“Y estas mis palabras con que he orado delante de YHWH, estén cerca de YHWH nuestro Dios de día y de noche, para que él proteja la causa de su siervo y de su pueblo Israel, cada cosa en su tiempo”
(1° Reyes 8:59).
Para experimentar un avivamiento personal profundo debemos estar
cada día más cerca de Dios, para que su presencia esté en medio de su pueblo
guiando y restaurando cada corazón herido. Cuando deseamos de todo corazón
estar cerca de un Dios poderoso, amoroso, fiel y verdadero, podemos comenzar
una relación genuina que durará toda nuestra vida y será de sostén en nuestro
caminar.
Oramos para tener un
acercamiento constante a Dios, y para que podamos acercar a otros a ÉL y nuestro corazón este siempre inclinado
a oír su voz. Para que podamos reflejar a otros lo que hay en nuestro interior,
SER CARTAS LEÍDAS, para que Dios sea nuestro
anhelo constante.
Nos hemos tomado 40 días
para clamar, transformando nuestras vidas, llevando a los pies de Cristo cada
una de las peticiones. Ahora es tiempo de clamar por lo que viene. Amén
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