“siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no continta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablasde carne del corazón” (2° Corintios 3:3).
Nuestro carácter debe ser una carta de representación de Cristo, en todo momento y con todos aquellos que nos rodean. Muchas veces se dice que hay personas que sacan lo peor de nuestro carácter. Pero para un Hijo de Dios, quien ha recibido a Cristo como su salvador, nadie puede sacar
a la luz algo que no debe estar. Tal vez sea el momento de reconocer si todavía no hemos rendido nuestro carácter por completo a Cristo.
- OREMOS PARA QUE NUESTRO CARÁCTER SEA EL DE CRISTO.
- OREMOS POR AQUELLOS QUE TIENEN PROBLEMAS CON SU CARÁCTER.
- PIDAMOS QUE POR MEDIO DE NUESTRO CARÁCTER CRISTO SEA PREDICADO.
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