La fe como fruto del Espíritu se traduce mejor como fidelidad. En Romanos 1:17 hallamos una cita que hace el apóstol Pablo de Habacuc 2:4. Este texto en hebreo tiene definitivamente el sentido de "fidelidad". Pero debemos recordar que en el Nuevo Testamento jamás se habla de la fe como una actitud mental solamente. Siempre se da la idea de fidelidad y obediencia a Dios. En Gálatas 5: 19-23 se hace un contraste bien marcado entre las obras de la carne y el fruto del Espíritu. Esto es también una prueba más de que la fe como fruto es esencialmente la fidelidad del cristiano.
En cambio, como don del Espíritu Santo, la fe es la manifestación del poder de Dios en obras y portentos
Cristo es el autor y consumador de la fe, y produce fe en nosotros por su Espíritu Santo. Es el Espíritu quien nos vivifica, Justificándonos por la fe y haciendo que triunfemos sobre el mundo, el pecado y la carne.
La fe verdadera siempre está vinculada con Cristo, "Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo" - 1ª Corintios 3:11.
Ella es la virtud específica que mantiene un continuo contacto con Cristo, depende de él, descansa en él. "Porque por le andamos, no por vista" – 2ª Corintios 5:7.
La fe es la llave que abre todas las puertas del cielo a nuestro favor. Todas las promesas de Dios se reciben por fe. Dios nos insta a que crezcamos en fe, permanezcamos firmes en la fe, mantengamos y guardemos la fe, peleemos la buena
batalla de la fe, seamos ricos en fe; y resistamos al diablo firmes en la fe.
‘Velad, estad firmes en la fe, portaos varonilmente, y esforzaos" –
1ª Corintios 16:13.
Dios es fiel
El Señor es digno de la más entera confianza, esto incluye el cumplimiento
de sus promesas y la ejecución de sus juicios. Las promesas de Dios son
veraces, tienen el total respaldo del cielo; por lo tanto, su pueblo debe
reposar completamente en ellas.
El diablo nunca cumple sus promesas. Los hombres a veces, ya que el hombre no
puede prever el futuro y los incidentes del futuro pueden hacer imposible el
cumplimiento de lo que habían prometido. Pero Dios siempre cumple, es fiel.
Cuando Dios formula sus promesas, conoce el futuro; y él no haría promesas si
viera algo que pudiera estorbar la realización de las mismas.
Pablo dice: "Porque todas las promesas de Dios son en él Si, y en
él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios" – 2ª Corintios
1:20,
En el Señor no hay mudanza ni sombra de variación, él no es hijo de
hombre para que mienta o se arrepienta. Todo lo que él promete en su Palabra lo
hará. "El nos ha dado preciosas y grandísimas promesas para que por ellas
llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina"
– 2ª Pedro 1:4.
El mar de las promesas del Todopoderoso es
Insondable. David decía que nuevas son cada mañana las bendiciones del Señor.
El es
fiel. Las promesas son para nosotros. Ellas son los medios más
eficaces para que comprobemos la existencia y la fidelidad de Dios.
¿Qué ateo puede convencer al cristiano que Dios no existe, cuando
podemos comprobar que él cumple su Palabra? ¿Qué Incrédulo podré negarnos la
realidad del Señor, cuando él nos bautiza con el Espíritu Santo y nuestro
corazón reboza de gozo, brotando de nuestro ser un incontenible torrente de
poder?
Josué, al comprobar que Dios es fiel a su Palabra, dijo:
"Reconoced, pues, con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma, que no
ha faltado una palabra de todas las buenas palabras que Jehová vuestro Dios
había dicho de vosotros; todas os han acontecido, no ha faltado ninguna de
ellas" - Josué 23:14.
Pero además, Dios es fiel a su Palabra, no sólo confirmando sus
promesas, sino también ejecutando sus juicios. Su veracidad hace que lleve a
cabo sus juicios tan ciertamente como corrobora sus promesas. Los
desobedientes, incrédulos y enemigos no pueden escapar de su ira: "Mas
sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas es según
verdad" - Romanos 2:2.
El día que se cumpla la maravillosa promesa de la Segunda Venida de
Cristo será de gozo y algarabía para los santos: "Porque es Justo delante
de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan, y a vosotros que sois
atribulados daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús
desde el cielo con los ángeles de
su poder" – 2ª Tesalonicenses 1:6-7. Pero ese mismo día será de
tribulación, angustia y desesperación para los impíos y desobedientes, ya que
Cristo se manifestará para ellos "En llama de fuego, para dar retribución
a los que no conocieron a Dios, ni obedecen el evangelio de nuestro Señor
Jesucristo: los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la
presencia del Señor y de la gloria de su poder, cuando venga en aquel día para
ser glorificado en sus santos y ser admirado por todos los que creyeron" -
2ª Tesalonicenses 1:8-10.
"Dios es fiel" – 1ª Corintios 1:9. "Conoce, pues, que
Jehová tu Dios, es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los
que le aman y guardan sus mandamientos" Deuteronomio 7:9.
El Señor es leal así mismo, cumple con su palabra, guarda los pactos que
establece con el hombre; él es infalible e inmutable. Jeremías, desde la
profundidad de su alma exclamaba: "Grande es tu fidelidad" -
Lamentaciones 3:23.
La fidelidad de Dios es alta y sublime: "Jehová, hasta los cielos
llega tu misericordia, y tu fidelidad alcanza hasta las nubes" - Salmo
38:5. Ella es eterna:
"Porque ha engrandecido sobre nosotros su misericordia, y la
fidelidad de Jehová es para siempre. Aleluya" - Salmo 117:2. "De
generación en generación es tu fidelidad" Salmo 119:90.
En el Nuevo Testamento se presenta a Cristo como: "Misericordioso y
fiel sumo sacerdote" - Hebreos 2:17. "Por tanto, hermanos santos,
participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote
de nuestra profesión, Cristo Jesús; el cual es fiel al que le constituyó" Hebreos 3:1 -2.
En su gloria y magnificencia de los cielos Jesús es "el testigo
fiel", y su nombre "Fiel y Verdadero" - Apocalipsis 1:5; 19:11.
Y aquellos que irán con
él "son llamados elegidos y fieles" - Apocalipsis 17:14.
Fidelidad en el servicio
"Mis ojos pondré en los fieles de la tierra, para
que estén conmigo; el que ande en el camino de la perfección, este me
servirá" - Salmo 101:6.
Dios requiere fidelidad para su servicio:
"Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado
fiel" - 1ª Corintios 4:2.
Esta fidelidad debe mostrarse aún en los detalles más pequeños de
nuestras actividades. "Las moscas muertas hacen heder y dar mal olor al
perfume del perfumista; así una pequeña locura, al que es estimado como sabio y
honorable" Eclesiastés 10:1.
¿Cuál es el camino al éxito en
toda empresa de
actividad humana?
"Sé fiel hasta la muerte, y yo
te daré la corona de la vida" - Apocalipsis 2:10, nos dice el divino
maestro. Fiel hora por hora, jornada tras jornada, año tras año.
Siempre, uno de los indicios del éxito en el ministerio cristiano es la
determinación de hacer las cosas acabadamente bien; por insignificantes que
parezcan, y asimismo rechazar cuanto de vulgar, chapucero y común hagan los
demás.
Es necesario ser fiel a nuestro llamamiento, fiel al ministerio Hacer lo
mejor posible poniendo todo nuestro corazón en la labor que desempeñamos.
No permitamos nunca que nada nos desaliente. Eliminemos todo pensamiento
de inferioridad, deficiencia o temor.
José es un evidente ejemplo de fidelidad a Dios, cuando la esposa de
Potifar se enamoró de él instigándolo al pecado, se mantuvo fiel al Señor y a
su amo. Guardó su pureza, y ha quedado en la Biblia como uno de los caracteres
más elevados y santos. Su fidelidad a Dios le levantó a alturas alpinas, porque
aunque tuvo que padecer en la cárcel por un pecado que nunca había cometido;
sin embargo, Dios reivindicó a su siervo elevándolo a la categoría de primer
ministro de Egipto, el
imperio más poderoso de aquel entonces.
Daniel es uno de los siervos de Dios más sobresalientes por su lealtad.
En medio de una nación idólatra
y pagana como Babilonia, y siendo cautivo en una tierra extraña,
se mantuvo siempre muy cerca del Señor. Como José en Egipto, llegó a ser el
primer ministro de Nabucodonosor, el monarca que gobernaba el mundo. Tuvo que
enfrentar cruentas oposiciones, pero el triunfo constantemente estuvo de su
parte.
La envidia y los celos de sus adversarios quisieron destruirle, pero él
siguió adelante. "No podían hallar ocasión alguna o falta, porque él era
fiel, y ningún vicio ni falta fue hallado en él" - Daniel 6:4. Ni la
amenaza de los leones hambrientos y furiosos lograron menguar en él su
fidelidad y devoción a Dios.
En la iglesia primitiva
brilla con fulgor esplendente el joven Timoteo como ejemplo de apego y
fidelidad a Dios. Pablo dijo de él; "Por eso mismo os he enviado a
Timoteo, que es mi hijo amado y fiel en el Señor" - 1ª Corintios 4:17.
Desde temprana edad él había aprendido las Sagradas Escrituras y su fe era
encomiable, "Trayendo a la memoria la
fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu
madre Eunice, y estoy seguro que
en ti también" - 2ª Timoteo 1:5
Moisés, Samuel. David, Epafras, Onésimo, Tíquico, Gayo, todos ellos dice
la Biblia fueron especialmente "fieles". Desempeñaron sus funciones con
intensa perseverancia, fueron personas de confianza. Se caracterizaron por su
valentía y decisión en el ideal supremo de cumplir con la voluntad del
Todopoderoso.
Perfección de la fidelidad
La fidelidad, como virtud cardinal del Espíritu Santo puede y debe
perfeccionarse. Cuanto más fiel seamos, mejor realizaremos la labor encomendada
por el Señor. Si somos fieles en lo poco, el Señor sobre mucho nos pondrá.
Nuestra fidelidad necesita permanente y constante vigilancia y esmerado
cultivo para concretarse en hechos excelentes. Noé fue varón justo, perfecto,
caminó con Dios; se mantuvo fiel a pesar de las críticas y burlas de los de su
generación. Por muchos años estuvo pregonando el mensaje del Señor, pero no
creyeron sus advertencias, hasta que vino el diluvio y los destruyó a todos.
Pero el fiel Noé con su familia pudo
salvarse porque perseveró hasta el fin.
Dios quiere perfeccionar nuestra fidelidad. El nos ha escogido para que
hagamos grandes cosas para su causa,
Si examinamos en la historia del cristianismo la
lista de los hombres que han dejado huellas indelebles veríamos, por regla
general, que no se distinguieron por sus grandes intelectos o por poseer
formidables memorias; quizás
no prometían mucho al principio de su carrera, pero se consagraron al Señor;
perseveraron, perfeccionaron su fidelidad hasta que acabaron cumplidamente su
carrera. Su infatigable labor, el esfuerzo sostenido en servir al Señor, les
fue capacitando hasta llegar a ser sobresalientes herramientas en
las manos de Dios.
Mayor posibilidad tienen de triunfar en el ministerio cristiano los que
desde temprano se acostumbran a hacer lo más perfectamente posible todo lo que
les llega a las manos.
Una lectura bíblica,
un cántico que elevamos al cielo, una oración, una visita a un enfermo; o
cualquier actividad, por sencilla que sea, hagámosla de corazón; lo mejor
posible, porque es para el Señor.
Policarpo, discípulo del apóstol Juan, fue encarcelado durante una de la
persecuciones del emperador romano Antonino Pío y llevado ante el gobernador.
Al serle ofrecida la libertad si
maldecía a Cristo contestó:
"Ochenta y seis años he servido a Cristo, y él nada me ha hecho
sino el bien; ¿cómo, pues, podría yo maldecirle a él, mi Señor y Salvador?" Enseguida fue quemado vivo. Policarpo fue fiel al Señor hasta la muerte, y sin
duda que recibió del Señor una recompensa eterna.
Seamos fieles, cada vez más fieles. Abramos el corazón para que el
Espíritu Santo lo llene de fidelidad. Dios pone sus ojos en los fieles de la
tierra, - Salmo 101.6.
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