre el papel, el Señor comenzó a
hablarme.
“Quiero
que escribas un futuro extenso”
“Quiero
que escribas algo nuevo. No sólo borré las palabras del pasado. En lugar de
ello, te entregué un nuevo lugar para escribir algo fresco para tu vida. Esto
es algo nuevo que te estoy invitando a escribir. Esta es tu asignación. Quiero
que escribas un futuro extenso, un futuro que a simple vista pudiera parecer
presuntuoso. Te doy permiso para presumir en mi bondad”.
“Escribe
como una persona que descubrió mi amor por primera vez. Quiero que escribas con
excitación, sin puntuación. Quiero que tu escritura te quite el aliento por la
anticipación y la expectativa, una escritura que fluya desde una excitación
creciente por lo que podrías llegar a ser”.
“Te
prometí en mi Palabra que te daría los deseos de tu corazón. Instruí a David
para que escribiera estas palabras: ‘Regocíjate en el Señor y te daré los
deseos de tu corazón’. Te estoy diciendo que te regocijes en Mí mientras
escribes y te concederé los deseos de tu corazón. Mientras escribes, tu
inspiración vendrá de los niveles crecientes de tu regocijo en Mí. Escribe como
un amante escribiría desde las profundidades de una pasión compartida. Escribe
desde tu deleite en Mí y permite que tu pasión por Mí inspire tu texto”.
Cuando el
Señor terminó de hablarme, la pluma seguía suspendida sobre la hora de papel.
Sentí que la pluma estaba esperando por una mano que la alcanzara y la tomara
para comenzar a escribir.
Los
deseos de nuestro corazón se purifican cuando primero nos deleitamos en Él
Dios nos
proveyó papel, pluma y tinta profética. Quiere que creamos que Él es atento
hacia sus hijos escribiendo un nuevo futuro mientras nos observa. Nuestro
deleite en el Señor protegerá lo que escribiremos. Los deseos de nuestro
corazón se purifican cuando primero nos deleitamos en Él. Nuestro deleite en
Dios debe preceder nuestro deseo por un nuevo futuro, si queremos que nuestro
deseo se mantenga puro.
•
Escriba
un nuevo futuro para su familia.
• Escriba un nuevo futuro para su salud.
• Escriba un nuevo futuro para sus hijos.
• Escriba un nuevo futuro para sus finanzas.
• Escriba un nuevo futuro para su nación.
• Escriba un nuevo futuro para su sueño.
• Escriba un nuevo futuro para su ministerio.
• Escriba un nuevo futuro para su ciudad.
• Escriba un nuevo futuro para su salud.
• Escriba un nuevo futuro para sus hijos.
• Escriba un nuevo futuro para sus finanzas.
• Escriba un nuevo futuro para su nación.
• Escriba un nuevo futuro para su sueño.
• Escriba un nuevo futuro para su ministerio.
• Escriba un nuevo futuro para su ciudad.
¡Escriba!
¡Escriba! Escriba deleitándose en la bondad de Dios
Las
palabras que escriba invitarán a las promesas de Dios para que se manifiesten y
se unan al texto por su futuro. Este nuevo escrito será la historia del nuevo
capítulo en su vida que se manifestará a partir del 2015.
Garris Elkins
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