La primera función u operación de la Mente de Cristo en nosotros, es el Espíritu de sabiduría. El Espíritu de sabiduría es simplemente todos los pensamientos sobrenaturales de Dios que ya ha puesto en nuestros corazones en nuestro nuevo nacimiento. La escritura nos dice que la Palabra de Dios—Su Sabiduría—es escrita, inscrita y grabada en nuestros corazones en el momento en que creímos en Él.
La Sabiduría de Dios es Su inteligencia sobrenatural—Su conocimiento secreto. En como un misterio escondido que sólo puede ser revelado por el Espíritu de Dios.
“ Para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento ” (Colosenses 2:2-3)
La Sabiduría de Dios no es una sabiduría del mundo, porque no puede ser comprada, estudiada, o ganada. Es por esto que parece que Dios tan a menudo usa las “cosas vanas del mundo” para confundir a los sabios. Dios usa, no necesariamente a los inteligentes, sino a los que no eran favoritos. Por ejemplo, Moisés y David en el Antiguo Testamento y Pedro en el Nuevo Testamento.
Hay muchos hombres altamente inteligentes que tienen conocimiento exhaustivo de la sabiduría del mundo, pero ignoran completamente la sabiduría de Dios, Sus pensamientos y Su Palabra.
Compramos recientemente los Grandes Libros de Britannica, que incluyen todos los escritos de las grandes mentes de la historia: Platón, Aristóteles, Virgilio, Dante, Chaucer, Shakespeare, Descartes, Spinoza, Newton, Kant, Hegel, Darwin, Marx, Tolstoi, Freud, etc. Al hojear para ver qué pensaban esos hombres acerca de qué es nuestra mente , aun cuando esos hombres eran tan talentosos en tantas áreas con conocimiento humano, muy pocos de ellos comprendían la verdad.
Como Job declara, “ No son los sabios los de mucha edad …” (Job 32:9) Y, 1° Corintios 1:19, “ Pues está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, Y desecharé el entendimiento de los entendidos”
La Sabiduría de Dios es nuestro plan para vivir. Su Sabiduría nos dirá cómo entrar, salir, y discernir entre lo bueno y lo malo .Cómo necesitamos desesperadamente todos saber estas tres cosas. Realmente la Sabiduría es la “clave”
“ Yo, la sabiduría, habito con la cordura, Y hallo la ciencia de los consejos. El temor de Jehová es aborrecer el mal; La soberbia y la arrogancia, el mal camino, Y la boca perversa, aborrezco. Conmigo está el consejo y el buen juicio; Yo soy la inteligencia; mío es el poder. Bienaventurado el hombre que me escucha, Velando a mis puertas cada día, Aguardando a los postes de mis puertas. Porque el que me halle, hallará la vida, Y alcanzará el favor de Jehová” (Proverbios 8:12-14, 34-35, énfasis agregado)
Así que, la Sabiduría de Dios es el fundamento de nuestras vidas y la base sobre la cual el resto de nuestra casa espiritual será construida. Proverbios 24:3 valida esto cuando dice: “Con sabiduría se edificará la casa...” Sea que nos demos cuenta o no, la Palabra de Dios—Su Sabiduría debe ser nuestro sostén, nutrición, comida, el pan de nuestras vidas. “No sólo de pan vive el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios ”
Como resultado de esto, entendemos que no debemos solamente juguetear y probar Su Palabra, sino que literalmente existir por ella.
En otras palabras, solamente si permitimos que la Palabra de Dios entre a nuestra parte más interna y empiece a cambiar y transformar nuestras vidas, vamos a experimentar de verdad lo que significa la escritura cuando dice que debemos “comer Su Palabra.” (Jeremías 15:16)
En estos tiempos finales, no podemos darnos el lujo de solamente probar la Palabra de Dios porque entonces no podremos estar firmes contra las artimañas del enemigo o soportar las pruebas que Dios permite en nuestras vidas. Sólo crecemos en proporción a la dieta diaria de Palabra de Dios que estamos “comiendo”
Comprender que mis acciones del día a día son determinadas en gran parte por la cantidad de tiempo que he pasado en la Palabra de Dios ese día. Solo al leer y comer Su Palabra, recordaremos de sacar la basura en mis pensamientos y ponerme la Mente de Cristo. Entonces estar preparados y listos para lo que Dios permita que pase en nuestra vida.
Muchos dicen“No tengo tiempo de leer la Palabra a diario. Estoy tan ocupada”
Ahora, por favor no tenga una impresión equivocada, cada día trae su afán, todos los días nos enfrentamos a nuestras labores, ya sea en nuestro hogar, con nuestra familia o en nuestro trabajo. Pero debemos proponernos como meta pasar como mínimo 2 horas buscando al Señor en Su Palabra.
La Palabra escrita de Dios es como la traducción de la Palabra inscrita (Jesús) que ya está en mi corazón. Entre más entiendo la Palabra escrita de Dios, más entenderé la Palabra viva , que vive en mi corazón.
Si está teniendo problemas para disciplinarse, leer y escuchar de Dios, le sugeriría conseguir un plan de lectura diaria de la Biblia. Hay muchos excelentes disponibles en cualquier librería cristiana.
Antes que empiece a leer, ore y pídale a Dios que le muestre lo que Él quiere que vea y entienda específicamente de Su Palabra en ese momento particular. Si no encuentra nada inmediatamente, siga leyendo hasta que encuentre algo específico para usted. –aun si es un solo versículo.
“ Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor ” (Santiago 1:5-7)
Otra sugerencia: lea por lo menos tres capítulos de la Biblia cada día, -uno del Antiguo Testamento, uno del Nuevo Testamento y un Salmo o Proverbios. Entonces mientras busca a Dios y Su Sabiduría para su situación particular, puede esperar Sus respuestas en su lectura diaria.
También tome cualquier tema en el que esté interesado y haga un estudio de palabra de él.
Es crucial seguir buscando formas nuevas y diferentes acercarse a la Palabra de Dios. Recuerde, debemos comer Su Palabra a diario: “ Si tu ley [Su Palabra] no hubiese sido mi delicia, Ya en mi aflicción hubiera perecido ” (Salmo 119:92) 10
Debemos tener una dieta diaria de Su Palabra.
Una dosis masiva de Palabra de Dios en un día no nos sustentará como pensamos. Igual que los israelitas tenían que recoger maná (el pan del cielo) a diario, nosotros también debemos leer (y comer) Palabra de Dios a diario. “... He aquí yo os haré llover pan del cielo; y el pueblo saldrá, y recogerá diariamente la porción de un día, para que yo lo pruebe si anda en Mi ley, o no ”(Éxodo 16:4)
“... Así que la fe es [¿cómo?] por el oír, y el oír, por la palabra de Dios ” (Romanos 10:17)
Es muy importante también memorizar escritura y literalmente: “... En mi corazón he guardado tus dichos [Su Palabra] ” (Salmo 119:11) en estos tiempos finales, vamos a necesitarlo.
Tome un versículo particular que le haya ministrado de forma especial durante la semana, lo escribe en una tarjetita de 6x10 cm., mantengo esa tarjeta conmigo todo el tiempo, y repito la escritura una y otra vez, mientras la experimento y vivo en mi vida diaria, la puede pegar en su puerta. Para el final de la semana, esa escritura no sólo habrá sido guardada en su corazón , sino que se habrá vuelto una parte de su vida.
"Hay un dicho judío antiguo que dice ‘un sabio no tiene opción' ¿Un sabio no tiene opción? ¿A quién en la historia no se le ha dado opciones? La respuesta obvia inmediata es Jesús quien claramente escogió hacer la voluntad del Padre en lugar de la suya propia. Quien amó tanto a Su Padre que sacrificó Su vida por hacer la voluntad de Su Padre. Alguien tan sabio como para amar a Su Padre más allá de todo lo demás. Alguien que ama tanto que no pudo elegir otro curso de acción."
Así que la Biblia entera es la Sabiduría escrita de Dios, y es algo que creo totalmente y recibo en mi corazón. Sin embargo, no siempre entiendo, percibo o comprendo algunos de los significados completos de la Escritura.
Como dice Proverbios 1:21, la sabiduría es solamente la entrada a la ciudad. (La apertura de las puertas)
En otras palabras, la sabiduría es sólo el primer paso… al entendimiento...y luego al conocimiento...
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