Padre, en el Nombre de Jesús, venimos humildemente delante de Ti. Tomamos
autoridad sobre todos los espíritus satánicos intentando estorbarnos en
nuestras oraciones por esta nación.
Venimos delante de Ti sin culpa, santificados por la sangre del Cordero (Efesios 1:4). Tú nos dices que la primera cosa que hacer cuando nos reunimos es orar por toda autoridad (1° Timoteo 2:2).
Venimos delante de Ti sin culpa, santificados por la sangre del Cordero (Efesios 1:4). Tú nos dices que la primera cosa que hacer cuando nos reunimos es orar por toda autoridad (1° Timoteo 2:2).
Somos poseedores de una doble
ciudadanía. Por nacimiento o naturalización somos ciudadanos de este país. Por
renacimiento somos ciudadanos del Cielo (Efesios 2:19-22), sentados en los
lugares celestiales en Cristo Jesús (Efesios 2:6), muy por encima de todo
principado, potestad, trono, poder, y dominio (Efesios 1:21). Somos bendecidos
con todas las bendiciones espirituales (Efesios 1:3), haciendo las obras del
Padre en esta tierra (Juan 14:10-14).
Nos hemos juntado en este cuerpo que es
ahora una iglesia. Debemos regir por oración sobre las autoridades civiles
(Hechos 12:1-11) mostrando la sabiduría multiforme de Dios en los lugares
celestiales (Efesios 3:10).
Nosotros ahora asumimos nuestra
posición legal sobre este mundo y esta nación. Atamos a nuestra autoridad en
Jesucristo en el tercer cielo, la jerarquía satánica entera, y desatamos
nuestra risa sobre el enemigo (Salmo 2:4).
El objetivo de nuestra oración es
efectuar la restauración de esta nación. Tú dices que "…esta es gente
robada y saqueada…todos ellos atrapados en hoyos, y…escondidos en cárceles: son
para presa y ninguno libera; para botín y ninguno dice, Restaura" (Isaías
42:22). Señor, te pedimos a Ti libera y restaura", porque sabemos que la
restauración es sólo por el poder de nuestro Dios (Jueces 11:13-24).
En el Nombre de Jesucristo, atamos a
los gobernadores de esta era, año, mes y día. Ya que Dios ordena "…los
tiempos y las edades…" para Su pueblo (Daniel 2:21), ponemos el espíritu
de Restauración sobre todas las áreas recién atadas, para restituirnos los años
que las langostas han comido (Joel 2:25).
En el Nombre de Jesucristo, atamos al
Hombre Fuerte sobre este mundo, el Hemisferio Norte, América del Norte, América
Central y América del Sur. Nosotros ahora colocamos al Espíritu de Santidad al
Señor sobre todas las áreas recién atadas. En el Nombre de Jesucristo, atamos
al Hombre Fuerte sobre esta nación y los espíritus de Ceguera Política y
Espiritual. Atamos al Hombre Fuerte sobre cada estado individual, comunidad,
territorio, posesión y toda tierra ocupada por .... (ponga el nombre de su
país)
Señor, nos has revelado Tu naturaleza
en los nombres que te has dado. En Tu Nombre, Elohim, Tú declaras que eres el
guardián del Pacto (Salmo 110:4); el Dios Eterno e Incambiable (Malaquías 3:6).
Somos la Simiente Espiritual de Abraham (Gálatas 3:16-29) y todas las promesas
de Dios son Sí y Amen en Jesucristo (2°Corintios 1:20).
Efectúa la liberación de toda la gente
en esta nación que se llaman por Tu Nombre. Que esa liberación nos haga
humillarnos, orar e interceder (Hechos 12:1-11), buscar Tu rostro (Josué 10:12;
Isaías 55:6) y apartarnos de nuestros malos caminos. Entonces oirás, perdonarás
y sanarás nuestra tierra (II Crónicas 7:14).
Has impartido Tu Nombre, Elohim, a los
gobernantes (Salmo 82:11) y jueces (Éxodo 22:9). Porque ellos manifiestan en
una forma muy pequeña una parte de tu Deidad y Naturaleza, atamos y sacamos a
Satanás de ellos. Desatamos sobre ellos todos los espíritus edificantes de Dios
(Hebreos 1:7,14) que no perdieron su primera herencia (Isaías 11:2).
Eres también el Señor Jehová, y debes
juzgar en relación a la virtud. Amas la Rectitud y odias la Iniquidad (Salmo
45:7). Si solo esto ocurriera, no tendríamos esperanza; porque han invalidado
Tu ley, Tú ahora debes actuar (Salmo 119:126).
Eres el Dios Todopoderoso, El Shaddai,
el Derramador del Espíritu, que nos haces fructíferos al nutrir a la Iglesia
que Cristo Jesús compró con su propia sangre (Hechos 20:28) y al derramar de Tu
Espíritu (Joel 2:28; Hechos 2:17-21). Derrama Tu Rectitud (Amós 5:24) con
espíritus de Gracia y Súplica (Zacarías 12:10). Nosotros ahora te alabamos y te
ofrecemos acción de gracias (Salmo 50:14).
Eres el Dios Altísimo, El Elyon, y
gobiernas en el Reino de hombres (Daniel 4:32). Tú dices que te invoquemos en
el tiempo de problema (Salmo 50:14-15), para poseer, juzgar en, y tomar el
Reino del Altísimo (Daniel 7:18-27).
Señor o Adonai, eres nuestro Señor y
Maestro (Juan 13:13), nuestro Esposo (Marcos 2:19-20; Rev. 18:23; 21:2-9). Nos
compraste con Tu Sangre como nuestro precio (1° Corintios 6:19-20; 7:23) para
comprarnos de nuestro previo padre (Efesios 2:3). No nos puedes repudiar, pues
no tienes carta de repudio (Isaías 50:1) y Tú odias el divorcio (Mateo
19:7).
Eres el Dios eterno o El Olam y aunque nosotros
como individuos hemos caído de la tarea, eres el Dios de los Siglos, Quien
revela Su Naturaleza a través de épocas sucesivas y dispensaciones variadas
conforme los hombres son capaces de recibirla (Efesios 3:10-11). En Tu Hijo hay
la promesa segura de Redención y Él es el Padre Eterno de los Siglos (Isaías
9:6).
Eres Jehová de los Ejércitos, Jehovah
Tsebaoth. El cuidado de esta nación fue dado a los cristianos que han fallado;
Tu Nombre es Jehová de los Ejércitos Quién permanece cuándo todas las cosas se
estremecen. Jehová de los Ejércitos está con nosotros, aunque la tierra y las
montañas sean llevadas en el medio del mar, el Dios de Jacob nuestro refugio
(Salmo 46:2-11)
Enséñanos que David fue más poderoso
con el Nombre de Jehová de los Ejércitos en sus labios (I Samuel 17:45), que en
toda la numeración del ejército de Israel (II Samuel 18:1; 24:10). Tú nos
muestras que cuando Tu pueblo está cautivo y tiene que ayudarse así mismo, los
profetas toman seguridad en el Nombre de Jehová de los Ejércitos.
Nosotros ahora nos santificamos para
Ti, Jehová de los Ejércitos, y no tememos a otro (Isaías 8:13). Nosotros ahora
sabemos "De…Su gobierno…no habrá fin…El celo de Jehová de los Ejércitos
hará esto" (Isaías 9:7).
En el Nombre de Jesucristo, ordenamos
que el oro y la plata de Babilonia entren en la casa de El Señor (Esdras 7:16),
y que el Demonio de Papel Moneda sea atado y expulsado.
En el Nombre de Jesucristo, atamos al
hombre fuerte sobre el poder judicial y desatamos en él los espíritus de
Verdad, Justicia y Paz (Zacarías 8:16); Porque "…la verdad hace
falta…" (Isaías 59:15) y los jueces deben "Servir al Señor con temor
y regocijarse con temblor" (Salmo 2:10,11).
En el Nombre de Jesús, atamos al Hombre
Fuerte de Corrupción Política sobre ..... Atamos al Hombre Fuerte sobre el
Presidente ..........y el Vice Presidente ............... Atamos al Hombre
fuerte sobre el Ministerio de economía, sobre el Ministerio del Interior,para
que haya unidad en nuestro país, sobre el Ministerio del Exterior , para formar
alianzas en sabiduría con otros países y sobre todos los Ministerios y
Secretarías de esta Nación. Atamos al Hombre Fuerte sobre cada organismo
gubernamental en cada nivel.
Nosotros ahora desatamos al Espíritu Santo
para manifestar Verdad, Rectitud, Santidad, Justicia, Honestidad, Inventiva,
Prudencia, Justicia, Sabiduría, Temor del Señor, Conocimiento, Fuerza, Poder,
Amor, Mente Cabal, Consejo, Adopción, Revelación, Conocimiento de Jesucristo y
la Obediencia de Caleb sobre todas las áreas atadas, en el Nombre de
Jesucristo.
Atamos a los gobernantes mundiales de
Guerra, Hambre, Sequía, Pestilencia, Enfermedad, Anticristo, 666, e Ilegalismo;
que esta nación pueda permanecer en paz y sea heraldo del Evangelio del Reino
de ahora en adelante para todo el mundo (Mateo 4:23; 9:35; 24:14; Marcos
1:14).
Nos dices, Padre, de unas personas que
serán Tuyas que edificarán los lugares desolados antiguos; quienes levantarán
los cimientos de muchas generaciones y serán llamados los reparadores de la
brecha, los restauradores de caminos para morar (Isaías 58:12).
Restaura ahora, Jehová Dios Altísimo,
Creador del Cielo y la Tierra, Jehová de los Ejércitos, y Señor de la mies. En
el Nombre poderoso de Jesús pedimos esto. Gracias, Padre, por libertar esta
nación. En el Nombre poderoso de Jesucristo, Amén.
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