PROMESA

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sábado, 23 de enero de 2016

LA RESTAURACIÓN DE LA PATERNIDAD



Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos y el de los hijos hacia los padres.                                                                (Malaquías. 4:5­-6) 

En este año hemos conocido las  facetas de la paternidad de Dios. La Biblia nos da a conocer a través de distintos nombres de personajes bíblicos, características paternales muy importantes de las cuales Dios nos quiere hacer participes, con el propósito de poder acercarnos a él con confianza (Ef.3:12), y como consecuencia de ello ministrar a los nuestros de una forma adecuada.
 La palabra restauración, viene del heb. Kapotastasis; apo que sig. de vuelta, de nuevo y katastemi que sig. poner en orden, sabemos que el causante de la pérdida de una relación adecuada de padres a hijos es el enemigo, quien ha venido con engaño a robar la figura paterna, con el propósito que descuidemos nuestra viña (Cnt. 1:6), haciéndonos poner la mirada en las cosas del mundo, sabiendo que el que ama al mundo no puede conocer el amor del Padre ( 1º. Jn. 2:15,17).
También el término restauración se refiere a recuperar o recobrar, reparar, renovar, volver a poner una cosa en el estado que tenía al principio. La Biblia nos enseña que cuando algo era restaurado, ello se predisponía a crecer, multiplicarse o mejorarse, de manera que su condición final supera la inicial (Joel 2:24,27), (Job. 42:12,17). Otra palabra que nos puede ayudar a comprender más acerca de la restauración es la palabra volver, que viene del heb. shuwb shoob que sig. Prestarle atención a alguien, lo que nos deja ver que como padres de familia debemos prestar la debida atención a nuestros hijos y permitirles que se acerquen confiadamente a nosotros para suplirles todas sus necesidades materiales y espirituales, así como nosotros nos acercamos confiadamente a Dios (Ef. 3:12).  La Biblia nos muestra que nuestro Señor Jesucristo clamó al padre utilizando la palabra Abba,(Mr.14:36) que literalmente significa Oh Padre, como un ferviente ruego de un hijo hacia un padre amado, pero seguido de una afirmación de obediencia incondicional, lo que nos deja entender la confianza, intimidad y sumisión, juntamente con un aprecio maduro de la relación filial y sus responsabilidades. Se afirma que esta palabra, estaba prohibida a los esclavos, para dirigirse al padre de familia; nosotros en otros tiempos éramos esclavos, pero Dios nos ha hecho libres por medio de su hijo Jesucristo, por lo cual podemos decir con toda libertad Abba Padre (Gal.4:6,7). Los nombres que hemos estado estudiando inician con la palabra AB o sea Padre. 
A continuación estudiaremos algunos de estos nombres bíblicos que nos pueden ayudar a comprender más acerca de la paternidad de Dios:
  • ABIATAR (Nombre que significa Padre de la abundancia, fuente de riqueza, (1 Sam.22:21) viene de la raíz Ab padre y leqach que significa recibir alguna cosa. La palabra abundancia viene del heb. Perisseia = medida sobreabundante, algo por encima de lo ordinario y pleroma = plenitud, de lo cual una cosa está llena (Ef.. 3:19 ). Es importante conocer que nuestro padre es fuente de abundancia, y que sus pensamientos son de continúo hacernos el bien (Jer.29:11), por lo que él nos da mucho más abundantemente de lo que pedimos (Ef.3:20), y que esa abundancia no es solo en lo material, sino también en lo espiritual como por ejemplo: fi Nos abunda en gracia (Ro.5:17), esto significa que la abundancia de gracia nos hará aceptos y agradables delante del Padre y de los hombres por medio de Jesucristo. Recordemos que por cuanto abundo el pecado sobreabundo la gracia (Rom.5:20), para justicia, alcanzando por ella la vida eterna. fi Nos Abunda en gozo (2 Cor.8:2), esto no es simplemente un sentimiento de alegría y regocijo, sino antes bien, el producto de una vida bajo el impacto del Espíritu Santo. Este gozo puede verse reflejado aun en medio de la prueba (2ª. Cor. 7:4), y podemos entender que el apóstol Pablo aprendió a estar contento cualquiera que fuera su situación, porque sabia que el gozo que Dios da, no depende de las cosas externas sino de la condición interna, porque Dios producirá un gozo inefable y glorioso que nos fortalece (1º P.1:8). David lo llego a conocer como un padre que abunda , ya que decía mi copa esta rebosando.(Sal. 23:5). Nos abunda de fe, virtud, conocimiento, dominio propio, perseverancia, fraternidad, y amor para que no estemos ociosos y sin fruto (2 Ped.1:4­9), y el mismo Señor Jesucristo dijo Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo. (Jn. 5:17), y si abundamos en estas cosas el enemigo no podrá abundarnos en malicia (Stg.1:21). fi Otra abundancia que nos da el Padre, son las riquezas (Dt. 8:18,19,) aunque el enemigo ha tratado de desvirtuar la verdadera riqueza que viene de parte de Dios, la cual no añade tristeza (Pr. 10:22) inclusive dentro de la iglesia con la doctrina de la falsa prosperidad, que nos habla del constante reclamar nuestra bendición ya que somos hijos del Rey, y que por esta causa debemos tener lo mejor, pero sabemos que debemos tener un equilibrio, ya que la Biblia nos enseña que debemos ser prosperados, así como prospera nuestra alma ( 3º Jn.2). El Padre es bueno y nos desea abundar en todas las cosas. Por lo tanto debemos acercarnos a él con confianza, aún si le hemos fallado, ya que también nos ofrece la abundancia de su misericordia (Ef.2:4). También debemos de saber que en medio de nuestra necesidad, nuestro Padre puede abundar aun en lo poco que nos quede, como en el caso de los panes y los peces (Mt. 15:32,39), y el de la viuda que alimentó a Elías (2ª. Rey.4:1,7).
  • ABISAI ( Nombre que significa Padre del don o padre de un regalo) La palabra Don significa dádiva o regalo, hemos entendido que nuestros padres nos dan buenas dádivas, otros solo nos las prometieron y por alguna razón nunca pudieron cumplirlas. El padre quiere enseñarnos que el nos da regalos aún mayores a los que deseamos, y que no es mentiroso, sino fiel para cumplir sus promesas, y aún los deseos de nuestro corazón. Por eso sabemos que todo don perfecto desciende de lo alto (Sant.1:17), y como hijos debemos anhelar los dones o regalos, que aunque no los merecíamos, nos los da gratuitamente (1ª. Cor. 14:1). Uno de esos regalos hermosos fue el permitirnos conocer a su hijo Jesucristo para que fuésemos salvos (Jn.3:16), pero no solo eso, sino con el hijo nos dio todas las cosas. Cuando hablamos de Abisai, vemos que descendió a defender a David, cuando un gigante lo quería matar. (2ª. Sam. 21:16,17), lo cual que nos da seguridad, sabiendo que existen gigantes que se van a levantar en contra de nosotros, pero que la Biblia dice que nuestro Padre es poderoso gigante ( Jer. 20:11), y así como Dios tiene cuidado de nosotros (1ª. Ped. 5:7), de esa misma manera debemos de cuidar de nuestros hijos cuando el enemigo se quiera levantar en contra de ellos.
Los tiempos son finales, y las promesas de Dios se cumplirán, la restauración de la paternidad, está a la puerta, solo necesitamos un corazón dispuesto y debe iniciar en nosotros como hijos de Dios y luego como padres, en un circulo virtuoso, sabiendo que en Cristo somos nuevas criaturas y si alguien ha sido mal ministrado por sus padres terrenales o espirituales; la Biblia nos enseña que todas las maldiciones han sido clavadas en la cruz del calvario (Col. 2:14). Y que ahora podemos acercarnos con confianza a Dios sabiendo que El cumple todas sus promesas (2ª. Co.1.2).

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