PROMESA

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sábado, 25 de octubre de 2014

MANDA TU LLUVIA

Yo os enviaré las lluvias a su tiempo, y la tierra y el árbol del campo darán su fruto.  Levítico 26:4
Encontramos en varias ocasiones en la Escritura    la utilización de la lluvia como simbolismo de bendiciones. De esta manera podemos entender que hay una lluvia espiritual que cada hijo de Dios debe pedir que sea derramada en su vida.  

Escuchamos alabanzas que hablan de ellas basadas en las palabras escritas por los profetas y siervos de Dios en la Biblia y también las cantamos pero es importante entender que es lo que estamos pidiendo cuando decimos… DIOS MANDA LLUVIA, UNA LLUVIA SE OYE, ABRE LOS CIELOS HAS LLOVER o simplemente pedimos la Lluvia de Dios porque la palabra que declaramos con nuestra boca tiene poder en el mundo espiritual.

Para Israel  era vital la caída de la lluvia para sus cosechas pues la lluvia es escasa en esa zona geográfica, por eso siempre Dios al hablarles de bendiciones les recordaba de una manera u otra que era Él quien les proveía de esa bendición para que tuvieran abundante cosecha en los campos y viñedos.

Te abrirá Jehová su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo y para bendecir toda la obra de tus manos. Prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado. Deuteronomio 28:12

Entendiendo que era una forma de castigo el que la tan anhelada lluvia no viniera, y aún más si esto era como consecuencia de sus rebeliones a quien también tenía el poder de detenerla.

 Si los cielos se cerraren y no hubiere lluvias, por haber pecado contra ti, si oraren a ti hacia este lugar, y confesaren tu nombre, y se convirtieren de sus pecados, cuando los afligieres, tú los oirás en los cielos, y perdonarás el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel, y les enseñarás el buen camino para que anden en él, y darás lluvia sobre tu tierra, que diste por heredad a tu pueblo. 2° Crónicas 6: 26-27

Para muchos de nosotros que vivimos en una región geográfica  diferente a la de Israel, nos es a veces difícil entender esta situación. Sin embargo debemos una vez más recordar el simbolismo de todo esto, el desierto o sequedad espiritual puede darse en estaciones  de lluvia.
Pero podemos confiar en el Padre por Amor  que una y otra vez  repete y promete a sus Hijos…

Yo daré la lluvia a vuestra tierra a su tiempo, la temprana y la tardía, y tú recogerás tu grano, tu vino y tu aceite. Deuteronomio 11:14
Para los israelitas el año era dividido en estaciones agrícolas según el Calendario de Gezer. Había una estación Seca (meses de verano) de abril a noviembre y una Estación Lluviosa.

Para el tiempo de lluvia existían dos palabras hebreas que se utilizaban según los diferentes momentos que se presentaban…
• LA LLUVIA TEMPRANA o YORÉ  (la lluvia de otoño) se esperaba para finales de octubre y principios de noviembre.

Vosotros también, hijos de Sion, alegraos y gozaos en YHWH vuestro Dios; porque os ha dado la primera lluvia a su tiempo, y hará descender sobre vosotros lluvia temprana y tardía como al principio. Joel 2:23
La lluvia temprana humedecía la tierra y permitía al agricultor arar más fácilmente para así poder depositar la semilla. Los tiempos de lluvia temprana son para crecimiento del fruto.
Esta lluvia es la que se necesita para que la semilla germine y salga del suelo pudiéndose así ver el retoño y llevar al crecimiento hasta el punto de dar fruto.

• LA LLUVIA TARDÍA o MALCÓSH  (Lluvia de primavera) se esperaba para finales de marzo y principios de abril.

Pedid a YHWH lluvia en la estación tardía. YHWH  hará   relámpagos, y os dará lluvia abundante, y hierba verde en el campo a cada uno. Zacarías 10:1
Zacarías nos recuerda de pedir la Lluvia tardía pues esta es necesaria para que la semilla germine y ella ayudaba a la maduración de la semilla.
Proceso por el cual el fruto se desarrolla hasta llegar a la madurez.
Tan importante es que crezcamos en Dios (en su conocimiento) como que maduremos. Pues podemos conocer su Palabra pero eso no implica que el proceso de madurez se esté llevando a cabo...

Goteará como la lluvia mi enseñanza; Destilará como el rocío mi razonamiento; Como la llovizna sobre la grama, Y como las gotas sobre la hierba; Deuteronomio 32:2

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