PROMESA

PROMESA

viernes, 8 de noviembre de 2013

SHABBAT SHALOM

44 »Escúchame ahora, Jacob; tú, Israel, eres mi siervo; yo te escogí. Yo soy el Señor, tu Hacedor, el que te formó desde el vientre y el que siempre te ayudará. Y yo te digo que no temas. Tu eres mi siervo, Jacob; tú eres Jesurún, a quien yo escogí. Y voy a derramar aguas sobre el desierto y ríos sobre la tierra seca, y también voy a derramar mi espíritu sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos. Así ellos crecerán entre la hierba, como crecen los sauces a la orilla de los ríos. Alguno dirá “Yo soy del Señor”; otro más llevará el nombre de Jacob, y otro más escribirá con su mano “Dedicado al Señor”, y será conocido por el nombre de Israel.»
Así dice el Señor, el Rey y Redentor de Israel, el Señor de los ejércitos:
«Yo soy el primero; yo soy también el último. Fuera de mí no hay otro Dios. ¿Quién puede proclamar lo que está por venir? ¿Quién puede declararlo y ponerlo en orden ante mí, como lo hago yo desde que establecí al pueblo antiguo? ¡Anuncien lo que viene, lo que está por venir! No temas; no te intimides. ¿Acaso no te lo dije y te lo hice saber desde la antigüedad? Por lo tanto, ustedes son mis testigos. No hay más Dios que yo. No hay otro Fuerte; no conozco a ninguno.»


miércoles, 6 de noviembre de 2013

LA GUERRA INVISIBLE

La guerra invisible está siendo librada en la tierra:
“El ladrón [Satanás] no viene [a la tierra] sino para hurtar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10).
Satanás lucha para mantener el control del mundo. Él no quiere que estén bajo la autoridad de Dios. La batalla también se efectúa dentro de los corazones, mentes, y almas de los hombres y mujeres. Satanás ciega las mentes de los no creyentes y ataca a los creyentes en las áreas de adoración, Palabra, su caminar diario, y en su trabajo para Dios.
La guerra invisible comenzó en el cielo con un ángel llamado Lucifer que fue originalmente un hermoso ángel creado por Dios y era parte del Reino de Dios. Lucifer decidió que quería tomar el control del Reino de Dios. Puedes leer de su rebelión en Isaías 14:12-17 y en Ezequiel 28:12-19. Un grupo de ángeles se unió a Lucifer (ahora llamado Satanás) en su rebelión. Lucifer y los ángeles rebeldes fueron expulsados del cielo por Dios. Ellos formaron su propio reino sobre la tierra:
“Entonces hubo una guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón [Satanás]. Luchaban el dragón y sus ángeles” (Apocalipsis 12:7).
“Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama Diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero. Fue arrojado a la tierra y sus ángeles fueron arrojados con él” (Apocalipsis 12:9).
Lucifer llegó a ser conocido como Satanás y los ángeles que lo siguieron en su rebelión como demonios. Los espíritus demoníacos pueden entrar, atormentar, controlar, y usar a los humanos que están bajo el gobierno de Satanás. Ellos motivan actos malignos que son realizados por hombres y mujeres. Dirige a sus demonios en sus actividades malignas. Él combina estas fuerzas poderosas con el mundo y la carne para batallar contra todo el género humano.
El hombre fue originalmente creado a la imagen de Dios y para la gloria de Dios (Génesis capítulo 2). La guerra invisible contra el hombre comenzó con la primera tentación en el jardín del Edén (Génesis capítulo 3). Satanás hizo pecar a Adán y Eva. Esto resultó en que todo el género humano heredaría la naturaleza pecaminosa y realizara actos individuales de pecado conforme a esta naturaleza:
“Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron” (Romanos 5:12).
También resultó en la guerra invisible entre el hombre y las fuerzas del mal:
“Pondré enemistad entre ti [Satanás] y la mujer [género humano], y entre tu simiente [las fuerzas del mal] y la simiente suya [las fuerzas del bien representadas por el Señor Jesucristo]...” (Génesis 3:15).
A causa del pecado, el hombre fue separado de Dios y condenado a la muerte. Pero Dios amó al hombre tanto que creo un dieño para salvarlo del pecado:
“De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna. Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él” (Juan 3:16-17).
Mediante la creencia en Jesús, la confesión y el arrepentimiento del pecado, los hombres y mujeres pueden ser liberados del poder del enemigo. La muerte y resurrección de Jesús no solamente resultó en la salvación del pecado. También derrotó al enemigo, Satanás:
“... Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo” (1 Juan 3:8).
¿ Pero si Satanás está derrotado, porque entonces la guerra continúa? Seguido a cada guerra quedan siempre residuos de resistencia enemiga, tropas rebeldes que no se rendirán hasta que la fuerza los obligue a hacerlo. Aunque Jesús derrotó a Satanás, estamos viviendo en territorio todavía ocupado por las fuerzas enemigas de resistencia. Entender las estrategias de guerra espiritual nos da la habilidad de tratar con estos poderes malignos.
Satanás está tratando de mantener a los hombres cautivos en el pecado. Mediante métodos engañosos está incitando a los hombres y mujeres a las lujurias de la vida pecaminosa. Él apunta a los afectos del alma y el espíritu los cuales legítimamente pertenecen a Dios:
“El ladrón [Satanás] no viene sino para hurtar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10).
Satanás todavía quiere ser el gobernante supremo. Está librando una batalla intensa por el corazón, mente, alma y espíritu del hombre. Sus estrategias están dirigidas contra Dios, Su plan, y Su pueblo. 

MUNDO NATURAL Y MUNDO ESPIRITUAL

Para entender esta guerra invisible, primero debes entender los mundos natural y espiritual. El hombre existe en dos mundos: el mundo natural y el mundo espiritual.
El mundo natural es el que puede ser visto, sentido, tocado, escuchado, o tanteado. Es tangible y visible. El país, la nación, ciudad o villa en la cual vives es parte del mundo natural. Eres un residente en el mundo natural localizado en uno de los continentes visibles del mundo. Puedes ver la gente que es parte de tu ambiente. Puedes comunicarte con ellos. Puedes experimentar los paisajes, sonidos, y olores alrededor de ti.
Pero existe otro mundo en el cual tú vives. Ese mundo es un mundo espiritual. No puedes verlo con tus ojos físicos, pero es tan real como el mundo natural en el que vives.
Pablo habla de esta división entre lo natural y lo espiritual:
“Hay cuerpos celestiales y cuerpos terrenales” (1 Corintios 15:40).
Todos los hombres tienen un cuerpo natural que vive en el mundo natural. Pero el hombre es también un ser espiritual con un alma eterna y espíritu. El hombre es cuerpo, alma y espíritu. Tu ser espiritual (alma y espíritu) es parte del mundo espiritual así como tu cuerpo natural es parte del mundo natural.
Puesto que la guerra espiritual es justo eso... espiritual... debe ser entendida con una mente espiritual. En nuestro estado natural de pecado, nosotros no podemos entender las cosas espirituales:
“Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura; y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente”
1 Corintios 2:14
Es necesario usar “discernimiento espiritual” para entender las cosas espirituales.
Quizás uno de los mejores ejemplos de discernimiento natural y espiritual está registrado en 1 Reyes 6. Registra la historia de una batalla natural en la cual tropas de la enemiga nación de Siria habían rodeado un pequeño pueblo llamado Dotán donde el profeta Eliseo se estaba quedando. Cuando el siervo de Eliseo, Giezi, vio el gran ejército del enemigo sintió temor. Eliseo oró para que Dios abriera los ojos espirituales de Giezi para que él pudiera ver las huestes espirituales que los rodeaban y los protegían. En esta ocasión, Dios abrió los ojos espirituales de Giezi y le permitió ver visiblemente las fuerzas superiores de Dios alistadas para la batalla.
La historia de esta batalla en Dotán es similar a las condiciones espirituales en la Iglesia. Hay algunos, como Eliseo, que ven claramente dentro del reino del espíritu. Ellos saben que hay un conflicto que está ocurriendo, han identificado al enemigo, y reconocido las grandes fuerzas de Dios que aseguran la victoria. Hay otros como Giezi, que con un poco de aliento, serán capaces de abrir sus ojos espirituales y no serán más temerosos o derrotados por el enemigo. Pero tristemente, hay muchas personas quienes, como aquellos en la ciudad de Dotán, están durmiendo espiritualmente. Ellos no saben incluso que el enemigo los ha rodeado y está posicionado para el ataque.
Dentro de los reinos natural y espiritual de los cuales estamos hablando existen reinos separados que están gobernados por líderes naturales y espirituales.
Todos los hombres viven en un reino natural de este mundo. Ellos viven en una ciudad o en un pueblo el cual es parte de una nación. Esa nación es un reino del mundo. Un reino natural es un territorio o pueblo sobre el cual un rey o líder político es el gobernante soberano. La Biblia habla de estos reinos naturales como los “reinos del mundo”. Los reinos del mundo han venido a estar bajo el poder y la influencia de Satanás:
“Otra vez lo llevó [a Jesús] el diablo a un monte muy alto y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos,9 y le dijo: —Todo esto te daré, si postrado me adoras” (Mateo 4:8-9).
1 Juan 5:19 tristemente nos recuerda que “ el mundo entero está bajo el control del maligno”.
La Palabra nos dice que 
La batalla que libramos no es contra gente de carne y hueso, sino contra principados y potestades, contra los que gobiernan las tinieblas de este mundo, ¡contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes! Efesios 6:12
Los principados son los lugares de gobierno de los  llamados demonios, y todos los hombres que viven en pecado y rebelión a la Palabra de Dios están bajo su influencia. Éstos, junto con el mundo y la carne, son las fuerzas espirituales del mal que obran en el mundo hoy.
El Reino de Dios consiste de Dios el Padre, Jesucristo, el Espíritu Santo, seres espirituales llamados ángeles, y todos los hombres que viven en justa obediencia a la Palabra de Dios. Éstas son las fuerzas espirituales del bien.
El Reino de Dios no es un iglesia denominacional. Las denominaciones son organizaciones de hechura humana de grupos de iglesias. Han sido establecidas con propósitos prácticos de organización y administración.  La Biblia nos habla de la verdadera Iglesia la cual no es una denominación u organización religiosa. La verdadera Iglesia está compuesta de todos aquellos que se han convertido en residentes del Reino de Dios.
En el tiempo presente en el mundo natural, el Reino de Dios existe individualmente dentro de cada hombre, mujer, niño o niña que haya hecho a Jesús el Rey de su vida. Existe comunitariamente en la verdadera iglesia y dondequiera que las personas hagan de este mundo el tipo de mundo que Dios quiere que sea. En el futuro, habrá una manifestación visible del Reino de Dios.
La guerra espiritual invisible es una batalla que envuelve a todos los hombres y mujeres. Puesto que Satanás pertenece a  un reino espiritual...
La guerra espiritual no es una batalla natural entre la sangre y la carne. No es una batalla del hombre contra el hombre. No es una batalla visible. Es un conflicto invisible en el mundo del espíritu. Es una batalla dentro y alrededor del hombre. No es una guerra visible porque los espíritus están involucrados y aprendemos de Lucas 24:39 que un espíritu no tiene carne ni huesos.
La guerra espiritual es “multidimensional”, lo cual significa que es librada en diferentes dimensiones. Es...

  • 1. Una batalla social entre el creyente y el mundo: Juan 15:18-27
  • 2. Una batalla personal entre la carne y el espíritu: Gálatas 5:16-26
  • 3. Una batalla supernatural entre el creyente y los poderes sobrenaturales malignos: Efesios 6:10-27

Toda persona viva está comprometida en esta guerra, se de cuenta o no. No hay campo neutro. Los no creyentes están bajo el yugo del mal y han sido llevados cautivos por las fuerzas del enemigo. Son víctimas de la guerra.
Los creyentes han sido librados del enemigo mediante Jesucristo y son victoriosos, pero están todavía comprometidos en la guerra. El versículo que vimos al principio indica que nosotros (todos los creyentes) combatimos contra fuerzas espirituales malignas.
“Combatir” implica contacto personal cercano. Ninguno está exento de esta batalla. Ninguno puede verla desde la distancia. Estás en el medio del conflicto ya sea que lo reconozcas o no. Si no lo reconoces será mejor... estás equivocado. La guerra del cristiano nunca cesa.

lunes, 4 de noviembre de 2013

GUERRA ESPIRITUAL

En la escritura podemos ver claramente que Satanás no tiene su lucha contra Dios, sino como dice Pedro su contienda es con nosotros:
Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;  al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.                                                                                               1°Pd. 5:8-9
 Muchos hemos creído que la guerra espíritual es  orar sobre una persona que tiene algún tipo de manifestación,y aunque es en parte verdad, es solo una pequeña parte de un todo.

Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. 
Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Efesios 6:12 -13
Hay una gran guerra que está siendo librada en el mundo hoy. No es un conflicto entre naciones, tribus, o líderes de gobierno. No es una rebelión o un golpe de estado. Es una importante batalla invisible que está teniendo lugar en el mundo del espíritu. La Biblia declara que el Pueblo de Dios es destruido por falta de conocimiento (Oseas 4:6). Una de las áreas principales en las cuales los creyentes son derrotados a causa de la falta de conocimiento es la guerra espiritual. 

La iglesia primitiva vio la experiencia espiritual en términos de una guerra. La terminología militar puede encontrarse a lo largo de todo el Nuevo Testamento. La protección se encontró en la armadura de Dios. La Palabra de Dios se comparó con una espada. Los ataques de Satanás fueron llamados dardos encendidos. La fe era la “buena pelea” y a los creyentes se les dijo que “pelearan la buena batalla”. La iglesia primitiva sabía que estaban comprometidos en un intenso conflicto espiritual. 

La misma batalla espiritual continúa hoy pero en lugar de estar combatiendo al enemigo, los creyentes están frecuentemente construyendo edificios de iglesias, produciendo dramas musicales, teniendo encuentros de confraternidad, y peleándose unos con otros mientras esta gran batalla espiritual está desatándose alrededor de ellos. Satanás incluso ha intensificado sus ataques contra una iglesia que se ha retirado de las líneas del frente de batalla. 

En la medida que el final de los tiempos se aproxima es incluso más importante que los creyentes entiendan la guerra espiritual en estos tiempos más que en los primeros días de la historia de la iglesia. El Apóstol Pablo nos advirtió: 
 
“También debes saber que en los últimos días vendrán tiempos peligrosos”(2 Tim. 3:1). 

En vistas a estar adecuadamente preparados para estos tiempos difíciles, un renovado énfasis debe ser puesto en las estrategias de la guerra espiritual. La vida cristiana es guerra. Más pronto lo reconozcamos y nos preparemos para ella, más pronto experimentaremos la victoria. 

Lucas 14:31 dice “O supongamos que un rey está a punto de ir a la guerra contra otro rey. ¿ Acaso no se sienta primero a calcular si con diez mil hombres puede enfrentarse al que viene contra él con veinte mil?
 Ningún rey fue nunca a la batalla sin una cuidadosa examinación de sus recursos y sin desarrollar estrategias de batalla. Esta es la pregunta que debemos hacernos ¿Estamos en condiciones de salir a la batalla.
Porque si bien sabemos a ciencia cierta que la Victoria la tenemos en Cristo Jesús, cada batalla la debemos pelear como soldados.
Es nuestro deber hacer un cuidadoso examen de la estrategia, armas, y del poder disponible para nosotros para ganar la guerra contra nuestro enemigo, Satanás.  
En el mundo militar, “estrategia” es la ciencia de llevar adelante operaciones militares. Es el método o plan que lleva al objetivo de la victoria. 
Solo nos queda prepararnos y preparar cada una de las armas que nos fueron entregadas por el Padre.
 Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas,
 derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, y estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta.2 Co.10:3-6


domingo, 3 de noviembre de 2013

MES DE KISLEV


Damos inicio a un nuevo mes, llamado Kislev. Las Escrituras se refieren a este como "el noveno mes", pues es el noveno a partir de Nisan .
Kislev significa, confianza y fortaleza interior.
El símbolo Kislev es El Arco, como el arco iris que se ve en el cielo cuando llueve en un día soleado. En efecto, el primer arco iris que se vio después del Diluvio, apareció en el mes de Kislev. El versículo expresa (Génesis 9:12-13): Y Dios dijo, esta es la señal del pacto que he puesto entre Mi y vosotros, y entre todo ser viviente que esta con vosotros para la eternidad. Mi arco he puesto en las nubes, y sera la señal del pacto entre Mi y la tierra

Es un mes de lluvias, la ausencia de ellas implicaba que el pueblo de Israel se preocupaba ya que era signo de que algo no estaba bien, y se ponían en ayuno para que Dios volviera su rostro a ellos.
Leemos en Oseas 6
1. Venid y volvamos a Jehová; porque él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará.
2. Nos dará vida después de dos días; en el tercer día nos resucitará, y viviremos delante de él.
3. Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová; como el alba está dispuesta su salida, y vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra.
4. ¿Qué haré a ti, Efraín? ¿Qué haré a ti, oh Judá? La piedad vuestra es como nube de la mañana, y como el rocío de la madrugada, que se desvanece.
5. Por esta causa los corté por medio de los profetas, con las palabras de mi boca los maté; y tus juicios serán como luz que sale.
6. Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos.
7. Mas ellos, cual Adán, traspasaron el pacto; allí prevaricaron contra mí.
8. Galaad, ciudad de hacedores de iniquidad, manchada de sangre.
9. Y como ladrones que esperan a algún hombre, así una compañía de sacerdotes mata en el camino hacia Siquem; así cometieron abominación.
10. En la casa de Israel he visto inmundicia; allí fornicó Efraín, y se contaminó Israel.
11. Para ti también, oh Judá, está preparada una siega, cuando yo haga volver el cautiverio de mi pueblo.

Palabras fuertes son estas, pero muy actuales, ya que este es el tiempo en que el Pacto que hemos hecho con Dios se renueva. El número 9 implica un nuevo nivel espiritual es subir a algo aun mayor Nueve es el cuadrado de tres, y tres es el número de la perfección divina, así como el número peculiar del Espíritu Santo. No es sorpresa, por lo tanto, descubrir que este número indica: «finalidad» en los asuntos divinos. Existen nueve elementos en el «fruto del Espíritu»: (1) amor, (2) gozo, (3) paz, (4) paciencia, (5) benignidad, (6) bondad, (7) fe, (8) mansedumbre, (9) templanza. (Gl. 5:22-23). El 9 viene después del 8, que representa el nuevo nacimiento. Cuando se tiene un árbol bueno, lo que se espera en seguida de él es un buen fruto. De la misma manera que el 9 sigue al 8, así también el buen fruto, el fruto del Espíritu se presenta como resultado de nuevo nacimiento. En 1 Co. 12:8-10 vemos 9 dones del Espíritu. El Señor dio inicio al sermón del monte con nueve «bienaventuranzas», en relación al carácter de los discípulos en el reino celestial.
Así que tomemos este nuevo mes que inicia, para renovar nuestro Pacto con el Padre.
Apocalipsis 2
12 Escribe al ángel de la iglesia en Pérgamo: Así dice el que tiene la espada aguda de doble filo:13 »Yo sé dónde vives, y dónde está el trono de Satanás. Sin embargo, te mantienes fiel a mi nombre, y no has negado mi fe, ni siquiera cuando a Antipas, mi testigo fiel, lo mataron en esa ciudad, donde vive Satanás. 14 Pero tengo algunas cosas contra ti. Tienes contigo a los que se aferran a la doctrina de Balaam, el que enseñó a Balac a poner tropiezos a los hijos de Israel, a hacerlos comer de lo sacrificado a los ídolos, y a caer en inmoralidades sexuales. 15 También tienes contigo a los que se aferran a la doctrina de los nicolaítas. 16 Así que, ¡arrepiéntete! De lo contrario, pronto vendré a ti, y con la espada de mi boca pelearé contra ellos. 17 El que tenga oídos, que oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias: Al que salga vencedor, le daré a comer del maná escondido, y le daré también una piedrecita blanca; en ella está escrito un nombre nuevo, que nadie conoce sino el que lo recibe.

viernes, 1 de noviembre de 2013

EFESIOS 1


Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que en Cristo nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales. En él, Dios nos escogió antes de la fundación del mundo, para que en su presencia seamos santos e intachables. Por amor nos predestinó para que por medio de Jesucristo fuéramos adoptados como hijos suyos, según el beneplácito de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado.En él tenemos la redención por medio de su sangre, el perdón de los pecados según las riquezas de su gracia, la cual desbordó sobre nosotros en toda sabiduría y entendimiento, y nos dio a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, 10 para que cuando llegara el tiempo señalado reuniera todas las cosas en Cristo, tanto las que están en los cielos, como las que están en la tierra.
11 En él asimismo participamos de la herencia, pues fuimos predestinados conforme a los planes del que todo lo hace según el designio de su voluntad, 12 a fin de que nosotros, los primeros en esperar en Cristo, alabemos su gloria.13 También ustedes, luego de haber oído la palabra de verdad, que es el evangelio que los lleva a la salvación, y luego de haber creído en él, fueron sellados con el Espíritu Santo de la promesa, 14 que es la garantía de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.
15 Por esta causa también yo, desde que supe de la fe de ustedes en el Señor Jesús y del amor que ustedes tienen para con todos los santos, 16 no ceso de dar gracias por ustedes al recordarlos en mis oraciones, 17 para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, les dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él. 18 Pido también que Dios les dé la luz necesaria para que sepan cuál es la esperanza a la cual los ha llamado, cuáles son las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, 19 y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros, los que creemos, según la acción de su fuerza poderosa, 20 la cual operó en Cristo, y lo resucitó de entre los muertos y lo sentó a su derecha en los lugares celestiales, 21 muy por encima de todo principado, autoridad, poder y señorío, y por encima de todo nombre que se nombra, no sólo en este tiempo, sino también en el venidero. 22 Dios sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio a la iglesia, como cabeza de todo, 23 pues la iglesia es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena a plenitud.

EL MENSAJE DE LOS VIERNES “CARTA PARA UN AMIGO" *DANTE GEBEL






Algún viernes te dije que a las mujeres se las conquista por el oído y con los pequeños detalles. Palabras, conversación, encanto, sensibilidad. No hay nada que seduzca mas a una mujer que un caballero a la antigua: gentil, amable, varonil, alegre, refinado, comunicativo, sencillo, interesante, romántico, prudente, temerario, previsible, detallista (recordar cada palabra que ella te dice es vital) misterioso, seguro y que siempre huela bien. Que la haga reír, pero que también la haga sentir segura.

Recuerda que quien trata a una mujer como una princesa, demuestra que fue criado por una reina. Tienes que hacer tu trabajo de hombre y saber interpretar las señales que ella te está dejando notar. Si te dice "Cuídate", es porque vales muchísimo para ella. 
Si te mira fijamente es que está intentando recordar bien tu cara para sus sueños.
 Se que a veces es un poco extraño saber que una persona a la que ves tan poco, te puede conocer mucho mas que los que están todo el día a tu lado, pero no deja de ser una muy buena señal, 
Ai ella se da cuenta de como estás anímicamente sin siquiera hablarte, es porque tiene una conexión única contigo en su corazón.
 Es como si te dijera: “¿Te quedó claro que te amo? ¿O te tengo que tirar mil indirectas mas?” 
A lo mejor llevas días sin hablarle o escribirle, pero nada cambia que eres tu a quien ella necesita y ama.

No hay un solo día en que ella no se pregunte: “¿No es raro como una persona que hasta hace poco era un extraño para mi, ahora se haya convertido en mi mundo?”; tal vez ella no esté muy segura qué fue lo que vio en ti, pero está convencida que no lo vio en nadie mas.

Posiblemente en ocasiones ella intente ignorarte, pero no lo hace porque no siente nada por ti, sino porque le molesta no estar al control de la situación (como le suele gustar a cualquier mujer inteligente) ella aún no aprendió que la persona perfecta no es aquella que llega a su vida y deja todo en paz.
 Al contrario, es quien llega para hacerle cuestionar cosas, cambiar su mundo, marcar un antes y un después en su historia, y revolucionar su vida como hasta ahora la conocía. 
Ella apenas se está dando cuenta de todo lo que le estás causando en su vida, especialmente cada vez que se viste y se mira al espejo, preguntándose como la verás tu. Te aseguro que cuando una mujer se viste, se maquilla y se arregla pensando en alguien…es porque está enamorada, aunque no quiera aceptarlo. 
Y aunque no lo creas, cada vez que la besas en la mejilla, ella se muere de ganas porque la besaras en la boca. Así que, mi viejo amigo, ¿de quién es la culpa? ¿Tuya por amarla o de ella por enamorarte?
 No lo se...pero estoy seguro que no debe haber un solo día en que no te preguntas: “¿Porqué ella no llegó antes a mi vida?” 
Y puedo darte mi palabra de honor que ella también está asustada de perderte, aunque sabe que todavía nunca te ha tenido.
Yo se que ella te ama y cuando escucha tu nombre, sus ojos brillan, sus pupilas se dilatan y su corazón se acelera. Te voy a decir algo, tomillo como un secreto, pero creo que es muy importante que tu lo sepas: Te extraña y casi no lo puede disimular.
 Créeme que se lo que te digo.
Cuando escucha tu nombre te añora, cuando teme encontrarte se inquieta, guarda tu foto y la ve cuando quiere, recuerda tu teléfono y le duele no poder llamarte o escribirte cada vez que tiene ganas.
 Créeme, le ha sido muy difícil vivir sin ti, todo el tiempo. A veces, en medio de una frase corrida, cierra sus ojos y no puede continuar. En esos momentos tu has llegado a su mente, y a ella le duele recordarte, sin poder tenerte cerca, aunque sea para charlar un poco.
 A veces llora y dice que se siente mal, pero yo conozco mejor que nadie esas lágrimas y se que tú eres quien las provoca. Otras veces cuando duerme, pide a Dios que te cuide, aunque en realidad preferiría hacerlo ella misma. Te es fiel porque tú no sales de su mente.
No, nunca me lo ha dicho, nunca hemos hablado de ti, y no hace falta, la comprendo porque el silencio irrumpe su alegría y porque la presencia de cualquier otro hombre le es indiferente, ella daría todo por abrazarte y no soltarte nunca.
 ¿Te sorprende saber todo esto?
Es que como todo hombre…nunca te das cuenta de nada, no reconocerías a un perro aunque te ladrara toda la noche, y no lo digo porque soy tu amigo, sino porque también soy hombre.
Si no le dices pronto lo que sientes, tarde o temprano alguien mas la enamorará; recuerda que las mujeres se enamoran del que las hace reír, pero por lo general se terminan casando con el que las hace sufrir. Y la culpa la tienen los hombres como tu, que no saben interpretar las señales de alguien que pide a gritos silenciosos que la amen bien.
Así que, mi querido amigo, acepta este consejo de un viejo Pastor de los jóvenes, o mas bien de uno de los últimos románticos que quedan de aquella vieja época en donde trabajábamos duro para enamorar a una mujer: No hables demasiado. Una mujer puede que olvide tus palabras, pero jamás olvidará como la hiciste sentir. 
Mírala directo al alma. 
Escúchala como si nada mas importara en el universo. Recuerda cada detalle de lo que te diga. Ella no siempre querrá que le resuelvas sus problemas, solo necesita un caballero que la escuche el tiempo que sea necesario. 
Ella ni siquiera te ha besado y te aseguro que muchas veces se imaginó toda una vida contigo.
Aduéñate de su corazón y sigue entrando en su alma sin pedir permiso y uno de estos días, sin pensarlo demasiado, dale un buen beso. En el caso que ella te mire sorprendida, no se te ocurra pedirle perdón, ten en cuenta que tu seguridad es una de las cualidades que a ella la subyugan; solo mírala a los ojos y dile: “Lo mío fue un acto de justicia, te robé un beso porque tu hace meses que me robaste el sueño”.
Posiblemente sea lo último que le digas, antes que sea ella…quien te siga besando.

PD: Si te estás riendo porque soy cursi y antiguo, no me ofendo; después de todo somos amigos. Pero te recuerdo que de donde yo vengo, estas cosas siempre resultaban. Y que yo sepa, a todas las mujeres del mundo y de todas las épocas, las enamora exactamente lo mismo: Un hombre que sepa amarlas de verdad.