PROMESA

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miércoles, 20 de febrero de 2013

EDIFICANDO SOBRE LA ROCA

 »Por tanto, el que me oye y hace lo que yo digo, es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. Vino la lluvia, crecieron los ríos y soplaron los vientos contra la casa; pero no cayó, porque tenía su base sobre la roca.  Pero el que me oye y no hace lo que yo digo, es como un tonto que construyó su casa sobre la arena.   Vino la lluvia, crecieron los ríos, soplaron los vientos y la casa se vino abajo. ¡Fue un gran desastre!» Lucas 7
Cada día nos enfrentamos a diferentes situaciones en que nos hacen sentir como si un huracán pasara a nuestro lado, y aunque intentamos mantener la calma a veces el temor es mas fuerte, y no es que no confiemos en el Señor y nos olvidemos de su perfecto plan.
Es que una parte nuestra, es una alma, y a veces nuestras emociones se desbordan para dar paso a un sin fin de "olas" que nos envuelven y amenazan con destruirnos.
No hace mucho pase por la experiencia de creer que las olas me habían destruido, y que mi mundo se había acabado, pero como sucede por lo general después de la tormenta sale el sol, para mostrarnos que aún hay que continuar,  que lo que creíamos destruido, no es mas que un nuevo comienzo, de algo mayor, porque ahora se le suman las experiencias pasadas a las que vendrán.
En nuestro caso como Hijos de Dios, la Luz de su Palabra vino a traer la revelación de que ÉL NOS SOSTIENE CON SU MANO.
Que nos dijo que tendríamos aflicciones, pero cambien que nos animo a continuar porque Él HA VENCIDO.
Vivir en la Palabra de Dios no es fácil, pero no imposible, y que si alguna vez estábamos débiles solo debemos decir, FUERTE SOY.
Y sí, no va a ser fácil continuar, pero un día te vas a dar cuenta que pudiste hacerlo, que esos truenos que parecían que iban a derrumbarte no eran mas que la voz de DIOS diciendo, TÚ PUEDES, TÚ PUEDES, TÚ PUEDES.
Que esos relámpagos que parecen enceguecerte,  no es mas que una guía para que salgas de la oscuridad.
Y que el agua refrescante de la lluvia te dice, es AGUA DE VIDA ETERNA.
Parece ridículo, y podrán decir, "es que no ha vivido ninguna tormenta", pues Sí, las he vivido, en lo natural y en lo espiritual, tormentas que amenazaban con llevarse todo a su paso, tormentas que simulaban el fin del mundo, pero en algún momento se detuvo, y aunque  todo parecía destruido solo bastaba ver a tu alrededor para darte cuenta que estas allí, vivo y con fuerzas para continuar.
Mi roca, donde construí mi casa, se llama CRISTO. Y no sé si será linda, pero es muy resistente, porque está arraigada en lo profundo de su VERDAD y mis muros y antemuros se llaman SALVACIÓN. 
Y la decoración está a cargo del mejor constructor de todos, el ESPÍRITU SANTO.
Y depende de mí que continué en esas condiciones, ya que solamente yo puedo destruirla.


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