No voy a reprimir mi personalidad por un romance, jamás.
No vengo a hablar sobre buscar el hombre perfecto.
Aunque no existe un patrón, lo importante es que me haga sentir genial, y que, por sobre todo, se mida en un punto clave: que cada uno acepte al otro tal como es. Y de ahí fluye el resto.
Que mi pareja me acepte en totalidad, y yo a él, es invaluable.
A veces no nos damos cuenta hasta que va pasando el tiempo, mientras cada uno va cambiando y haciendo su vida, pero ahí es donde vemos qué decidimos tranzar o no, y cómo vamos abrazando totalmente la personalidad del otro. Y más esperas que te acepten si te consideras una persona en un millón.
Tengo algo de locura en mi, suele pasar. Soy un alma libre, pero en el buen sentido. Soy impulsiva, ambiciosa, y estoy un poco loca. Tengo las ideas más descabelladas, y a veces mis bromas pueden salir en los momentos más serios. Es por eso que necesito a alguien a quien eso no sea una molestia, sino que ame mi locura.
Soy de aquellas con una mezcla aventurera, vaga, creativa, artística, y de todo un poco más. No temo ser tal cual soy. Es que la mezcla es un poco explosiva, cuando estoy en confianza. Y necesito a un hombre que pueda con todo esto. No es un defecto, no es nada malo, pero para algunos puede ser un poco molesto.
Me quiero comer el mundo y ojalá de un bocado. Me encanta hacer bromas, jugar en la vía pública, mantener con un poco de picardía la frescura de cada día, sin ser inmadura. Tengo los pies bien puestos en la tierra y todo eso, pero realmente, lo que más anhelo es que antes de dar el siguiente paso, ese hombre al que le intereso esté dispuesto a todo contigo, tal como yo lo estoy con el.
Correr de la mano y buscar aventuras, aunque sean pequeñas. Y mi amor, por supuesto, quiera ir contigo. Quisiera a alguien que estaría dispuesto a perderse en el fin del mundo conmigo ¿Es mucho pedir?
Por eso, Cuando de verdad hay amor, la velocidad de las cosas no importa. Sí, mucho me han hablado de las estrategias. Que mientras más indiferente seas, más loco lo tendrás. Mientras más fría, mejor. Mientras más desinteresada, caerá rendido a tu pies. Y bueno, quizás eso funcione para muchas personas, pero no para mí.
¿Qué es eso de “ir lento”? Perdónenme, pero cuando dos personas se interesan la una por la otra, la verdad es que no quieren nada más que ir rápido, conocer todo del otro, pasar todo el tiempo del mundo juntos, y no separarse por ningún minuto.
Si hay intenciones de ambas partes ¿por qué ir lento? ¿por qué seguir ridículas reglas? Ir lento no es mi estilo, porque si alguno de los dos quiere “ir lento” es porque no está seguro del camino que está pisando. Pongámoslo así; si vas en coche por un camino riesgoso y dudoso, del que no estás seguro, ¿qué haces? ir lento. Aquí es exactamente igual.
Soy una persona auténtica, transparente y sincera, y si fuese lento, simplemente no estaría siendo yo. Quizás al final del camino nos encontremos con sorpresas, pero, ¿vamos a vivir toda la vida con precaución siendo sensatos en extremo por temor a lo que nos encontremos? Eso no es vivir.
La verdad, no estoy para juegos, menos para juegos de niños. Si quieres ir lento, entonces búscate a otra, porque cuando de verdad hay amor, la velocidad de las cosas no influye.
Soy segura de mi misma, confío en mis acciones, y sé lo que hago, y aquel que me pida “ir lento”, definitivamente no será lo que quiero.
No quiero tomarme las cosas lentas, por qué no sé cómo hacer eso. Tampoco busco cosas rápidas, solo quiero alguien a mi lado que deje las cosas fluir a su propio ritmo, no que las frene, porque eso es sinónimo de temor.
Si me pones tres puntos suspensivos a nuestra relación, ten por seguro que borraré dos.
Así que, aquí estoy, ámame con locura o déjame; y apúrate antes de que me canse por tu lentitud.
* Una mujer enamorada...y muy loca.
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