La conquista por Israel de su territorio
en los días de Moisés y posteriormente de Josué denotaron que los pueblos
paganos adoraban dioses falsos (incluso a veces Israel lo hacía). Los cananeos
rendían culto a las criaturas (deidades, espíritus o poderes angélicos de
diferentes clases).
Para estos pueblos estos eran sus dioses y
los ligaban al tener jurisdicción o control territorial en áreas definidas.
El libro de Números, así como los
mandamientos o ley dados por Dios a Moisés mencionan la práctica de la idolatría
y el castigo que esta merecía. En el capítulo se nota el celo de YHWH
para que Israel derribara (o tomara) los lugares altos (naturales o
artificiales como montes o altares y templos). Era necesario derrotar a los
hombres pero también a sus espíritus territoriales.
Israel y sus pecados son una gran lección
para nosotros (2º Cr. 28). Muchos reyes se contaminaron adorando ídolos y con
ello cediendo el gobierno de la nación al diablo (1º Re. 18 y 19 con Acab y
Jezabel). Israel también adoró ídolos y levantó altares en lugares altos
irritando a Dios. YHWH usó a hombres de Dios como David, Moisés,
Elías y muchos reyes para derribar los lugares donde se adoraron seres
demoníacos. Cuando lo hicieron el territorio y la nación fueron bendecidos por
el Señor.
Cuando él escribe sobre Abraham nos
menciona que YHWH le ordenó salir de su tierra y de su parentela.
Es obvio al estudiar la historia que los sumerios y caldeos fueron
dominados por un grupo de espíritus liderados por Enlil, un espíritu
territorial que hizo de cada ciudad caldea su posesión y de cada habitante su
esclavo. Esta referencia nos llega a través de las investigaciones de Peter
Wagner, erudito bíblico de nuestro tiempo.
En 1º Reyes y en el capítulo 20 la Biblia
registra un relato que no debe pasar desapercibido: Israel se enfrenta a uno de
sus fieros enemigos, los cuales manejaban el concepto de territorialidad de sus
deidades paganas.
En la primera batalla Israel vence a su
enemigo contundentemente. Los enemigos de los judíos ponen a funcionar sus
conocimientos y piensan que han sido derrotados solo porque pelearon en un
territorio donde su dios pagano no tenía control o autoridad. Ellos piensan que
hay dioses con poder en los montes o en los valles, es decir con autoridad
territorial restringida. Creen que la estrategia para ganarle a Israel es
cambiar de lugar o campo de batalla. Una pérdida más les toca recibir, Israel
les derrota fácilmente pues Dios en los montes y en los valles. El concepto
de territorialidad es válido pero el gran error de los hombres paganos fue
considerar a Jehová un espíritu territorial. El señor es mucho más que eso; Él
es Dios sobre todos, Único Rey y Amo Absoluto de Su creación.
Jeremías es uno de los profetas que
proclama la Palabra de Dios en el cautiverio de Israel en Babilonia. Él
enfatiza la derrota y caída de Babilonia, base del poder imperial de
Nabucodonosor y otros reyes caldeos. Esta caída la relaciona con la destrucción
de ídolos y esculturas a su dios Merodac, el cual es Bel (que significa Señor)
o Baal. Este era el dios estratégico del paganismo babilónico; era el espíritu
territorial principal sobre toda la nación y el imperio.
El imperio babilónico tenía la influencia
de Baal (dios-sol o Satanás) sobre su esfera geopolítica. Es curioso observar
como estos espíritus territoriales pueden ejercer dominio sobre naciones
conquistadas como Israel al absorber estos pueblos esclavos de sus dioses.
Baal y Acera dioses paganos de los
babilónicos fueron absorbidos por los israelitas y a quienes bajo la presión de
Jezabel (Reina pagana y esposa del rey Acab) Israel levanto altares de
adoración apostata. A través de movimientos migratorios e inmigratorios los
espíritus son transmitidos a los pueblos y con estos su influencia malévola.
Para la liberación de Israel, Baal debía ser destruido, para ello Dios levantó
a Elías el profeta en su generación para derrotar a los poderes territoriales
de Babilonia. (1º Re. 17-19).
El capítulo 10 de Daniel es el que nos da
la enseñanza más clara sobre territorialidad en el antiguo testamento.
El profeta a ayunado 21 días, al día 24
recibe la visitación de un ángel con la respuesta a sus oraciones. El ángel le
dice: "Desde el principio de tus oraciones fue oída tu suplica y fui
enviado a ti con la respuesta, pero en los aires se me opuso el príncipe de
Persia (Espíritu territorial sobre el gran imperio persa)".
El ángel le señala a Daniel que la batalla
arreció y tuvo que ser enviado Miguel, el arcángel guerrero (a favor de Israel)
para derrotar al enemigo.
Y finalmente añadió el ángel: "Debo
volver porque en breve peleare con el príncipe de Grecia" (Espíritu
territorial sobre el imperio Griego que quitaría de su autoridad al imperio
Persa)
En los evangelios se nos presenta una
verdad; Satán es el principal espíritu territorial. Él controla reinos
atándolos a su poder maligno a través de la idolatría y el satanismo.
En Mateo Capítulo 4 vemos que el diablo
realmente tiene control sobre los reinos del planeta, el pretende tentar a
Jesús ofreciéndole la entrega de los reinos del mundo.
Jesús afirmo que Satán era "El
príncipe de este mundo". Hoy ya no lo es; Jesús lo venció y lo despojo de
su control y entregó a la Iglesia el dominio de las naciones, Pablo hace un
desglose muy claro de las fuerzas espirituales contra las que batalla la
iglesia. Uno de esos poderes le llamó principados (espíritus territoriales).
Son fuerzas invisibles que ejercen señorío sobre una región determinada
geográfica y topográficamente. Sobre estas levanta "Un trono" para
ejercer una acción demográfica (Sobre gente, para destruirla) y geográfica
(áreas naturales y la naturaleza misma para devastarla y aniquilar el mayor
número de personas).
El libro de los Hechos nos muestra a
fuerzas demoníacas ejerciendo el control sobre gentes y lugares.
a) Hechos 13:6-12 Pablo tiene una confrontación con Elimas el mago que ejercía influencia sobre gobernantes.
b) Hechos 16:16-18 Encuentro de Pablo con un Espíritu de adivinación que influenciaba Filiposc) Hechos 19:35 Lucha de Pablo con "Diana" de los efesios d) Hechos 26 Euroclidón (espíritu de los vientos)
La confrontación más ejemplarizante quizás
se da con el espíritu territorial llamado Diana de los efesios los cuales la
consideraban "Reina del cosmos", salvadora o gran señora del Asia
menor. Al ser vencido este espíritu por el Señor a través de Pablo, la
evangelización se hizo más fácil y poderosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario