PROMESA

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miércoles, 13 de noviembre de 2013

ARMADURA DE DIOS


“Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo” (Efesios 6:11).
“Ponerse” indica una acción que tú debes tomar. La descripción básica de la armadura de Dios es dada en Efesios 6:10-17.
Pablo enfatiza que la batalla no es natural y que las armas naturales son inefectivas. Las batallas espirituales deben ser peleadas con armas espirituales. Pablo describe la armadura a ser usada en la guerra espiritual.
“Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo y, habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñida vuestra cintura con la verdad, vestidos con la coraza de justicia y calzados los pies con el celo por anunciar el evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios” (Efesios 6:13-17).
El propósito de la armadura es ser capaz de permanecer en contra de los ardides (engaños, astucias, maldades) del enemigo, Satanás. Es tu responsabilidad ponerte la armadura:
“Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo” (Efesios 6:11).
“Al contrario, vestíos del Señor Jesucristo y no satisfagáis los deseos de la carne” (Romanos 13:14).
“La noche está avanzada y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas y vistámonos las armas de la luz” (Romanos 13:12).
La frase “vestíos de toda la armadura” significa “ponerse una vez y por todas”. Tu armadura espiritual no es como una uniforme que te pones en el tiempo que lo necesitas. Te pones la armadura una vez para siempre y la dejas puesta el resto de tu vida. A semejanza de un soldado en el campo de batalla que no se quita su armadura, no dejarás tu armadura hasta que vayas a estar con el Señor. Si no tienes puesta tu armadura en todos los tiempos, eres vulnerable al enemigo. Es sabio chequear con frecuencia que cada pieza de tu armadura espiritual está todavía en lugar.
La primera división de la armadura cubre tres cosas que ya has hecho en el pasado. 
“Habiéndose puesto” indica algo que tú YA has hecho si eres un creyente.
  • Ceñida vuestra cintura con la verdad (Versículo 14).
  •  Revestidos con la coraza de la justicia (Versículo 14).
  •  Calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz (Versículo 15).
La segunda división incluye cosas que han de ponerse en el presente:
  • Tomar el escudo de la fe (Versículo 16).
  • Tomar el yelmo de la salvación (Versículo 17).
  • Tomar la espada del Espíritu (Versículo 17).
En Efesios 6:11 Pablo enfatiza el ponerse TODA la armadura de Dios. Algunos de nosotros estamos preocupados más con una pieza de la armadura de Dios hasta el punto que las otras son olvidadas. Debes tener puesta toda la armadura o puedes encontrarte a ti mismo un experto en el uso de la “espada del Espíritu” y así todo derrotado porque olvidaste el escudo de la fe.
EL CINTO:
La primera pieza de la armadura en abrocharse es el cinturón o cinto de la verdad. En el mundo natural, un traje de armadura era atado al cinto el cual sostenía las otras piezas de la armadura en lugar. La verdad de la Palabra de Dios es el cinto espiritual al cual todas las otras piezas de la armadura se atan. El primer ataque de Satanás sobre el hombre fue en relación con la verdad:
“La mujer respondió a la serpiente: —Del fruto de los árboles del huerto podemos comer, pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: “No comeréis de él, ni lo tocaréis, para que no muráis”. Entonces la serpiente dijo a la mujer: —No moriréis” (Génesis 3:2-4).
La verdad te protegerá de las mentiras y errores doctrinales del enemigo. La verdad es la que ciñe tu armadura espiritual. Has de tener tus lomos (tus órganos vitales espirituales) cubiertos con la verdad:
“Estad, pues, firmes, ceñida vuestra cintura con la verdad” (Efesios 6:14).
¿Qué es la verdad?
  •  Jesús dijo, “Yo soy la verdad”. Juan 14:6.
  •  El Espíritu Santo es el “Espíritu de Verdad”. Juan 14:17.
  •  Dios es verdad. Romanos 3:4.
  •  La Palabra de Dios es verdad. Salmos 119:151.
  •  El Evangelio es verdad. Colosenses 1:5.

LA CORAZA:
En el mundo natural, la coraza cubre la parte superior del cuerpo del guerrero para proteger sus órganos vitales tales como el corazón, pulmones, etc. La coraza espiritual de la justicia no se refiere a tu justicia, sino a la cobertura de la justicia de Cristo:
“Y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que se basa en la Ley, sino la que se adquiere por la fe en Cristo, la justicia que procede de Dios y se basa en la fe” (Filipenses 3:9).
No te mantienes en tus propios méritos. Te sostienes en Cristo. No puedes enfrentar al enemigo sin la protección de la justicia de Cristo:
“En palabra de verdad, en poder de Dios y con armas de justicia a diestra y a siniestra” (2 Corintios 6:7).
La justicia de Cristo protege tu “órganos vitales” espirituales de los ataques de Satanás y de la impiedad. La coraza de justicia debe ser abrochada sobre el cinto de la verdad.
LAS SANDALIAS O ZAPATOS
Existen diferentes tipos de zapatos para diferentes propósitos. Algunos son para caminar, otras para actividades deportivas . Los zapatos del soldado son de otro tipo... son zapatos designados para la guerra. Un soldado que no es capaz de avanzar en el campo de batalla es incapaz en la guerra.
“Y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz” indica una actitud de alerta para avanzar en el reino espiritual. Estos zapatos espirituales protegen tu voluntad de la tentación del enemigo que te guiaría en caminos equivocados. Indican tu disposición para hacer toda buena obra y para difundir el evangelio en todas las naciones. Estos zapatos espirituales te capacitarán también para “mantenerte” contra el enemigo como Pablo nos anima a hacer (Efesios 6:14).
EL ESCUDO:
En el mundo natural, el escudo era usado para proveer protección al cuerpo entero del guerrero. Tu escudo espiritual es llamado el “escudo de la fe”.
Hay varios tipos de fe mencionadas en la Biblia. Hay fe de salvación, el don de la fe, y el fruto espiritual de fe. Pero la palabra “fe” cuando es usada en relación con el “escudo de la fe” habla de fe defensiva. Esta fe es una firme confianza en Dios que protege todo tu ser. Te protege de los misiles de duda e incredulidad enviados por el enemigo. Este escudo de fe es una confianza en Dios que desvía todos los dardos del enemigo de su objetivo.
El escudo de la fe es una constante aplicación de la Palabra de Dios a los asuntos de la vida. Es una fe que te capacita para vencer a las fuerzas malignas del mundo:
“Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe” (1 Juan 5:4).
Combinada con el amor de Dios, la fe es más efectiva:
“Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de la fe y del amor, y con la esperanza de salvación como casco” (1 Tesalonicenses 5:8).
Es fe basada en la verdad:
“Con sus plumas te cubrirá y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y protección es su verdad” (Salmos 91:4).
Es fe basada en la salvación:
“Me diste asimismo el escudo de tu salvación; tu diestra me sustentó y tu benignidad me ha engrandecido” (Salmos 18:35).
Sin fe, no tienes entendimiento de la verdad. Sin fe no puedes recibir salvación. Sin fe no puedes ir con el evangelio de la paz. Sin fe no puedes reclamar la justicia de Cristo y usar efectivamente la espada del Espíritu que es la Palabra de Dios.
La fe no es una suposición o una idea. Es un hecho basado sobre la Palabra de Dios. Puedes incrementar tu fe al escuchar la Palabra de Dios (Romanos 10:17), actuando sobre tu fe presente (Romanos 1:17), y por buscar a Dios (Hebreos 12:2).
EL YELMO:
El yelmo de la salvación no es algo que te pones cuando eres salvo. Recuerda, estamos tratando con armaduras espirituales aquí, y se supone que eres un creyente y un miembro del ejército de Dios antes que comiences a ponerte la armadura.
El yelmo de la salvación representa una mente regenerada. Representa un pensamiento de vida transformado y renovado. Aprenderás luego en este curso que Satanás desesperadamente batalla por el control de la mente. Una mente indisciplinada hace del guerrero cristiano una presa fácil de los engaños pecaminosos del enemigo.
Pablo habla del yelmo como de la “esperanza de la salvación” en 1 Tesalonicenses 5:8. La salvación, cuando es apropiadamente experimentada y entendida, protege tu mente. La salvación abraza el pasado, el presente y el futuro. Has sido salvado de la pena y culpa del pecado pasado. Eres salvo del poder del pecado en el presente. La “esperanza de la salvación” se refiere a la salvación en el tiempo futuro. Es la salvación final de la presencia del pecado cuando Jesús regrese. Las esperanza de esta salvación futura fortalece tu mente contra los ataques de Satanás. Tienes una esperanza confiada en el futuro porque Dios está obrando Su propósito:
“Él nos dio a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, de reunir todas las cosas en Cristo, en el cumplimiento de los tiempos establecidos, así las que están en los cielos como las que están en la tierra” (Efesios 1:9-10).
LA ESPADA DEL ESPÍRITU:
La “espada del Espíritu” es la Palabra de Dios. Es tanto un arma ofensiva como defensiva. Ya aprendiste cómo Jesús usó la Palabra en defensa contra los ataques de Satanás. 
ORACIÓN:
Después de describir la armadura del soldado cristiano, Pablo comenta:
“Orad en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velad en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos” (Efesios 6:18).
Ambas la Oración y la Espada del Espíritu van juntas.


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