Estamos entrando en el tiempo de
un peso de gloria mucho mayor
El Señor dice: “Cuando se
encontró iniquidad en el querubín rebelde, mi gloria surgió a través de los
cielos y se revelaron niveles superiores de autoridad, poder, dominio y fuerza,
marcando a fuego a lucifer y a sus caídos para siempre como perdedores. Ahora
surgiré con una mayor gloria en este tiempo, a través de mi Iglesia remanente.
Mi poder ahora surgirá en niveles cada vez mayores y una vez más, el perdedor
eterno será derrotado por mi poder glorioso”.
El Señor dice: “Mi Espíritu
revelará un poder y una autoridad superior a través de mis hijos campeones en
niveles y en números nunca antes visto en nuestros tiempos. Mi Espíritu y sus
ángeles serán el apoyo evidente, soltando y reforzando las estrategias que
producen las victorias que te prometí. El mundo no ha visto lo que ahora será
demostrado por mis guerreros remanentes. La Iglesia no ha realizado lo que hará
ahora mientras surge mi poder. Ahora entrarás en un tiempo de una gloria mucho
mayor, porque llegó la culminación del tiempo. La gracia y la gloria serán
multiplicadas exponencialmente, pudiéndose ver y sentir por experiencia
personal. Será una autoridad, poder, dominio y fuerza demostrables de manera
real. Mi Iglesia no será derrotada por el perdedor”.
¿Qué ocurrirá cuando mi gloria
surja para ti hoy?
El Señor dice: “Mi gloria se
manifestó cuando llegó el tiempo para que mi pueblo dejara la esclavitud en
Egipto y lo cambiaran por la tierra que les prometí. Manifesté mi presencia en
el fuego y en la nube, mostrándoles el camino hacia la herencia prometida.
Debes oír la palabra del Señor, porque es el consejo inmutable: Necesitas
dejar la esclavitud y entrar en la herencia prometida. ¡No debe haber más
retrasos! Entra en la estación de gran gloria y recibe promesa, tras
promesa, tras promesa, tras promesa… Se quebrarán los yugos de esclavitud bajo
un peso creciente de gloria. Aumentaré el peso de mi poder y mi presencia.
Despedazaré el yugo impuesto. Guiaré el camino. Levántate y resplandece, porque
vino tu luz, la gloria del Señor se está levantando sobre tu vida. En este
tiempo la gloria que surgirá sobre tu vida se demostrará de maneras reales,
tangibles y visibles. Estás entrando en el tiempo del surgimiento continuo
y progresivo de mi gloria”.
“La
presencia de tu Rey surgirá en medio de ti. Su presencia radiante llenará los
santuarios y el peso de su presencia desatará las esperanzas demoradas en los
corazones de sus herederos con ola tras ola de gloria. Serás transformado hacia
niveles crecientes de gloria. Serás cada vez más lleno y relleno mientras la
presencia manifiesta del Señor se acerca cada vez más a tu vida. Estás entrando
en una estación de un gozo indecible, ¡lleno de mi gloria!”.
“Mi gloria surgió cuando llegó el
tiempo para cambiar de la ley a la gracia en Pentecostés. Mi gloria se pudo
demostrar de una manera real. Mi presencia se reveló en el fuego, el viento y
en los sonidos del Cielo, mi pueblo fue ungido para ser herederos con poder. El
surgimiento de mi presencia en tu tiempo, en el Pentecostés de hoy, ahora
incrementará cada vez más su peso. El aumento del peso de Quien soy desatará la
unción en tu vida para ser quién eres: ‘un heredero ungido fluyendo en niveles
cada vez mayores de gracia y gloria, un heredero ungido para desatar el poder
del Rey sobre la tierra, un heredero ungido para prevalecer sobre el perdedor
eterno, un heredero con gran autoridad, un heredero que testificará en el poder
del Espíritu Santo’”.
El Señor dice: “La presencia
del Rey ahora surgirá en medio de ti, con un derramar tras otro de poder,
refrigerio, dones, unciones y poder para ser quien realmente eres: ‘un heredero
de Dios y coheredero con Cristo’… ¡Heredero en las asignaciones del Cielo! ¡Sí,
es tiempo para que vuelva a surgir el poder glorioso de tu Dios! Es tiempo para
que tus promesas se manifiesten, será el cumplimiento pleno de tus promesas.
¡Es la estación para que mi presencia se vuelva cada vez más pesada! Es el
tiempo para que la Iglesia con un propósito asombroso se macere en una gloria asombrosa.
Esta gloria se demostrará de una manera real, tangible y visible que se podrá
sentir. Esta gloria será poderosa para cambiar vidas”.
Pude oír al Señor diciendo: “Ahora
entrarás en la estación de la versión amplificada. Ahora amplificaré mi voz
sobre la tierra. Amplificaré la voz de mi remanente. Mi evangelio será
amplificado. Mi verdad será amplificada. Mis ángeles están trabajando para
amplificar los esfuerzos de mi Reino. Estoy amplificando mi poder. Estoy
amplificando los milagros. Estoy amplificando las señales y maravillas. Estoy
amplificando las sanidades. Ahora el mundo podrá ver la versión amplificada de
mi Reino. ¡Estoy amplificando todo! Ya envié las órdenes: ¡Amplifiquen! El
perdedor experimentará la versión amplificada, una Iglesia gloriosa sin arrugas
y sin manchas. Esa es mi palabra”.
El Espíritu del Señor dice: “Ahora
demostraré el poder desatado en la Sangre de Cristo el Todopoderoso, en los
niveles prometidos. Ahora llevaré a mi remanente hacia las fuentes de vida que
compró la Sangre del Creador. Ahora habrá un fluir y un desbordamiento del
poder del Cielo que es expansivo, explosivo y oportuno. La ventaja oportuna de
los redimidos por la Sangre del sacrificio de Cristo ahora se verá claramente
sobre mi pueblo, mientras se combinan con mi gracia y mi favor. Ahora se están
soltando mi gracia y mi favor, unciones multiplicadas que se verán en nuestro
tiempo”.
El Señor dice: “Llevé a mi pueblo de gloria en gloria y
ahora los llevaré aún más arriba en mi presencia. Ahora, desde mi presencia
manifiesta, el mundo verá la sinergia de los tiempos. Veré la sinergia de las
vasijas de oración en el Cielo. Se verá el propósito culminante de la Cruz del
Salvador poderoso. Se verá el poder sobrenatural y restaurador asombroso de la
Cruz. Se verá el poder de la Sangre de Emanuel. Se ver él poder redentor de la
Sangre del pacto que desata la herencia ordenada, porque estás entrando en la
culminación del ciclo hacia otro Pentecostés”.
El Señor decreta: “Ahora demostraré el poder de mi
Sangre que sustituye el poder de la sangre de los corderos sacrificados en
Egipto. El mayor éxodo en la historia del mundo no serán los tres millones de
almas que salieron de Egipto. Será el éxodo de billones de almas que saldrán de
las tinieblas hacia el Reino de la luz. ¡Tendré mi cosecha! Verás el
avivamiento rodando por toda tu tierra. Los jinetes del destino ahora se
montarán sobre corceles santos y cabalgarán conmigo hacia la batalla. El
infierno nunca lo ha gustado. La Iglesia nunca la ha gustado. Mis ejércitos de
ángeles montaron caballos de guerra para reforzar y batallar junto a mi
remanente de guerreros”.
El
Señor dice: “¡Oigan el sonido estruendoso de las huestes! ¡Oigan el sonido
del Rey entre ustedes! ¡Oigan el sonido de las fortalezas del enemigo que se
desmenuzan! ¡Oigan el sonido de los muros aplastados ante sus pies! ¡Oigan el
grito victorioso del triunfo! ¡Oigan el sonido de los esclavos liberados! Oigan
el grito de las multitudes en el valle de la decisión mientras proclaman: ‘Mi
ceguera fue sanada, ¡ahora puedo ver! ¡Mis yugos se quebraron y ahora puedo
correr!’ ¡Corre con ellos! ¡Corre hacia niveles mayores de gloria!”.
¡Ven Señor!
Nota: Cuando Tim profetizó la parte sobre la versión
amplificada, Chuck Pierce saltó de su asiento. El Señor le había hablado el año
anterior que debía volver a leer la Biblia en versión Ampliada.
Tim Sheets
No hay comentarios:
Publicar un comentario