En
este día Padre clamamos a una voz delante de tu presencia.
Que
tu Espíritu Santo se mueva sobre nosotros como en el principio de los tiempos y
trae tu gobierno sobre nuestras vidas
Llénanos
de sabiduría e inteligencia, a través de
tu presencia que podamos abrir nuestras bocas
y tu Palabra sea fluyendo como un río, aumenta tu bendición en nosotros en nuestros hijos, en nuestras
generaciones futuras, como has prometido, porque tu soplo fue el que nos dio vida,
y nos levantó. Así como con Jesús al salir del aguas luego del bautismo, desciende
como paloma sobre nuestras vidas, para que tengamos vida y vida eterna.
Nosotros no vivimos
según la carne, sino según el Espíritu,
porque el Espíritu de Dios mora en nosotros.
Porque todos los que son guiados
por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
Desde esta ciudad, y por los alrededores hasta el
fin del mundo, todo sea lleno del evangelio de Cristo. Porque ¿quién de los
hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en Él?
Así tampoco nadie conoce las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.
Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu
de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de
discernir espiritualmente. Pero nosotros
sabemos que somos templo del Espíritu de
Dios.
En este día de Pentecostés llénanos una vez más, como prometiste,” después de esto derramaré mi espíritu sobre toda carne, y
profetizarán vuestros hijos y
vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones”. Porque para nosotros es esta promesa, para nuestros hijos, y para todos
los que estábamos alejados te él y en el
profundo amor del señor nuestro Dios nos llamó.
Así como David dijo un día, así quiero yo decir hoy, siempre
veo al Señor ante mí. Él está a mi derecha, y nada me perturbará. Por
eso mi corazón se alegró, y mi lengua cantó llena de gozo. Mi cuerpo descansará
en la esperanza, porque
no dejarás mi alma en el hades, ni permitirás que tus santos se corrompan. Nos hiciste
conocer los caminos de la vida, y nos llenarás de gozo con tu presencia.
Embriáganos con tu
unción.
Danos nuevas
lenguas.
Manifiéstate de
forma gloriosa en nuestras vidas.
Ven Espíritu Santo
llena este lugar.
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