“Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador deDios; no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, no codiciosode ganancias deshonestas, sino hospedador, amante de lo bueno, sobrio,justo, santo, dueño de sí mismo, retenedor de la palabra fiel tal como ha sidoenseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencera los que contradicen” (Tito 1:7-9).
Las grandes empresas cuentan con excelentes administradores, ellos están atentos a que no se presente ningún improvisto y, cuando suceden los mismos, saben hacerles frente tratando de que la empresa no sufra ningún agravio. ¡Cuánto más un administrador de Dios!
Un administrador no se llena de ira cuando las cosas no suceden como lo esperaba, no se enreda en los placeres del mundo y, por sobre todo, está atento a que los ataques del enemigo no dañen la iglesia.
- ROGUEMOS PARA QUE LOS LÍDERES HONREN A DIOS COMO BUENOSADMINISTRADORES.- PIDAMOS PARA QUE EN LAS IGLESIAS SE LEVANTEN ADMINISTRADORESSANTOS.- OREMOS POR LÍDERES SENSIBLES A LA NECESIDAD DE LAS PERSONAS.
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