DÍA 18 -TRANSFORMÁNDONOS EN DISCÍPULOS

“Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en 

la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en 

el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden 

todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los 

días, hasta el fin del mundo. Amén” (Mateo 28:18-20).

Un discípulo de Cristo es alguien que aprende del maestro y le sigue.

No tiene que ver con algo emocional, tiene que ver con la obediencia y el amor. Cuando hablamos de discipulado hablamos de un proceso de aprendizaje. Al convertimos en discípulos de Jesús estamos poniendo como meta seguir al Maestro y hacer todo aquello que nos pide.

El discipulado no es un programa más en la iglesia, es un mandato de Dios: id, y haced discípulos. Por esa razón ser y hacer discípulos de Cristo es la consecuencia de obedecer aquello que Jesús mismo nos demanda.

Existe una diferencia entre ser miembros de una iglesia y discípulos de Cristo, el miembro es alguien que suma, pero el discípulo es alguien que se multiplica en otros, enseñando todo aquello que recibe. ¿Qué es usted?

- OREMOS PARA QUE LOS RECIÉN CONVERTIDOS SE TRANSFORMEN EN DISCÍPULOS.
- PIDAMOS A DIOS PARA QUE EL DISCIPULADO SEA EL PASO SIGUIENTE DE LOS RECIÉN CONVERTIDOS.
- OREMOS PARA QUE EL DISCIPULADO OCUPE UN LUGAR PRIMORDIAL EN NUESTRA VIDA CRISTIANA Y EN LAS IGLESIAS.