PROMESA

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viernes, 11 de octubre de 2013

LAS COLUMNAS DEL TABERNACULO

Leemos en Éxodo 27:10-15, referente a las 60 columnas de bronce que sostenían la estructura del  abernáculo: 
Sus veinte columnas y sus veinte basas serán de bronce; los capiteles de las columnas y sus molduras, de plata. De la misma manera al lado del norte habrá a lo largo cortinas de cien codos de longitud, y sus veinte columnas con sus veinte basas de bronce; los capiteles de sus columnas y sus molduras, de plata. El ancho del atrio, del lado occidental, tendrá cortinas de cincuenta codos; sus columnas diez, con sus diez basas. Y en el ancho del atrio por el lado del oriente, al este, habrá cincuenta codos. Las cortinas a un lado de la entrada serán de quince codos; sus columnas tres, con sus tres basas. Y al otro lado, quince codos de cortinas; sus columnas tres, con sus tres basas”.
Había 20 columnas tanto en el lado norte como en el lado sur del tabernáculo, y 10 columnas en los lados este y oeste, dando un total de 60 columnas. El número veinte es el número de madurez. En la cultura judía, un hombre alcanzaba la madurez cuando tenía veinte años (ver Ex. 30:14). Y el número diez representa el guardar la Ley. Estas 60 columnas representan a aquellos testigos maduros y fieles que declararon los estatutos y juicios de Dios a través de las sesenta generaciones del período del Antiguo Testamento.
La columna siempre nos habla de fortaleza y estabilidad.
Como Hijos de Dios, queremos ser columnas en la casa de Yavhé.
Esta es una promesa para los vencedores: “Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo” (Ap. 3:12).
Estas columnas eran de bronce. (Posiblemente estaban hechas de madera de acacia recubiertas de bronce.) Con excepción del acero, el bronce es la aleación más fuerte y dura que se conoce, por eso resiste la corrosión por más tiempo que el acero. Este metal simboliza los juicios y leyes invariables de Dios. El bronce también es usado en la Biblia para tipificar los juicios de Dios sobre el hombre a causa de su desobediencia (ver Lv. 26:19; Dt. 28:23). Las basas de bronce de las columnas estaban fijadas o enterradas en la arena.
Esto nos recuerda la visión que el apóstol Juan tuvo de Cristo, mientras estuvo en la isla de Patmos. El vio los pies de Cristo, que eran como de bronce, representando que Su caminata es en verdad, veracidad y juicio. Así, los fundamentos del tabernáculo fueron establecidos firmemente. Las columnas estaban conectadas una con otra por medio de varas o molduras (bandas) de plata. Éxodo 27:10 dice, “Sus veinte
columnas y sus veinte basas serán de bronce; los capiteles de las columnas y sus molduras, de plata”. Estas molduras unían todas las columnas y también les daban estabilidad y los alineaban.
La plata en la Biblia habla de la redención. La plata era el precio ha pagar para redimir a un esclavo (Ex. 21:32).
También, se requirió que todo hombre judío (de 20 años o mayor) pagara un rescate por su alma con valor de medio siclo de plata. Toda esta plata se reunió y se usó para la edificación del tabernáculo (Ex. 30:11-16; 38:25-28). Jesús fue traicionado por treinta piezas de plata, y por lo tanto, vino a ser nuestro rescate y redención (Mt. 26:15; 27:3-10).
Él murió en la cruz para redimirnos y ganarnos de vuelta para Dios. Él dijo en Mateo 20:28: “...el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos”. La redención de Cristo es lo que une a todos los creyentes en el cuerpo de Cristo.
Los capiteles y molduras hablan de los ministerios que son apoyo (aquellos que dan soporte a sus líderes, particularmente a sus pastores). Este fue el ministerio de Aarón y de Hur.
Ellos dieron soporte a Moisés y lo fortalecieron. Leemos de una ocasión en Éxodo 17:12: “Y las manos de Moisés se cansaban; por lo que tomaron una piedra, y la pusieron debajo de él, y se sentó sobre ella; y Aarón y Hur sostenían sus manos, el uno de un lado y el otro de otro; así hubo en sus manos firmeza hasta que se puso el sol”. Las molduras también son similares a las coyunturas en el sentido en que unen y conectan. En el Cuerpo de Cristo existen aquellos que funcionan como coyunturas para acortar la brecha y ser puente entre diferentes iglesias y denominaciones.
Las cortinas de lino del Atrio Exterior colgaban sobre cada pilar, sujetas por ganchos de plata. Así, vemos que no se sostenían por su propio poder. Como cristianos, nosotros no somos preservados por nuestro propio poder, sino que somos “guardados por el poder de Dios” (1 P. 1:5). Los padres siempre aprietan bien la mano de sus hijos cuando van a cruzar una calle muy transitada. De la misma manera, nuestro Padre celestial cuida de nosotros, como vemos en Juan 10:28: “y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás,
ni nadie las arrebatará de mi mano”. Sus brazos eternos siempre nos sostienen (Dt. 33:27).
La valla de lino estaba asegurada con cordones (o cuerdas) y clavos (estacas de tienda de campaña). Leemos en Éxodo 35:17-18, referente a esto: “las cortinas del atrio, sus columnas y sus basas, la cortina de la puerta del atrio; las estacas del tabernáculo, y las estacas del atrio y sus cuerdas”.
(ver también Ex. 39:40). Las estacas estaban hechas de bronce (Ex. 27:19), y eran similares a los clavos. Las estacas nos hablan de estar firmemente establecidos o fijados en el lugar que Dios nos ha designado. A Eliaquim se le dio esta promesa en Isaías 22:23: “Y lo hincaré como clavo en lugar firme; y será por asiento de honra a la casa de su padre”. ( Esd. 9:8).

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