RESPUESTA

El día 4 de este mes una persona dejo el siguiente comentario:
gracias¡¡ pero tengo dudas porque no veo un solo acto profetico en el nuevo testamento ni la mencion de el por el apostol pablo en sus cartas ni en el libro de los hechos, ni mucho menos por nuestro señor jesucristo. lo k si veo es al señor enviando a sus disipulos y mandando que se guarde su palabra en LA SAL, COMO ELEMENTO PROFÉTICO

Debo decir que recién hoy lo leí, no muchos dejan comentarios, cuando sería muy interesante ya que además de servir para quitar cualquier duda, serviría para ponernos en contacto.

Respondo la pregunta:

En tiempos antiguos, la sal era tan valiosa que se usaba como dinero. De echo, la palabra salario se deriva de la palabra sal. Salarium viene del latín “dinero en sal” y se refería a la paga de los soldados romanos. Hoy día, en algunas partes del mundo la sal es muy valiosa. Se valora por sus propiedades de condimentar y preservar, y lo esencial que es al cuerpo humano.

   En tiempos bíblicos, la sal también tenia significado religioso. No solo se usaba para sazonar la comida (Job 6:6), sino que tenia una conexión intima con los pactos y compromisos personales. Llamada la “sal del pacto”, se usaba en todas las ofrendas (Lev. 2:13) y era un símbolo de “preservar” los pactos hechos con Dios (Num. 18:19; 2 Cron. 13:5).

También se utilizaba para desinfectar las heridas como antiséptico.

   Jesús llamo a sus discípulos a ser la sal de la tierra y la luz del mundo. Los profetas del antiguo pacto eran la sal de la tierra de Cana; pero los cristianos son llamados a ser sal de toda la tierra, porque Jesús dijo id por todo el mundo y predicar el evangelio. ¿Cómo es que unos pocos pueden afectar el mundo entero? ¡Trabajando silenciosamente como la sal con el evangelio de Cristo! Como un puñado de sal se dispersa a través de toda la comida, la enseñanza del evangelio se dispersa ampliamente, penetrando y llegando hasta los corazones de los hombres (Hechos 2:37). La sal del evangelio nos limpia el alma y a preserva de la descomposición espiritual. Es un pacto eterno entre Dios y todos los verdaderos creyentes.

   Tal como la sal era requerida en todos los sacrificios de ofrenda, los cristianos necesitan ser “salados,” para ser la sal de la tierra. El mundo se corroe con la ignorancia y el pecado. Por esta razón, Cristo nos envía a sazonar el mundo a través de nuestra vida y enseñanza, con la sabiduría y gracia del evangelio, ¡para hacer aceptables a Dios a todos los creyentes fieles! ¡Se la sal de la tierra!