Espíritu Santo, Tú habitas en nuestro corazón y llenas de
fuego todo nuestro ser.
Haznos una nueva humanidad.
Eres Dios vivo, en quien creó y en quien espero.
Creo en Ti... Dios que amanece la vida en cada instante.
Creo en Ti... Dios que manifiestas tu poder en la ternura y
la fragilidad.
Creo en Ti, Dios amor que te revelas en la mirada franca, en
la sonrisa alegre, en las lágrimas y los sollozos, en el silencio y en el
abrazo.
Creo en Ti, Dios que te nos muestras en los ojos que sueñan,
en el pecho conmovido, en las manos abiertas, en los brazos dispuestos, en el
rostro indignado y vivo.
Quiero vivir consciente en tu presencia; en el gozo y en la
pena, en el esfuerzo y en el cansancio, en la certeza y en la duda, en las
adversidades y en la fiesta, en cada nacimiento y en cada duelo.
Quiero vivir conscientemente este presente que me estás
regalando.
Contigo, por Ti y en Ti, quiero ser quien soy.
Te amo y quiero que me lleves a amar libremente a los demás. Te amo y quiero
amar con tu amor, a cada criatura y a toda la Creación.
Cuando me irrite, se tú mi paz. Con quien me exaspere, hazme
sentir paciencia y empatía.
Regálame ser don y bendición para la persona con la que me
encuentre, a quien ya quiero, concédeme amar en gratuidad, no depender ni
pretender poseer.
Que nos dejemos amar y sepamos recibir con gratitud de los
demás.
Líbranos de la desconfianza y el miedo. Líbranos de toda
dependencia y adicción, de toda mentira y crispación. Cúranos de la ceguera que
nos impide darnos cuenta de que nos une la poderosa sangre de Cristo.
¡Líbranos de seguir buscando saciar nuestro propio
"yo"! ¡Líbranos de la búsqueda compulsiva del confort individual!
Despiértanos para que seamos conscientes de que somos
comunidad. Que anhelemos con pasión el bien común. Aviva en cada persona la
generosidad para darse y para dar. Que cada quien cuide con esmero de los
demás.
Llena de Ti el corazón de toda la humanidad.
Disipa los miedos y desvanece el rencor. Que soñemos con
fuerza el reinado de la Vida.
Espíritu Santo, consagra a toda la creación y haznos tu
nueva humanidad.
Espíritu Santo: Sé que habitas en mí y que habito en Ti...
Creo, porque quiero creerle más y más a Jesucristo, que me
reveló tu presencia viva y discreta en todo lo que es... Creo, cada vez más,
que no se trata de mí, ni de que yo tenga vida, sino de Ti en todo y de que me
regalas ser parte de la Vida.
Por eso; quiero iniciar esta y cada semana, este y cada día,
este y cada instante de mi historia; invocándote y evocándote. ¡Acepto feliz
que llenes mi cuerpo, mi intelecto, mi afecto, y hasta lo más silencioso de mi
espíritu!
Gracias por cada sensación, por cuanto percibo y capto.
Gracias por cada sentimiento y cada emoción, por cuanto vivo y expreso. Gracias
por cada recuerdo, cada idea, cada momento de comunicación. Gracias por cada
rostro que habita en mi corazón. Gracias por el silencio, cada vez más lleno de
tu divino amor.
Deseo dejarme mover por tu acción. Deseo fluir, no pasiva ni
resignadamente sino confiadamente, atentamente, felizmente.
Deseo liberarme de cualquier necesidad y deseo, desapegarme
y soltar, decir "adiós" sin aferrarme pero saber darme y siempre
amar.
Te consagro mi ser, y que quiero que llenes a las personas
con las que comparto esta historia.
Deseo que reines en toda la creación y que seamos más y más,
humanidad consciente de tu amor que une sin fundir, que anima sin someter, que
ilumina sin deslumbrar, que da vida dándose y sin dejar de amar.
¡Gracias, Espíritu Santo!
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