El mes de Tishri es el séptimo mes en el Calendario hebreo; pero el primero en el Calendario civil hebreo, por eso se le denomina el principal mes del año o Rosh Ha-Shanáh (Lit. Cabeza del año).
Por ser el mes séptimo (7), en el lenguaje simbólico del Tiempo profético de Dios, Tishri representa la fase de la Luna llena, el tiempo de plenitud, perfección y cumplimiento. Y exactamente, en este mes es cuando se celebran las tres últimas Fiestas: la de las Trompetas, la del Perdón y la séptima Fiesta, la Fiesta de los Tabernáculos, en la que recordamos el deseo del corazón de Dios de morar en medio de Su pueblo.
Según la tradición judía en el mes de Tishri Dios culminó toda la creación con Su máxima expresión, la creación del hombre . Por eso, celebran también en este mes el cumpleaños o aniversario de la Creación y el mundo habitado.
Y en la tradición judía y judía-cristiana se cree que en este mes El Señor descenderá del cielo y juzgará al mundo. Esto se debe a varias razones:
1. A comienzo del mes se celebra la Fiesta de las Trompetas (Yom Teruah), que es un anuncio para despertar, pues se acerca el Día del juicio (Yom Kippur).
2. A los 10 días se celebra la Fiesta del Perdón (Yom Kippur), también conocida como el Día del juicio, en la que se cree que Dios juzga o pesa las acciones que el justo ha realizado durante un ciclo de 12 meses.
3. El profeta Sofonías describe el gran Día de la ira de Dios, del juicio de Dios sobre las naciones, en el contexto del Día de Trompetas (Sof. 1:14-16).
4. El mismo Señor Jesucristo anunció que en el Día de Su Venida enviará a Sus ángeles "con gran voz de trompeta", para reunir a Sus escogidos y encontrarse con Él en las nubes (Mt. 24:30-31; Mr. 13:24-27)
5. El apóstol Pablo describe la Segunda Venida del Señor, también en el conexto del Día de Trompetas (1Tes. 4:16-17; 1Cor. 15:51-52).
6. El signo o constelación del mes es la balanza (heb. mozanaim), que representa la justicia.
7. Tanto el profeta Daniel como el apóstol Juan vieron en visión los momentos finales del gran Día del Señor en el que aparecía un gran trono blanco y al Juez del universo sentado en él, ante quien se abrieron los libros para juzgar a los hombres y a las naciones según sus obras (Dn. 7:9-10; Ap. 20:11-12).
Así que, una gran cantidad de estudiosos de las Sagradas Escrituras concuerdan que la Segunda Venida de nuestro Señor Jesucristo es muy probable que acontezca en el mes de Tishri, específicamente en los primeros 10 días de este mes.
Mas si leemos la Palabra en ella el mismo Jesús dice "Pero de aquel día y hora nadie sabe, ni siquiera los ángeles del cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre." Mt.241:36.
También en el pensamiento hebreo el primer día del mes de Tishri es conocido como "el Día que nadie conoce", pues es el único día de las Fiestas del Señor que cae en el primer día de un mes. Y resulta que el primer día de cualquier mes en el Calendario hebreo depende del avistamiento de la luna nueva y nadie conoce exactamente cuando comenzará Rosh ha-Shanáh hasta que la luna nueva es divisada y entonces puede oficialmente declararse el inicio del séptimo mes .
Por lo tanto podemos decir que :
- Tishri es el séptimo mes, así que puede ser un mes de plenitud, llenura o satisfacción (logro).
- Es el mes donde la providencia divina puede crear un nuevo comienzo, abrir o iniciar un nuevo ciclo de bendición.
- Es un tiempo para comenzar, para levantarse, despertar y remover todo aquello que te retiene, paraliza o te hace retroceder.
- Es un tiempo de evaluación, revisión, donde las obras del hombre son pesadas y juzgadas, entonces se libera el favor, la bendición y provisión de Dios.
- Es el tiempo cuando puedes "dar a luz" una idea o proyecto en el que vengas trabajando (Jn. 7).
- Es un tiempo oportuno para retomar la palabra profética que Dios te ha dado en una temporada pasada. ¡Dios desea restaurarte, reivindicarte y recompensarte conforme a tu fe y obediencia! (Jn. 4)
- Es un buen tiempo para recordar los sueños que Dios te ha dado que establecen tu destino profético y que ahora Dios los trae a la luz, para que prosperes, seas fructífero y productivo en Su reino (Gén. 37:5-11; 48:15-16, 20; Dt. 33:13-17) .
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