“Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis
bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo
cuadruplicado” (Lucas 19:8).
Cuando Jesús entra en nuestros corazones se produce un cambio interno que se manifiesta en nuestras acciones. Dejamos de ser personas egocéntricas y pasamos a ser sensibles a la necesidad de quienes lo necesitan. Podemos hablar mucho de amor pero si nuestras acciones no lo reflejan, serán poco creíbles nuestras palabras.
- OREMOS PARA QUE EN LAS ACCIONES DE CADA DÍA SE MANIFIESTE EL AMOR DE DIOS.
- ROGUEMOS QUE NUESTRA MANERA DE OBRAR DEMUESTRE QUE SOMOS HIJOS DE DIOS.
- PIDAMOS QUE POR MEDIO DE NUESTRAS ACCIONES CRISTO SEA PREDICADO.
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