PROMESA

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martes, 1 de abril de 2014

3° DÍA MATRIMONIO


Padre, vengo ante tu trono de gracia y te presento mi matrimonio, tal como es, tal como está, con sus dificultades, limitaciones y situaciones. Te bendecimos a TI, CREADOR DEL MATRIMONIO. Tú engendraste el matrimonio y aunque vengan corrientes y pensamientos y filosofías en contra del matrimonio, nunca van a prevalecer, porque lo que tú creaste y lo que dispusiste para el hombre es puro, perfecto y completo.
PADRE  te dedico y consagro a ti totalmente mi matrimonio y me someto completamente  a lo que estableciste para él de acuerdo con tus preceptos y tu Espíritu Santo.

Mi matrimonio está bendecido, y está bajo tu cobertura .
Perdónanos , por los pecados generacionales. Te pido perdón en nombre mío de mis ancestros por tanta desobediencia, rebeldía, corrupción que hemos cometido contra ti y contra la institución del  matrimonio, a través de mis generaciones pasadas y también en mi generación. Suplicamos perdón y restauración, en el poderoso nombre de Jesús.

Quebranto y deshago cada maldición que haya venido a través de nuestra línea sanguínea. Y ahora mi matrimonio está bajo un cielo abierto, y también los matrimonios de nuestros hijos serán benditos durante mil generaciones. Nuestro lecho matrimonial es bendito, nuestras finanzas son benditas, los hijos de nuestra unión son benditos, y los que son de cualquier otra unión ahora son cubiertos por esta bendición gracias a la Sangre de Cristo. Nuestro hogar y nuestros negocios son benditos.

Las bendiciones de Abraham bajan hacia nosotros y nos toman, porque hemos dedicado nuestras vidas a obedecer los preceptos de Dios. Las maldiciones no tienen poder sobre nosotros. Alejo y destruyo toda influencia exterior impía sobre nuestro matrimonio de miembros de la familia, amistades o relaciones previas. Todo lazo impío es roto.

Todas las cosas viejas han pasado, y en nuestro matrimonio todas las cosas han sido hechas nuevas. Nuestro matrimonio está creciendo hacia Dios, de un nivel a otro y de gloria en gloria.
Nos ponemos de acuerdo y atamos y bloqueamos, todo trabajo de ocultismo enviado sobre nuestro matrimonio, ahora se deshace en el poderoso nombre de Jesús. Venimos contra todo trabajo para divorcio,  aborrecimiento, contra todo tipo de magia, brujería, encantamiento, espiritismo, hechicería, vudú, y los cancelamos y deshacemos ahora. Quedan sin efectos para siempre. En el nombre de Jesús.
Venimos contra toda maldición, decreto maligno, envidias, malos deseos de parientes políticos y amigos. Atamos y bloqueamos la pereza, la seudoresponsabilidad, los vicios, la desidia, los resentimientos y amarguras pasadas. Quebrantamos todas estas maldiciones y echamos fuera a todos sus demonios ¡Ahora! en el poderoso nombre de Jesús.
No se podrán acercar a nosotros personas conocidas impías enviadas contra nuestra relación. ¡Fuera! En el poderoso nombre de Jesús.

Venimos contra toda maldición para divorcio, adulterio, sufrimiento matrimonial, desintegración matrimonial, desintegración familiar. Quebrantamos y destruimos estas maldiciones y echamos fuera a todos sus demonios ¡Ahora! En el nombre de Jesús.

Venimos contra toda maldición para soltería, soledad, abandono. Quebrantamos  y destruimos estas maldiciones y echamos fuera a todos sus demonios ¡Ahora!. En el nombre de Jesús.

 Echamos fuera de nuestro matrimonio, desalojamos ahora todo espíritu inmundo: la imaginería, la exageración, la minimización, las locuciones mentales (monólogos), los espíritus bloqueantes, toda idea fija, las maldiciones a través de la confesión negativa. ¡Fuera! En el poderoso nombre de Jesús.

Atamos y bloqueamos la perversión sexual y la pornografía, y las echamos fuera de nuestra familia. No habrán homosexuales en mi hogar.  En mi casa nadie será adicto a la pornografía. No tendremos secretos de familia, nadie entre nosotros, practicará vicio en oculto, ni tendrá doble vida.
La mentira no se afirmará delante mis ojos.
Renunciamos a todos los ídolos y los sacamos para siempre de nuestros corazones y de nuestros hogares, en el nombre de Jesús.

Atamos y echamos fuera la fascinación, el encantamiento, el asesinato, la murmuración, la vejación, la confusión, la división, la desconfianza, la deshonestidad, la deslealtad, la sospecha, el celibato, la impotencia, el espíritu de zombi, el espíritu de guerra (violencia), el espíritu de hipocresía, los celos, el egoísmo, la tensión financiera y los argumentos que promueven desacuerdos financieros, y atamos el espíritu del consejo impío. ¡¡Fuera!! A todos en el poderoso nombre de Jesús.
Los alejo permanentemente de mi hogar.  No van a acercarse a mi matrimonio, no van a acercarse a mi casa.

Prohíbo al adulterio que se acerque a mi matrimonio. Ningún lobo, ninguna loba se acercará a nuestro matrimonio. Tomo autoridad sobre el espíritu quebrantador de pactos y lo arranco y echo fuera, en el nombre de Jesús. Cubro mi matrimonio con la Sangre de Jesús y deshago toda intención deiinfidelidad, en el poderoso nombre de Jesús. La infidelidad lejos estará de nosotros. En el nombre de Jesús.

Renuncio y resisto a  Lilit, Lamia, Acab. Renuncio y resisto a Jezabel, Ismael, Asmodeo, Sheva: ¡Salgan fuera, nuestra casa le pertenece a Jesús! Y ahora que todas estas fuerzas han sido atadas y aplastadas, liberamos la perfecta voluntad de Dios para nuestra familia.
¡Declaramos que nosotros serviremos al Señor!
Activamos 1 Pedro 3:1-7
Así también ustedes, las esposas, sométanse a sus esposos, para que, si algunos de ellos no creen en el mensaje, puedan ser convencidos, sin necesidad de palabras, por el comportamiento de ustedes, al ver ellos su conducta pura y reverente para con Dios. Que el adorno de ustedes no consista en cosas externas, como peinados exagerados, joyas de oro o vestidos lujosos, sino en lo íntimo del corazón, en la belleza incorruptible de un espíritu suave y tranquilo. Esta belleza vale mucho delante de Dios. Pues éste era también, en tiempos antiguos, el adorno de las mujeres santas; ellas confiaban en Dios y se sometían a sus esposos. Así fue Sara, que obedeció a Abraham y lo llamó «mi señor». Y ustedes son hijas de ella, si hacen el bien y no tienen miedo de nada.En cuanto a ustedes, los esposos, sean comprensivos con sus esposas. Denles el honor que les corresponde, teniendo en cuenta que ellas son más delicadas y están llamadas a compartir con ustedes la vida que Dios les dará como herencia. Háganlo así para no poner estorbo a sus propias oraciones.

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