“Elegidos
según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer
y ser rociados con la sangre de Jesucristo.”
1ª.
Pedro 1:2
Dios llama a su pueblo a la
obediencia. Al igual que Jesús fue
absolutamente sumiso a la voluntad de su Padre, así debe hacerlo su
iglesia. La obediencia debe caracterizar
la vida de los santos. La obediencia
fiel purifica al pueblo de Dios.
Clamamos
para que como verdaderos discípulos oremos en todo momento al Señor para que
nos ayude a ser obedientes a su Palabra. Oramos para que Dios nos ayude a vivir
de tal manera que todos vean SU GLORIA a través de nuestro testimonio de
obediencia y que esta purifique nuestras vidas, a ser absolutamente sumisos a
su voluntad, a ser ejemplo de obediencia a los demás. Amén.
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