Desde que era una niña me encantaba
leer, devoraba cada libro que caía en mis manos, miles de historias cobraban
vida en mi imaginación.
Uno de ellos es “Las mil y un noches”, y en él la lámpara de Aladino. El joven de la historia tenía en su poder una lámpara, en la cual estaba encerrado un genio, quien, al ser liberado le concedía tres deseos.
Uno de ellos es “Las mil y un noches”, y en él la lámpara de Aladino. El joven de la historia tenía en su poder una lámpara, en la cual estaba encerrado un genio, quien, al ser liberado le concedía tres deseos.
Solía imaginarme a mí misma con esa lámpara
y me gustaba planear cuáles serían esos tres deseos que le pediría al genio
cuando se decidiera salir.
Por supuesto que eso no sucedió.
Cuando conocí a Dios una de las
primeras cosas que me interesó era el comunicarme con Él. La oración, el
clamor, la intercesión fueron, por lógica, las primeras palabras que llegaron a mis oídos cuando
indagué sobre el tema.
Personas con más conocimiento que yo
en el tema, hoy me doy cuenta que conocimiento no es igual a sabiduría; me dieron
diferentes formatos para dirigirme, al que aborrece las estructuras y
formalismos, con la consecuencia de que mis oraciones eran sólo címbalos que
resuenan.
COSAS
MAL APRENDIDAS
Nos enseñaron mal y al acercarnos al
Padre nos dirigimos a ÉL con un listado de deseos, como si fuera el genio de una lámpara; sólo esperamos
que se cumplan tal cual las sentimos en ese momento.
Me imagino a Dios como en una película
policial recibiendo el listado de demandas en caso de secuestro. En este caso
Dios es el negociador de la policía, escucha atentamente mientras los
secuestradores o ladrones tienen a los rehenes para negociar.
1-Un jet con combustible
2-Un millón de dólares, millones más millones menos.
3- Pase seguro al país que elija.
Y la voz del jefe de la policía da el veredicto final: “No negociamos con terroristas” ¿SERÁ POR ESO QUE NO RECIBIMOS NADA? Creemos que Dios es el rehén: “Mira Señor si vos haces que me aumenten el sueldo yo aumento mi ofrenda o te diezmo” “Mira Señor si vos me das tal cosa yo me congrego” ¿Se imaginan al Omnipotente siendo coaccionado por un simple terrorista? Otra de las cosas “mal aprendidas” era el pedir para nuestros propios deleites Sgto.4:3. Según ellos, todo aquello que pidiéramos con egoísmo en nuestro corazón, no es escuchado por Dios. |
“¿Por qué pedir por una casa propia?,
me dijeron. Pide primero por la casa de tu hermano, y por el desinterés de tu
corazón, Dios va a recompensarte con tu casa propia.
Es algo que lamentablemente hemos oído
muchas veces.
Se
escribieron libros sobre este tipo de oración, explicando cuál
era la que le agrada a Dios, se recomendaba incluso hacer un listado de peticiones para que Él no
se olvide, ¿Creería que a Dios se le podía pasar algo?
No hay que ir muy lejos; La Palabra de Dios, La Biblia , allí Él mismo nos
dice que hacer.
“Por nada estés afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios con
toda oración y ruego con acción de gracias”
Filipenses
4:6 (RV)
“No se
aflijan por nada, sino preséntenselo todo a Dios en oración; pídanle, y denle
gracias también” (DHH)
En este versículo vemos claramente la
separación entre petición
y oración.
Petición: Acción de pedir.
Pedir: Rogar a otro que dé o
haga algo.
Oración: Conjunto de palabras
que expresan un pensamiento completo.
“Mas tú,
cuando oréis no seas como los hipócritas, porque ellos aman el orar en pie en
las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos por los hombres:
de cierto os digo que ya tienen su recompensa.
Mas tú,
cuando ores entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está
en secreto, y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
Y orando,
no uséis vanas repeticiones, como los gentiles que piensan que por su
palabrería serán oídos.
No os
hagáis, pues semejantes a ellos, porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis
necesidad, antes que vosotros lo pidáis”
Mt. 6:5-8
La palabra gentil que se usa en este versículo, se refiere a una persona
idolatra o pagana, alguien que no conoce a Dios y no tiene una relación con Él,
y dice que “usan vanas repeticiones” y que esa palabrería no es oída, nos presentamos
delante del Padre en calidad de hijos suyos y como tal tenemos derecho a estar
frente a Él en el momento que queramos.
La reina Ester se presentó delante del
rey Asuero con una petición; el pueblo, sus sirvientas y ella estuvieron orando
y ayunando tres días seguidos para que fuera oída y la respuesta fuera
favorable.
Ella iba ante su esposo, el rey, y
aunque pareciera que tenía todo el derecho para hacerlo, no era así ya que
incluso corría peligro su vida, por no ser este acto conforme a la ley (Est.
4:16).
Los que han tenido la experiencia de
ser recibidos por una autoridad, ya sea
un intendente, un gobernador o presidente de una nación, saben que deben
aprovechar la oportunidad y al estar delante de ellos, presentar su listado de
peticiones, porque lo más probable es, que no haya otra ocasión para hacerlo.
Si vemos a Dios como un ser lejano al
que rara vez tendremos acceso, está bien, presentemos un listado de peticiones,
hagamos una extensa nota con todo lo que necesitamos, no sólo para hoy, para
mañana y para el resto de nuestras vidas, porque no habrá otra oportunidad.
Orar y oración implican expresar
verbalmente algo, cuando Jesús enseña a orar, baja al dios lejano y nos acerca al Dios Padre haciéndonos parte
de su familia.
- Él nos conoce, sabe cuántos cabellos tiene nuestra cabeza (Lc 12:12)
- Él conoce los secretos de nuestro corazón (Sal. 44:21b)
- Él conoce nuestros pensamientos (Sal 94:11)
- Él conoce nuestro sentar y levantar (Sal 139:2
- Él conoce nuestros pensamientos y obras (Is. 66:18)
Y NOSOTROS CONOCEMOS L
|
Y la verdad es que como Hijos de Dios
tenemos el derecho legal a sentarnos en las rodillas de Papá y expresarnos
libremente, si no hay nada que le sea oculto, sino no hay nada que no conozca, por lo tanto:
NO HAY
NECESIDAD DE PETICIONES.
REYES
Y SACERDOTES
En
Gn. 1:28 Dios da la orden al hombre FRUCTIFICAR, SEÑOREAR Y SOJUZGAR; es su diseño perfecto de gobierno.
Cristo nos dice:
“Toda
potestad me es dada en el cielo y en la tierra..... y he aquí yo estoy con
vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”
Mt.28:18 y
20
“He aquí os
doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del
enemigo y nada os dañará”
Lc. 10:19
“De cierto
os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo
que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo”
Mt. 18:18
“Pero a
quienes los recibieron y creyeron en Él les concedió el privilegio de llegar a
ser Hijos de Dios”
Jn 1:12
“Todo lo
que es mío es tuyo, y lo que es tuyo es mío; y mi gloria se hace visible en
ellos”
Jn 17:10
“Y
recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me
seréis testigos…”
Hch. 1:8
“Pues te
hice rey precisamente para mostrar en ti mi poder y para darme a conocer en la
tierra”
Ro. 9:17
“Y ahora,
gloria sea a Dios, que tiene poder para hacer muchísimo más de lo que nosotros
pedimos o pensamos por medio de su poder que actúa en nosotros”
Ef. 3:20
Si yo estoy en posición de gobierno, si estoy en autoridad juntamente
con Cristo, y cambio mi forma de pensar, en lugar de llevar las peticiones ante
quien pueda cumplirlas, me transformo en la persona de gobierno creada por Dios
en el diseño perfecto que tiene la
autoridad para otorgarlas.
“Pedís, y no recibís, porque pedís mal”.
Nos acercamos a Dios como idólatras que tienen a otro en su lugar, o paganos,
que no conocen a Dios. Él nos dice “alejaos de mí, hacedores de maldad, no os
conozco” porque si Él nos dio “potestad de ser llamados Hijos de Dios (Jn
1:12), y “Mirad cual amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados Hijos
de Dios”(1 Jn 3:1).
Y como Hijos de Dios y coherederos de
Cristo,
“Porque a los que antes conoció, también
predestinó para que fuesen hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que él
sea el primogénito entre muchos hermanos,
Y a los que
predestinó, a éstos también llamó, y a los que llamó, a éstos también
justificó, y a los que justificó, a éstos
también glorificó.”
Ro 8:28-29
Si tomamos nuestro lugar de gobierno
como reyes y sacerdotes, tenemos toda autoridad para conceder peticiones.
Porque como Hijos podemos ir ante Papá
en la intimidad (charlar, hablar, conversar, que es el significado de orar) y
recibir en la intimidad los diseños de gobierno.
Sino ¿Para qué Cristo nos hace
gobernar juntamente con él en las regiones celestes? Si nosotros no tomamos
nuestro lugar, hacemos inmunda la sangre de Cristo, que fue la puerta para que
seamos Hijos de Dios.
Tenemos poder, potestad, autoridad, derecho y obligación de gobernar.
Interceder: Pagar o mediar por una
persona ante otra
En el libro de Jonás vemos al profeta
siendo enviado a pregonar la maldad de la ciudad de Nínive y cómo sería destruida.
Esta ciudad era pagana y era tan grande que le tomó al profeta tres
días cruzarla. A pesar de su falta de
entusiasmo, el pueblo se arrepintió, incluso el rey ordenó ayuno y clamor;
arrepentimiento fue la respuesta por parte de Dios
Cuando intercedemos nos ponemos en
lugar de la persona y hacemos nuestras, sus necesidades.
“Porque el
anhelo ardiente de la creación es aguardar
la manifestación de los hijos de Dios”
Ro 8:22
Si yo me pongo en la brecha, y tomo el lugar del que no conoce sobre su
palabra, y clamo para que las cadenas que los atan se suelten, el Padre que conoce
al hijo y cada necesidad, concede las peticiones
de su corazón.
TENEMOS
QUE ABRIR NUESTRO ENTENDIMIENTO PARA QUE PODAMOS COMPRENDER QUIENES SOMOS
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