PROMESA

PROMESA

lunes, 27 de octubre de 2014

ETAPAS QUE SE TERMINAN -TERESA HAINITZ


TEXTO BÍBLICO: 1° Samuel 16: 19-23
19 Entonces Saúl envió unos mensajeros a Isaí para decirle: «Mándame a tu hijo David, el que cuida del rebaño.» 20 Isaí tomó un asno, alimento, un odre de vino y un cabrito, y se los envió a Saúl por medio de su hijo David. 21 Cuando David llegó, quedó al servicio de Saúl, quien lo llegó a apreciar mucho y lo hizo su escudero. 22 Luego Saúl le mandó este mensaje a Isaí: «Permite que David se quede a mi servicio, pues me ha causado muy buena impresión.»
23 Cada vez que el espíritu de parte de Dios atormentaba a Saúl, David tomaba su arpa y tocaba. La música calmaba a Saúl y lo hacía sentirse mejor, y el espíritu maligno se apartaba de él.

El fin de una etapa le llega a toda persona. Hay ciclos que se terminan. Por ejemplo cuando una persona cumple un ciclo laboral y por la edad debe jubilarse sabe que el retiro esta cerca.
Pero hay otros ciclos donde las personas por sus decisiones dicen cuando algo tiene su fin.
Etapas que se terminan, por situaciones propias o ajenas, pero a todos nos llegan momentos de ciclos que finalizan.
Generalmente después de finalizar una etapa viene el momento de las crisis hasta acomodarnos en lo nuevo que se ha comenzado, si la etapa que se ha terminado fue por decisiones firmes o drásticas donde quizás no hubo tiempo como para prepararnos para el siguiente ciclo. 
La reacción a cada ciclo que se termina depende en qué posición y situación se encuentra la persona. Pero indefectiblemente todos debemos pasar por momentos de decisiones de cambios. No obstante un alto porcentaje de las personas han pasado por finales de ciclos en posiciones buenas y en otras malas. De todas maneras etapas se están cerrando. 
La mejor postura ante un ciclo que se termina es la postura de la expectativa, por más que el panorama no sea tan claro.
 El relato de David y de su padre Isai le podemos dar la óptica de una etapa que a David se le estaba terminando. 
La etapa de irse de un entorno familiar que quizás no fue el más apropiado, pero no hay indicios que su padre no lo amaba. Si tuvo problemas con sus hermanos. Al llegar el llamado por parte del rey Saúl para que David vaya a su presencia para que lo animase debido a que un espíritu malo de parte de Dios lo estaba atormentando, una etapa nueva estaba a las puertas para David. 
Un ciclo se estaba terminado para él. Hay ciclos que no avisan que se terminan. Sino que por oportunidades de la vida vienen hacia las personas momentos u oportunidades donde debe tomar decisiones. Así le paso a David. De un día para el otro, termino un ciclo de estar con los suyos y se le presentaba una etapa nueva con muchos interrogantes pero con la actitud de hacerle frente. Su padre Isai tomo un asno cargado de pan, una vasija de vino y un cabrito y lo envió al rey Saúl por medio de David. 
El final del ciclo para David lo encontró no muy prosperado, porque todo lo que llevaba era para el rey. Es paradójico pero lo que llevaba David en el asno era su carta de presentación ante el rey, es decir, no iba con las manos vacías sino con dones que su padre le había dado para honrar. 
No siempre que se termina una etapa nos encuentra bien posicionados, pero tenemos nuestros dones, o sea, nuestro testimonio, nuestra conducta, nuestra manera de ser, nuestra integridad, nuestro respeto que al presentarnos al nuevo ciclo nos abrirá puertas.
 Aun con incertidumbre David llego ante el rey y este al verlo quedo muy conforme y lo hizo su escudero, prácticamente su mano derecha. 
Para David había comenzado un ciclo nuevo, una etapa de desafíos y sorpresas en la cual vio indudablemente la mano de Dios. Y así funciona en Dios. Hay etapas que él hace que se terminen en nuestras vidas porque nos quiere insertar en un nuevo ciclo.
Lo hizo con David. 
Lo hará también con nosotros. 
Los ciclos que se terminan son, si tenemos una óptica de expectativa, para crecimiento, para descubrirnos, para avanzar, para fortalecernos.
 Para David, el ciclo que se termino con su entorno familiar, lo catapulto con el tiempo a una posición jamás imaginada para él.
 Llego a ser rey de Israel.
¿Estás a las puertas de terminar un ciclo?
 Pues no temas, seguramente lo que está por venir será mucho mejor de lo que hasta ahora has experimentado. 
LIC. TERESA HAINITZ

No hay comentarios:

Publicar un comentario