PROMESA

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jueves, 24 de octubre de 2013

TABERNÁCULO II

El tabernáculo se mantenía unido por cinco barras en cada lado (norte, sur y oeste). Leemos en Éxodo 26:26-29 acerca de estas cinco barras que estaban hechas de madera de sitim y recubiertas de oro: “Harás también cinco barras de madera de acacia, para las tablas de un lado del tabernáculo, y cinco barras para las tablas del otro lado del tabernáculo, y cinco barras para las tablas del lado posterior del tabernáculo, al occidente. Y la barra de en medio pasará por en medio de las tablas, de un extremo al otro. Y cubrirás de oro las tablas, y harás sus anillos de oro para meter por ellos las barras; también cubrirás de oro las barras”.
Estas cinco barras eran colocadas a través de anillos de oro adheridos a las tablas. Estas tablas servían como abrazaderas para sostener toda la estructura del tabernáculo. Cinco es el número que representa la gracia de Dios. Como creyentes y sacerdotes del Nuevo Testamento, nosotros somos sostenidos por la gracia de Dios y solamente por Su gracia. Estas cinco barras también representan los cinco ministerios: apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros. El ministerio quíntuple es necesario para llevar a la Iglesia a la madurez y perfección (Ef. 4:11-13). Como las barras que sostenían el tabernáculo, el ministerio quíntuple hace que la Iglesia esté firme y guarda a los creyentes de ser llevados de acá para allá por  cualquier viento de doctrina (Ef. 4:14).
Había un total de quince barras (cinco barras en los lados norte, sur y oeste). El número quince habla de la separación o llamamiento divino. Así, estas quince barras hablan del llamamiento divino por Dios para estos cinco ministerios.
Como Pablo dice en Hebreos 5:4: “Y nadie toma para sí esta honra, sino el que es llamado por Dios, como lo fue Aarón”.
Estas barras estaban hechas de madera de sitim (que habla de humanidad) y recubiertas con oro, que habla del hecho de que el ministro del Señor debe estar recubierto por la naturaleza de Dios.
El anillo es un aro sin fin, que habla de la eternidad. El hecho de que estas barras fueran puestas a través de estos anillos de oro significa que el llamado al ministerio quíntuple es un llamamiento eterno, “Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios” (Ro. 11:29).
A Finees, el hijo de Eleazar y nieto de Aarón, le fue dado un sacerdocio eterno por el celo que tuvo por el Señor y por Su justicia (Nm. 25:11-13). Como sacerdotes del Nuevo Pacto, nuestro ministerio es eterno. Al vencedor se le promete un sacerdocio eterno.

ALTAR DE BRONCE

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