PROMESA

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martes, 5 de mayo de 2015

1ª DE PEDRO 2


Entonces, no hagan ningún mal: no digan mentiras, no sean hipócritas, no sean envidiosos ni se maldigan unos a otros. Sean como bebés recién nacidos y busquen con ansias la leche espiritual pura. Así podrán crecer y ser salvos, ya que han saboreado lo bueno que es el Señor Acérquense al Señor Jesús, quien es la piedra viva, rechazada por los hombres, pero elegida y de mucho valor ante Dios. Ustedes también son como piedras vivas que Dios utiliza para construir un templo espiritual. Ustedes sirven a Dios en ese templo como sacerdotes santos, y por medio de Jesucristo ofrecen sacrificios espirituales agradables a Dios. Pues así también dice la Escritura:
«Miren, pongo en Sion la piedra principal, elegido por su mucho valor.
El que confíe en esa piedra, no será defraudado». Para ustedes los que creen, esa piedra les dará honra; pero en cuanto a los que no creen:
«La piedra que los constructores rechazaron se ha convertido en la piedra principal».Para los que no creen, esa piedra también es:
«Una piedra de tropiezo y roca de escándalo». 
Tropezaron porque no obedecieron el mensaje; eso es lo que Dios tenía planeado para ellos. Pero ustedes son un pueblo elegido por Dios, sacerdotes al servicio del Rey, una nación santa , y un pueblo que pertenece a Dios. Él los eligió para que anuncien las poderosas obras de aquel que los llamó a salir de la oscuridad para entrar en su luz maravillosa. Antes, ustedes no eran ni siquiera un pueblo, pero ahora son el pueblo de Dios. Ustedes no habían recibido compasión, pero ahora han recibido la compasión de Dios. Estimados hermanos, ustedes son como exiliados y refugiados en esta sociedad. Por eso les ruego que luchen para no complacer aquellos deseos humanos que van en contra de su nueva vida. Ustedes viven rodeados de gente que no cree y tal vez ellos digan que ustedes hacen el mal; sin embargo, si ustedes llevan una vida honesta, ellos verán el bien que ustedes hacen y alabarán a Dios el día que él venga a juzgar a todos.
Por el honor que le deben al Señor, respeten a todo ser humano: tanto al emperador, que es la máxima autoridad, como a los gobernadores que son enviados por el emperador para castigar a los que hacen el mal y elogiar a los que hacen el bien. Dios quiere que ustedes hagan el bien para que de esa manera los insensatos dejen de hacer acusaciones ignorantes en contra de ustedes. Vivan como gente libre, pero no usen su libertad como excusa para hacer el mal. Vivan como siervos de Dios. Respeten a todos y amen a los hermanos de la familia de Dios. Teman a Dios y den honor al emperador. Esclavos, acepten con respeto la Autoridad de su amo, no importa si él es amable y bueno, o si es malo. Pues Dios bendice a los que están dispuestos a sufrir y soportar dolor injustamente con tal de cumplir la voluntad de Dios. Si son castigados por hacer el mal, no hay por qué felicitarlos cuando soporten el dolor, pero si hacen el bien y soportan con paciencia el sufrimiento, Dios los bendecirá. Dios los llamó a soportar tal sufrimiento. Es que Cristo mismo sufrió por ustedes, y así les dejó un ejemplo a seguir para que ustedes sigan sus pasos.
«Él no cometió pecado ni jamás engañó a nadie». 
Cuando insultaban a Cristo, él no respondía con insultos, y cuando sufría no respondía con amenazas. Él dejó todo en manos de Dios, quien siempre juzga con justicia. En la cruz, Cristo cargó nuestros pecados en su propio cuerpo para apartarnos de ellos y para que vivamos como le agrada a Dios; por las heridas que él sufrió, ustedes fueron sanados. Ustedes eran como ovejas perdidas, pero ahora han regresado al Pastor y Protector de sus vidas. 

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