56 Dios mío, ten compasión de mí, pues hay quienes me persiguen.
A toda hora me atacan y me atormentan.
2 Mis enemigos no dejan de atacarme ni de noche ni de día;
¡son ya demasiados los orgullosos que me atacan!
A toda hora me atacan y me atormentan.
2 Mis enemigos no dejan de atacarme ni de noche ni de día;
¡son ya demasiados los orgullosos que me atacan!
3-4 Cuando siento miedo, confío en ti, mi Dios, y te alabo por tus promesas; Confío en ti, mi Dios, y ya no siento miedo.
¡Nadie podrá hacerme daño jamás!
¡Nadie podrá hacerme daño jamás!
5 Siempre cambian mis palabras, y sólo piensan en perjudicarme.
6 Se ponen a espiarme y hacen planes contra mí;
¡tantas ganas tienen de matarme que vigilan todos mis pasos!
6 Se ponen a espiarme y hacen planes contra mí;
¡tantas ganas tienen de matarme que vigilan todos mis pasos!
7 Dios mío, ¡enójate con mis enemigos y ponlos en vergüenza!
¡No los dejes escapar!
8 Anota en tu libro todas las veces que he huido;
tú bien sabes las veces que he llorado.
9 Cuando yo te pida ayuda, mis enemigos saldrán huyendo.
Yo estoy seguro, Dios mío, que cuento con tu apoyo.
10 Confío en ti, mi Dios, y te alabo por tus promesas.
Confío en ti, Señor, y te alabo por tus promesas.
11 Confío en ti, mi Dios, y ya no siento miedo.
¡Nadie podrá hacerme daño jamás!
¡No los dejes escapar!
8 Anota en tu libro todas las veces que he huido;
tú bien sabes las veces que he llorado.
9 Cuando yo te pida ayuda, mis enemigos saldrán huyendo.
Yo estoy seguro, Dios mío, que cuento con tu apoyo.
10 Confío en ti, mi Dios, y te alabo por tus promesas.
Confío en ti, Señor, y te alabo por tus promesas.
11 Confío en ti, mi Dios, y ya no siento miedo.
¡Nadie podrá hacerme daño jamás!
12 Yo te prometo, Dios mío, que te cumpliré mis promesas,
y delante de tu altar te daré las gracias.
13 Tú, mi Dios, me libraste de caer,
me libraste de morir, para que nunca deje yo
de andar en tu presencia que es la luz de la vida.
y delante de tu altar te daré las gracias.
13 Tú, mi Dios, me libraste de caer,
me libraste de morir, para que nunca deje yo
de andar en tu presencia que es la luz de la vida.
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