PROMESA

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viernes, 26 de septiembre de 2014

LA FIESTA DE LAS TROMPETAS- SIGNIFICADO ESPIRITUAL

Ya establecimos lo que significa el toque de las trompetas. Ahora debemos determinar lo que significa esta fiesta en su contexto histórico original. Cada pasaje de la historia de Israel se escribió con un propósito. Eso lo dice la Escritura:
"Y estas cosas les acontecieron en figura, y son escritas para nuestra admonición, en quienes los fines de los siglos han parado". 1°Corintios 10:11
No es muy fácil ubicar un contexto histórico en el presente pueblo de YHWH por ejemplo, a Israel se le ordenó, además del Shabbat semanal, reposar otros días durante el año. Al comprender el trasfondo de lo que significa esta convocación santa, es probable que captemos en verdad lo que YHWH le está pidiendo a su pueblo.
"¿Para qué a mí, dice YHWH, la multitud de vuestros sacrificios? Harto estoy de holocaustos de carneros, y de sebo de animales gruesos: no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos. ¿Quién demandó esto de vuestras manos, cuando vinieseis a presentaros delante de mí, para hollar mis atrios? No me traigas más vano presente: el perfume me es abominación; luna nueva y Shabbat, el convocar asamblea, no las puedo sufrir: son iniquidad vuestras solemnidades". Isaías 1:11-13

Lo que YHWH quiere de nosotros es que celebremos las fiestas, pero que, por favor, "quitemos la iniquidad de delante de sus ojos y dejemos de hacer lo malo" (Isa. 1:16). Lo que hacemos en oculto nos puede resultar de valor negativo para venir a celebrar delante de YHWH. Entre nuestras obras que no le agradan  figuran los sentimientos rencorosos entre hermanos, las actitudes negativas al deber que nos corresponde, las emociones de frustración, y hasta nuestros pensamientos que crean conflictos con nuestra santidad ya que estos se proyectan contrario a la voluntad del Padre.
Para un genuino celebrante, las fiestas exigen un esfuerzo de superación o de auto-análisis que es trabajoso, y que no siempre está dispuesto a realizar. Nos gusta quedar bien con el patrono aunque no quedemos bien con YHWH. Sin embargo, para comprender las fiestas que se celebran hoy, no es necesario que nos remontemos a aquellos israelitas que ofendían a YHWH y al prójimo, y después querían ir a celebrar como si nada hubiera pasado.
Dios no convoca a su pueblo para tonterías. En sus convocaciones muchas veces surgen las cosas que menos espera uno. Nunca sabemos cuál es la obra que él va a realizar en una de sus fiestas. Si verdaderamente queremos descubrir la bendición de celebrar, debemos trazar una meta que nos libere de lo que nos estorba la celebración.
Las fiestas de las Trompetas pueden revelar muchas cosas, desde una "entera consagración" hasta el deseo de convertirse uno en una trompeta en medio del pueblo de YHWH. Algunos denotan los deseos que la persona tiene de exponer su adoración real, de presentarse a Dios tal como es. Es decir, si hay un pecado que ata al creyente, este lo presenta delante del Señor y lo pone en sus manos, porque propone abandonarlo; pero si en virtud de eso, aparenta una sinceridad que no es real, YHWH no tendrá agrado por lo que hace el celebrante.
Quizás el mejor ejemplo de lo que se quiere decir por celebrar a YHWH con agrado lo encontramos en el libro de Jeremías. Allí, con un toque de trompeta a la casa de Israel, encontramos el deseo de del Señor.
"Si te has de convertir, oh Israel, dice YHWH conviértete a mí; y si quitares de delante de mí tus abominaciones, no andarás de acá para allá. Sonad trompeta en la tierra. ¿Hasta cuándo dejarás estar en medio de ti los pensamientos de iniquidad? ¡Mis entrañas, mis entrañas! Me duelen las telas de mi corazón; mi corazón ruge dentro de mí; no callaré; porque voz de trompeta has oído, oh alma mía...". Jer. 4:1, 5, 79
Si de veras nos decidimos a celebrar las fiestas de YHWH, debemos trabajar con rumbo a una meta que nos libere de lo mundano. Para esto, tenemos que investigar qué es lo que queremos cambiar en nuestra vida, y explorar otras alternativas que agraden al Padre. Si lo hacemos, hemos logrado la genuina conversión que agrada al Señor.
Debemos orar para que  por medio de su Espíritu nos guíe en todo. No nos debe sorprender que los judíos de hoy celebren en el día primero del séptimo mes el Rosh Hashaná y no la fiesta de las Trompetas. En las fiestas israelitas de hoy, los judíos están subconscientemente expresando pautas ancestrales o tradicionalistas que caracterizan el rechazo de su Mesías. Según el libro Shema Israel, de Dov Rosen, todavía leen en el día de Rosh Hashaná el verso de Miqueas 7:19 en algún lugar donde halla agua, esto es, en la orilla de la mar o de un río, una fuente, pozo o cisterna:
"El tornará, él tendrá misericordia de nosotros; él sujetará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo de la mar todos nuestros pecados".
Por no haber aceptado a Cristo como el Salvador del mundo, tienen que sacudir los bordes de la ropa encima del agua, para significar que se desprenden de sus pecados y se esfuerzan por tener las manos limpias y su corazón puro. Pero un Hijo de Dios verdaderamente arrepentido sabe que sus pecados están en “lo profundo de la mar" al ser bautizado en el nombre de YHWH y de su Hijo, sabemos ademas que esta celebración ya no es sombra de lo que ha de venir, porque ya Jesucristo el Mesías vino, y esta sentado a la derecha del Padre abogando por nosotros, sus hermanos.

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