"Cuando, pues, los hombres vinieron a él, dijeron: Juan el Bautista nos ha enviado a ti, para preguntarte: ¿Eres tú el que había de venir, o esperaremos a otro?" Lucas 7Cuando leemos está pregunta hecha por Juan el Bautista a Jesús, muchos dicen que era por incredulidad otros porque sabiendo Juan que su muerte era cercana quería irse, por así decirlo con la satisfacción de una tarea terminada.
Pues la verdad es, que ninguna de estas respuestas encierran la verdad absoluta que Juan manifestó, debemos recordar acaso que ese es el mismo hombre que dijo "He aquí el cordero de Dios que quita el pecado del mundo" refiriéndose a Jesús, cuando él no había comenzado siquiera su ministerio.
No, por supuesto que no, él no necesitaba que le dijeran si era o no el Mesías, el maestro podría haberle respondido, Incrédulo, pero no él se limito a responder
" Y respondiendo Jesús, les dijo: Id, haced saber a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio; y bienaventurado es aquel que no halle tropiezo en mí. Cuando se fueron los mensajeros de Juan, comenzó a decir de Juan a la gente: ¿Qué salisteis a ver al desierto? ¿Una caña sacudida por el viento?Mas ¿qué salisteis a ver? ¿A un hombre cubierto de vestiduras delicadas? He aquí, los que tienen vestidura preciosa y viven en deleites, en los palacios de los reyes están.Mas ¿qué salisteis a ver? ¿A un profeta? Sí, os digo, y más que profeta. Este es de quien está escrito:He aquí, envío mi mensajero delante de tu faz, El cual preparará tu camino delante de ti.Os digo que entre los nacidos de mujeres, no hay mayor profeta que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de Dios es mayor que él.
No era la respuesta que se le da a un incrédulo, es el mensaje que se le envía a quien ha concluido su tarea, abrir el camino, Jesús les dice Haced saber testifiquen de lo que sucede, no, no es el mensaje que se le da a un incrédulo, es mas bien un "Gracias, ahora continuo yo, buen siervo y fiel , en lo poco fuiste fiel, entra en el gozo de tu Señor"
Aun se oye el aplauso celestial cuando Juan llegó frente al trono de Dios.
Lo demás son pensamientos de hombre.
Juan no dudo jamás de que Jesús fuera el Mesías, solamente uso su ultimo aliento para hacer publicidad.
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