Hace mucho que no publicaba algo para SHABBAT, no por no hacerlo en familia, sino porque a veces damos por sentadas cosas que no lo están.
Hoy quiero elevar mi voz en un clamor por está hermosa semana que paso, dando las gracias a ABBA, por cada hora minuto y segundo de ella, pedir perdón por cada momento que no supe valorar o aprovechar conforme a su voluntad, clamo para que esta nueva semana que se inicia, el ETERNO sea proporcionándome autoridad y pueda redimir mi tiempo, sacarlo de las garras de Satanás y en sabiduría utilizar cada uno de esos 8640 minutos que me serán entregados para disfrutar, trabajar, servir y amar.
Que esos 8640 minutos sean de bendición no solo para mí sino para cada uno de los que me rodea.
El primer día es un día pleno porque valoraré el primer ministerio que el Señor nos entrego, la familia, será un día de paz de gozo, de fiesta, donde compartiremos el pan, no solo material sino el pan espiritual que es la Palabra llenando nuestros corazones y nuestros espíritus.
EL segundo día es llamado el día del Pacto, sabré que ese día sin importar lo que suceda mi Padre estará a mi favor.
EL tercer día será un día de plenitud, donde todas las puertas se abrirán a mi favor, ese día saldrán de la cueva todos aquellos sueños y proyectos que abandone por temor. Tengo la autoridad de llamar a lo que será para que sea.
EL cuarto día vendrá del Norte, del Sur, del Este y del Oeste, todo aquello que sirve para edificar mi casa no solo material sino espiritual, será día en que el río de Dios refresque mi vida mi casa y mi familia.
El Quinto día es un día de multiplicación, donde había escases habrá sobreabundancia y no habrá necesidad en ninguna de las casas de los Hijos del Rey.
EL sexto día es el día en que reconoceremos que nunca estaremos en nuestra posición de gobierno sino tenemos al Uno en nuestro corazón y que sin importar cuanto procuremos con nuestras fuerzas hacer, necesitamos la presencia del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, para que no sea el hombre quien gobierne sino Dios mismo a través suyo.
El Séptimo día diré GRACIASSSSSSSSS porque hasta este día me acompaña el YO SOY. Y reposare sabiendo que a cada uno de mis días has añadido sabiduría y no calendarios. Y que en cada momento tu mano estuvo y estará a mi favor abriendo caminos.
Soy plantío del Señor soy trigo que esta madurando bajo su atenta mirada, no dejará que ni el frió ni las plagas vengan sobre mí, bajo su cuidado daré fruto bueno y en abundancia.
AMÉN. AMÉN y AMÉN.
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