PROMESA

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viernes, 19 de febrero de 2016

MI MENSAJE DE LOS VIERNES - “Abriendo de Nuevo “


Deja ya de humedecer tu rostro con lágrimas que no llegarán a su corazón, deja ya de mirar falsos horizontes buscando su silueta acercarse, deja ya de rasgarte el corazón tratando de quitar el tatuaje con su nombre que decidiste perpetuar, deja ya de lamentarte por haber decidido amar para siempre a alguien que no conoce de eternidad.
Abre la puerta, sólo tú lo puedes hacer, la llave tiene seguro y candado solamente por dentro, de nada sirve que te llamen, que te pidan desde afuera que dejes tu encierro si no eres tú quién decida abrir.
¿Cuánto tiempo estuviste?, ¿cuánto más quieres estar?, ¿A eso le llamas vivir?, asómate un poco a la ventana, mira que el cielo hoy sigue siendo azul, el verde de los campos es más intenso con la lluvia y las aves en el cielo siguen cantando alegres, la vida no cambia, la gente camina, corre, sonríe y llora, se alegra y se enoja, sin esa persona el mundo sigue girando, el calendario sigue volando, las oportunidades siguen pasando, pero lo más importante, tú sigues viviendo, sigues respirando y tu corazón te pide a gritos un trasplante de actitud, escúchalo, atiéndelo, no se vale vivir la vida a medias pudiendo tener un nuevo corazón, una nueva oportunidad, un nuevo comenzar.
Abre de nuevo la puerta, sal de tus propios límites, rompe las cadenas en las que te has enredado por el puro gusto inconsciente de causar en el otro una mirada de arrepentimiento, de lástima y de volver a ti. Tú no eres culpable de lo que pasó, tú no eres responsable de lo que se rompió, y tal vez tampoco la otra persona, porque no se trata de encontrar víctimas o señalar culpables, se trata de entender que la vida es así, un camino de crecimiento, de madurez donde hay que aprender a leer los sentimientos, las actitudes, los momentos juntos, los momentos felices y saber que a la vuelta de una página la historia cambia, con un tilde, con una exclamación, con un signo de interrogación o con una falta de admiración, con una palabra de más o a veces de menos, y aunque en ocasiones queremos hacer más largos los puntos suspensivos debemos entender que llegó el punto final.
El punto final de una historia, de un capitulo y a veces de un libro que hay que cerrar para abrir uno nuevo, uno con hojas en blanco, con emociones en rojo, con sueños en azul, con historias de colores y sentimientos en diferentes tonalidades. Abrir la puerta de nuevo, es abrir abrir el corazón y para abrir el corazón se necesita un trasplante de actitud, esa actitud que uno sólo no puede cambiar, que se necesita la fuerza para levantarse, que Dios es el que nos levanta, nos toma de la mano, nos fortalece y nos guía.
Acércate de nuevo a escuchar que hay vida del otro lado de tu puerta, entender que esa persona no era el aire que respiras, que tu corazón sigue latiendo, que hay un universo de bendiciones, de sorpresas de alegrías, de esperanzas, de personas, de momentos, de sonrisas, de nuevos aprendizajes, de crecimiento y que no vale la pena dejarlos ir encerrados en nosotros mismos, pensando en lo que “hubiera sido” dejando de vivir lo que hoy es.
Ya no te encierres, ¡Abre de nuevo a algo nuevo!
Paco Palafox
Feb. 19 2016

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