PROMESA

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jueves, 26 de diciembre de 2013

LA PARÁBOLA DEL SEMBRADOR

Esta es una parábola bien conocida por la mayoría de nosotros. Ahí Jesús habla de 4 categorías de hombres relacionados con los efectos que la semilla, la Palabra de Dios, tenía para ellos. En Lucas 8:11-15 leemos:

Lucas 8:11-15

El ejemplo significa lo siguiente: Las semillas representan el mensaje de Dios. 12 Las que cayeron en el camino representan a los que oyen el mensaje, pero cuando viene el diablo hace que se les olvide, para que ya no crean ni reciban la salvación que Dios les ofrece. 13 Las semillas que cayeron entre piedras representan a los que reciben el mensaje con alegría. Pero, como no lo entienden bien, en cuanto tienen problemas dejan de confiar en Dios. 14 Las semillas que cayeron entre espinos representan a los que oyen el mensaje, pero no dejan que el mensaje cambie sus vidas, pues viven preocupados por tener más dinero y por divertirse. 15 Las semillas que cayeron en buena tierra representan a los que oyen el mensaje de Dios y lo aceptan con una actitud obediente y sincera. Estos últimos se mantienen firmes, y sus acciones son buenas.

La segunda y tercer categoría de esta parábola, siempre fueron una interrogante para mí. Esas categorías, no rechazaron la Palabra, por lo menos no inmediatamente. De lo contrario, la semilla germinó, pero no dio fruto. Como el Señor dice claramente sobre la segunda categoría, “CREYERON” pero solo “por algún tiempo”. Aunque la semilla de la Palabra germina en las tres categorías, solo la última puede dar fruto. Las otras dos, mientras que al principio tenían fe, ésta desapareció en el camino. Por decirlo de otro modo y más abiertamente: el hecho de que alguien haya hecho la confesión de fe en Jesucristo no lo clasifica automáticamente en la cuarta categoría. A la categoría a la que pertenecemos depende de lo que va a pasar en el camino, en nuestro camino con Dios, a partir de ese día en adelante. El día que hicimos nuestra confesión fue el día en que la semilla germinó. Sin embargo, el cómo va a crecer esa semilla es algo que uno no puede saber desde el principio. El único recuento es el recuento final. Solo al final uno puede hablar como Pablo, usando tiempo pasado.
Algunas dificultades que pueden poner la fe a prueba en las cuales nadie debe de ceder, están registradas en el pasaje anterior de Lucas 8 y se examinan más extensamente a continuación.
I. Tentaciones
Como en Santiago 1:14-15 dice: “14 Al contrario, cuando somos tentados, son nuestros propios deseos los que nos arrastran y dominan. 15 Los malos deseos nos llevan a pecar; y cuando vivimos sólo para hacer lo malo, lo único que nos espera es la muerte eterna.” 

Nadie debería ceder ante la tentación. Va a haber veces en las que tendremos que decidir entre Dios y “NUESTROS PROPIOS DESEOS”. Habrá cruceros críticos, tiempos en los que tendremos que decidir si seguiremos el camino de Dios o el nuestro. En tales tiempos, La gente de la segunda categoría, deja a Dios y corre de nuevo tras sus propios placeres. Si no hay arrepentimiento y regresan, los resultados pueden ser en verdad devastadores.

II. Tribulación / Persecución por la Palabra
Esta causa la da la misma categoría en el registro de Marcos de la parábola del sembrador (Marcos 4:17). Como Pablo dice en cuanto a los resultados de la tribulación: “para que nadie fuera perturbado por estos sufrimientos” (1 de Tesalonicenses 3:3). Las aflicciones y tribulaciones turban a la gente de la segunda categoría. Aunque inicialmente creyeron, no están inmóviles en la tentación o la tribulación. Tan pronto como aparece en la arena, prefieren cambiar su camino.

III. Amor al dinero, codicia y decepción de las riquezas
Para esta trampa, Pablo dice: 
1 de Timoteo 6:9-109 Pero los que sólo piensan en ser ricos caen en las trampas de Satanás. Son tentados a hacer cosas tontas y perjudiciales, que terminan por destruirlos totalmente. 10 Porque todos los males comienzan cuando sólo se piensa en el dinero. Por el deseo de amontonarlo, muchos se olvidaron de obedecer a Dios y acabaron por tener muchos problemas y sufrimientos.
La Biblia contiene referencias de gente de Dios que fueron extremadamente ricos, como Abraham (Génesis 13:2, 24:35) y Job (Job 1:3). Sin embargo, no eran codiciosos, amantes del dinero. Cuando Job perdió todo en un momento, su reacción fue muy simple:


Job 1:21

Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito.”


El problema no es con el dinero mismo sino con el amor al dinero. El problema con el profeta Balaam, no era que no había preguntado a Dios, sino que “AMABA el premio de la maldad” (2 de Pedro 2:15) tanto que corrió tras el.
IV. Afanes
Otro obstáculo para el crecimiento de la semilla de la Palabra de Dios son los afanes. Como Cristo advierte:

Lucas 21:34

Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día.”


Loa afanes hacen pesado el corazón del creyente y ahogan la semilla de la Palabra. En lugar de ser el primero, Dios toma la segunda o incluso una posición más abajo y a Él, de alguna manera, no se le considera relevante para satisfacer necesidades. La cobertura de los afanes se convierte en nuestra responsabilidad, y no de Dios, como Él nos invita:

1 de Pedro 5:7

echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.”
Cuando no consideramos a Dios relevante con respecto a nuestros afanes y los mantenemos en nosotros, nos costará que en la Palabra de Dios nos volvamos infructuosos. Aunque algún día hayamos escuchado la Palabra de Dios y la hayamos creído, dejamos que la semilla se ahogue por los afanes y nuestra incredulidad de confiárselos a Dios.
V. Placeres de la vida

El Señor habló en cuanto los resultados de esta trampa en el pasaje de Lucas que vimos anteriormente. Un ejemplo muy obvio de los efectos de esta trampa es un bien conocido hombre de Dios: Salomón.
El rey más rico de Israel, aquel al que Dios había dado tanta sabiduría que los reyes de otras naciones venían a escucharlo, al final “SU CORAZÓN SE APARTÓ” lejos de Dios y Su Palabra. Como en 1 de Reyes dice:
1 de Reyes 11:1-9

Pero el rey Salomón amó, además de la hija de Faraón, a muchas mujeres extranjeras; a las de Moab, a las de Amón, a las de Edom, a las de Sidón, y a las heteas; gentes de las cuales Jehová había dicho a los hijos de Israel: No os llegaréis a ellas, ni ellas se llegarán a vosotros; porque ciertamente harán inclinar vuestros corazones tras sus dioses. A éstas, pues, se juntó Salomón con amor. Y tuvo setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas; y sus mujeres desviaron su corazón. Y cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de su padre David. Porque Salomón siguió a Astoret, diosa de los sidonios, y a Milcom, ídolo abominable de los amonitas. E hizo Salomón lo malo ante los ojos de Jehová, y no siguió cumplidamente a Jehová como David su padre. Entonces edificó Salomón un lugar alto a Quemos, ídolo abominable de Moab, en el monte que está enfrente de Jerusalén, y a Moloc, ídolo abominable de los hijos de Amón. Así hizo para todas sus mujeres extranjeras, las cuales quemaban incienso y ofrecían sacrificios a sus dioses. Y se enojó Jehová contra Salomón, por cuanto su corazón se había apartado de Jehová Dios de Israel, que se le había aparecido dos veces
Nehemías 13:26
“¿No pecó por esto Salomón, rey de Israel? Bien que en muchas naciones no hubo rey como él, que era amado de su Dios, y Dios lo había puesto por rey sobre todo Israel, aun a él le hicieron pecar las mujeres extranjeras. 
Cuando Salomón nació, el Señor envió al profeta Natán y lo llamó Jedidías que significa “Amado del Señor” (2 de Samuel 12:24-25). Le dio tanta sabiduría, que venían de otros reinos a hablar con él (1 de Reyes 10). Aun así, todo esto no significa que Salomón tuvo un buen final. La razón es porque SU CORAZÓN SE APARTÓ, y “no siguió COMPLETAMENTE al Señor”. Al final, cayó en las trampas que él mismo había enseñado que deberían de ser evitadas (Proverbios 2:16-19, 5:20, 6:24): su palacio era una colección de todo tipo de mujeres extranjeras, por supuesto, con las consecuencias respectivas – sus esposas apartaron su corazón de Dios.
Independientemente de qué tan duro trate el hombre viejo de persuadirte de que no hay problema de que te relajes un poquito hacia el pecado, puesto que…. al final del día no le harás daño a nadie…. no le escuches. “Un poco de levadura, leuda toda la masa” dice la Palabra de Dios (1 de Corintios 5:6). No hay compromiso con el pecado que no tenga efectos a la hora de dar fruto. El pecado así como los afanes, la codicia y todas las otras trampas hacen el corazón pesado, tibio. ¿Quién iba a pensar que el hombre que tan fervientemente enseñó que uno se debería mantener alejado de la mujer extranjera al final tendría docenas de ellas? A pesar de hecho de que Dios reprobó a Salomón (1 de Reyes 11), no cambió. Estaba tan ciego que su corazón ya no entendió el error o ya le era indiferente.
VI. La falsamente llamada ciencia
1 de Timoteo 6:20

“Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas pláticas sobre cosas vanas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia, la cual profesando algunos, se desviaron de la fe.”


También, como ya leímos previamente, en cuanto a Himeneo y Fileto:

2 de Timoteo 2:17 “Y su palabra carcomerá como gangrena; de los cuales son Himeneo y Fileto, que se desviaron de la verdad, diciendo que la resurrección ya se efectuó, y trastornan la fe de algunos.”
Himeneo y Fileto, se desviaron de la verdad, diciendo que la resurrección ya había pasado. Como uno puede ver de la Palabra de Dios, los apóstoles advirtieron muchas veces sobre enseñanzas equivocadas y peligrosas. Juan advirtió que el que no confesara que Jesucristo vino en la carne era el anticristo (1 de Juan 4:3). Los apóstoles se juntaron en Jerusalén para enfrentar enseñanzas que andaban por ahí queriendo que los discípulos se circuncidaran y siguieran la ley (Hechos 15). Como Pablo también dice en 1 de Timoteo 4:1-3:
“Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia, prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad.”


Seamos cuidadosos de dónde inclinamos nuestro oído. Lo que la Palabra de Dios dice es lo importante. ¿Lo que oímos es de acuerdo a la Palabra de Dios? No importa si suena bien o no, diferente o no de las “tradiciones”. Solo la verdad nos puede hacer libres. Todo lo demás, aún si es como la verdad, o suena bonito o parece lleno de conocimiento esclavizará. Si hoy alguien siente que su relación con Dios está en una posición difícil, una razón que yo creo que es seria es la existencia de creencias equivocadas concernientes a la Palabra de Dios y la Biblia: tenemos en nuestras mentes un dios que nosotros hemos construido, y quien NO es el Dios de la Biblia. Los juicios hacen aparecer tales cosas.


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